SONIDOS DEL MUNDO
viernes, 28 de noviembre de 2025
CIUDADES PERDIDAS: Alejandría
Es una ciudad portuaria situada en el norte de Egipto, en la costa Mediterránea, fundada en 331 a.C. por Alejandro Magno. Fue el emplazamiento del Pharos, el faro, una de las siete maravillas del mundo antiguo, y de la legendaria biblioteca de Alejandría además de haber sido en algún tiempo el centro cultural más importante del mundo antiguo, rivalizando incluso con Atenas, en Grecia. La ciudad se desarrolló a partir de un puerto pequeño llamado Racotis tras la llegada de Alejandro que estableció el diseño básico de lo que quería y luego siguió su camino en su conquista de Persia. La ciudad siguió desarrollándose en la época de la Dinastía Ptolemaica (323-30 a.C.) para llegar a convertirse en un centro intelectual, cultural y comercial, una de las ciudades más grandes de la época, y que más tarde se convertiría en un centro famoso del cristianismo primitivo. También se volvió infame por las luchas religiosas que resultaron del enfrentamiento entre paganos y cristianos tras el crecimiento de esta religión en los siglos IV y V d.C. Uno de los eventos más memorables de esta época es el martirio de la filósofa neoplatónica Hipatia de Alejandría en 415 d.C., que muchos eruditos citan hoy en día como un acontecimiento crucial de la decadencia del afán intelectual de la ciudad. Para cuando el cristianismo se convirtió en la fe dominante, los enclaves paganos como el Museion el templo de Serapis y el Serapeo, todos ellos relacionados con la biblioteca de Alejandría, ya estaban en decadencia. Estas instituciones dependían del mecenazgo de los ptolomeos y, a medida que fue desapareciendo hacia finales de la Dinastía Ptolemaica, no se pudieron mantener los edificios, así como tampoco se pudo mantener a los eruditos que copiaban, cuidaban y catalogaban los manuscritos. A pesar de que parece que los emperadores romanos posteriores fundaron la biblioteca, no parece que fuera en el mismo grado que los ptolomeos. Cuando las divisiones religiosas crecieron en la ciudad a principios del siglo V, los intelectuales se marcharon en buscar de áreas más estables en las que trabajar. El conflicto religioso continuaría hasta el siglo VII d.C. cuando los musulmanes conquistaron la región - donde llegaron a incendiar la famosa Biblioteca - aunque para entonces, la gran metrópolis de Alejandría no era más que un recuerdo. Cabe precisar que tras conquistar Siria en 332 a.C., Alejandro Magno se dirigió hacia Egipto con su ejército. Fundó Alejandría en el pequeño pueblo portuario de Racotis, junto al mar, con la intención de crear un centro de comercio superior a la ciudad griega de Náucratis (un centro importante), que estaba más arriba del delta del Nilo. Se dice que diseñó los planos de la ciudad echando harina o grano en una cuadrícula que posteriormente usaría el arquitecto. La ciudad que se desarrolló a partir de este modelo, llegaría a ser muy admirada por muchos, incluido el historiador y geógrafo Estrabón (en torno a 64 a.C. - 24 d.C.), que la escribió al detalle: “El plano de la ciudad tiene forma de chlamys [una capa militar]. Los lados largos son los que baña el agua, que tienen un diámetro de 30 estadios, mientras que los lados cortos son los istmos, cada uno de 7 u 8 estadios, que se juntan por un lado por el mar y por lago por el otro. En conjunto, está atravesada por calles adecuadas para conducir caballos y carros. Dos de estas calles son extremadamente anchas, de más de un pletrón, y se cruzan en ángulo recto. La ciudad tiene los recintos y palacios reales más hermosos, y estos componen una tercera o cuarta parte del recinto entero. Cada uno de los reyes, por amor al esplendor, añadió algún adorno a los monumentos públicos, y también expandió su propia residencia, aumentando lo que ya existía, de manera que hoy (con el poeta), "un edificio sobre otro" [Odisea 17.266]. Todo está conectado, unos edificios con otros, con el puerto y lo que tiene alrededor. El Museion es parte de los palacios, con una pasarela, una exedra, y una gran estructura en la que se puede ver el desorden común entre los estudiosos que comparten el Museion, que antes elegía el rey, pero ahora elige César” (Geografía, 17.1.8). El Museion era una institución de enseñanza superior, parte de la Biblioteca de Alejandría. Estaba dedicado a las musas; su nombre es el origen de la palabra "museo" y fue establecido, probablemente por Ptolomeo II (que reinó de 282-246 a.C.) como un lugar de reunión y hogar para los eruditos cuyas obras nutrían las posesiones de la biblioteca. Los palacios y casas majestuosas que menciona Estrabón no existían en la época en la que Alejandro fundó la ciudad, obviamente. Alejandro se marchó de Egipto a tan solo unos meses de su llegada para marchar hacia Tiro en Fenicia. Quedó en manos de su comandante Cleómenes de Náucratis (muerto en 322 a.C.) construir la ciudad basándose en los planos del arquitecto Dinócrates de Rodas que, siguiendo los planos de Alejandro, distribuyó la ciudad siguiendo un patrón conocido como plano hipodámico. Este fue formulado por el arquitecto Hipodamo de Mileto (siglo V a.C.) y se consideró el diseño óptimo de planificación urbana. Aunque Cleómenes y Dinócrates establecieron la distribución de la ciudad, la expansión total de Alejandría llegó con el gobierno del general de Alejandro, Ptolomeo, y luego con la dinastía Ptolemaica que