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viernes, 4 de agosto de 2017

GRANDES FRAUDES DE LA ARQUEOLOGIA: La momia de Rhodugune

En octubre del año 2000 las autoridades paquistaníes se enteraron de que un residente de Karachi estaba tratando de vender una momia en el mercado negro en $ 11 millones de dólares. Cuando la policía interrogó al vendedor les dijo que obtuvo la momia de un iraní, que supuestamente la encontró Luego de que hubo un terremoto, y los dos acordaron venderla y dividir las ganancias. El vendedor finalmente los llevó a donde estaba almacenada la momia, una región que limita con Irán y Afganistán. Las autoridades paquistaníes llevaron a la momia al Museo Nacional en Karachi, donde los funcionarios del museo inspeccionaron los restos y su sarcófago. Los funcionarios del museo anunciaron que una momia envuelta en un estilo egipcio había sido recuperada en un sarcófago de madera con inscripciones cuneiformes, el lenguaje escrito de la antigua Persia, y tallas de Ahura Mazda, una deidad zoroástrica. La momia tenía una corona de oro, una máscara, y una placa en el pecho que proclamaba: "Soy la hija del gran rey Jerjes. Mazereka protegeme. Soy Rhodugune, yo soy". Esto quiere decir que este cuerpo momificado potencialmente pertenecía a una princesa persa y tenia 2600 años de antigüedad. Como era obvio, este ‘descubrimiento’ genero un gran interés internacional porque jamás se habían encontrado restos de la familia real persa ya que generalmente no se encuentran momias en Irán. En un momento dado la momia causó tensiones diplomáticas entre Irán y Pakistán debido a que ambos países reclamaron la propiedad. Pero meses más tarde, luego de unos exámenes de los expertos en escritura persa antiguo, tomografías computarizadas, pruebas químicas, y de carbono la momia fue declarada no solo un fraude, si no también había evidencias de que pudo haber sido una víctima de asesinato ocurrido en años recientes. En efecto, los expertos en la antigua escritura cuneiforme comenzaron a sospechar de la autenticidad de la momia cuando examinaron la placa en el pecho de la momia y determinaron que quienes lo hicieron "no estaban bien familiarizadas con la escritura iraní", había tallado la inscripción. Su ‘autenticidad’ comenzó a desmoronarse luego de las pruebas posteriores a la que fue sometida. En efecto, la tomografía computarizada reveló que la momia pertenecía a una mujer adulta que media alrededor de 4 pies y 7 pulgadas de altura y era mayor de 21 años de edad cuando murió. Los escáneres mostraron también que todos sus órganos internos habían sido retirados y su cavidad abdominal se había llenado con una sustancia en polvo. La autopsia expone que la causa de la muerte fue fractura de cuello causada por traumatismo en las vértebras cervicales. Sin embargo, un patólogo forense no pudo determinar si el cuello de la mujer había sido roto deliberadamente. El análisis químico indicó que su cuerpo y el cabello habían sido blanqueados y su abdomen se habían llenado con agentes de secado modernas, como el bicarbonato de sodio y cloruro de sodio. Los resultados de la datación por carbono en el hueso y el tejido revelaron que los restos pertenecían a una mujer que había muerto en 1996. Los investigadores creen que los autores de este fraude obtuvieron un cadáver fresco de los ladrones de tumbas que saquearon un entierro de la zona entre Pakistán e Irán, quienes retiraron los órganos internos del cadáver y cubrieron el cuerpo con productos químicos para secar el cuerpo a lo largo de meses. Esta era una elaborada falsificación que tomó tiempo para que se lleve a cabo y tuvo que involucrar a académicos y alguien familiarizado con la anatomía. La evidencia de la fractura en el cuello, hizo que la policía paquistaní abriera una investigación de asesinato por los que volvieron a interrogar a los intermediarios que participaron en la venta en el mercado negro. Tenían la esperanza de identificar a la mujer y a su asesino pero hasta ahora esto sigue siendo un caso sin resolver. Actualmente los restos de la ‘momia’ se encuentran en el cementerio de Chaukhandi en una tumba anónima y ni siquiera la policía sabe en que lugar del cementerio esta exactamente enterrada. La razón de cerrar el caso fue por que los agentes tenían ‘demasiado trabajo pendiente’ para resolverlo, ya que según las estadísticas oficiales, en Karachi se cometen cuatro homicidios al día.
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