fundó. Tras la muerte de Alejandro en 323 a.C., Ptolomeo llevó su cuerpo de vuelta a Alejandría para enterrarlo y, tras las guerras de los Diádocos, los sucesores de Alejandro, dio comienzo su reinado de Egipto desde Alejandría, que sustituyó a la antigua capital de Menfis. Con Ptolomeo II se completó el faro de Alejandría, una de las siete maravillas de la Antigüedad (donde hoy en día se puede ver el Fuerte Qaitbey del siglo XV). El faro guiaba a los barcos a los puertos que también había diseñado Alejandro Magno. Tiro había sido una ciudad importante para el comercio de la región y, luego de que Alejandro la destruyera, Alejandría ocupó el vacío que había dejado esta. Cartago, que debió gran parte de su prosperidad al saqueo de Tiro, todavía era un puerto joven cuando Alejandría empezó a prosperar. El estudioso M. Mangasarian escribe: “Bajo los Ptolomeos, una estirpe de reyes griegos, Alejandría pronto ascendió a la eminencia y, tras acumular cultura y riqueza, se convirtió en la metrópolis más poderosa de Oriente. Funcionaba como el puerto de Europa y atraía el comercio lucrativo de India y Arabia. Sus mercados se enriquecieron con sedas suntuosas y otras telas de los bazares de Oriente. La riqueza atrajo el esparcimiento y este, a su vez, las artes. Con el tiempo se convirtió en el hogar de una maravillosa biblioteca y de escuelas de filosofía que representaban todas las fases y los tonos más delicados del pensamiento. En algún tiempo se creyó que el manto de Atenas había caído sobre los hombros de Alejandría”. La ciudad creció hasta convertirse en la más grande del mundo conocido en aquella época, y atrajo a eruditos, científicos, filósofos, matemáticos, artistas e historiadores. El poeta y estudioso Calímaca de Cirene (en torno a 310 - en torno a 240 a.C.) catalogó toda la literatura griega de Alejandría sirviéndose de la colección que albergaba la biblioteca, y se le atribuye la creación del primer "catálogo de tarjetas" para organizar sistemáticamente la colección. Eratóstenes (en torno a 276-195 a.C.) calculó la circunferencia de la tierra con un margen de error de 80 kilómetros (50 millas) en Alejandría. Euclides (en torno a 300 a.C.) enseñaba en la universidad. Puede que Arquímedes (287-212 a.C.), el gran matemático y astrónomo, enseñara allí, y ciertamente estudió allí. Herón (10-70 d.C.), el ingeniero y matemático más importante de su época, también nació y vivió en Alejandría. A él se le atribuyen increíbles logros de ingeniería y tecnología, incluida la primera máquina expendedora, la máquina hidráulica, y un teatro de autómatas que bailaban, entre otras invenciones. En tanto, la biblioteca, cuya construcción empezó bajo Ptolomeo I (que reinó de 323-282 a.C.), fue terminada por Ptolomeo II, que envió invitaciones a gobernantes y eruditos pidiéndoles que contribuyeran con libros. Según los historiadores Oakes y Gahlin: “Había sitio para 70.000 rollos de papiro. La mayoría de artículos fueron comprados, pero en ocasiones también se usaban otros métodos. Para poder conseguir las preciadas obras, se registraban todos los barcos que entraban a puerto. Cualquier libro que se encontrase se llevaba a la biblioteca, donde decidían si devolverlo o confiscarlo y sustituirlo por una copia”. Nadie sabe cuántos libros había en la biblioteca de Alejandría; se estima que pueden haber sido 500.000, aunque la mayoría de estudiosos modernos consideran que esta cifra es una exageración. Parece ser que la biblioteca era parte del Museion, que estaba cerca, o que estaba anexionada al conjunto de edificios que incluía el Serapeo, el templo del dios Serapis, un híbrido entre las deidades griegas y egipcias creado por los ptolomeos para aunar estas dos culturas diferentes ente una unión harmoniosa. Los historiadores y los entendidos afirman que este templo era uno de los monumentos más grandiosos de la civilización pagana, por detrás tan solo del templo de Júpiter en Roma y el inimitable Partenón de Atenas. El templo de Serapis estaba construido sobre una colina artificial por la que había que subir cien escaleras. No era un solo edificio sino un enorme complejo arquitectónico, y todos los edificios que lo componían estaban agrupados en torno a uno central de dimensiones aún más vastas, que se alzaba sobre unos esbeltos pilares de una magnitud enorme. El Serapeo estaba considerado por la gente de la antigüedad como el punto de encuentro entre los arquitectos de las pirámides y los creadores de la Acrópolis ateniense. Para ellos representaban la unión de lo masivo en el arte egipcio con la gracia y el encanto del heleno. Cuando Cartago llegó al punto álgido de su poder, Alejandría permaneció relativamente inmune, ya que hacía mucho que el comercio estaba establecido y la ciudad no suponía una amenaza para el poder marítimo de los cartagineses. Incluso tras la caída y destrucción de Cartago tras las Guerras púnicas (264-146 a.C.), cuando Roma se convirtió en la potencia indiscutible del Mediterráneo, Alejandría siguió siendo próspera y atrayendo a visitantes de todo el mundo. Tras el asesinato de César en 44 a.C., su mano derecha, Marco Antonio, se convirtió en el consorte de Cleopatra y dejó Roma para ir a Alejandría. La ciudad se convirtió en su base de operaciones durante los siguientes trece años hasta que Cleopatra y él fueron derrotados por Octavio en la batalla de Accio en 31 a.C. Al año siguiente, ambos se suicidaron y la muerte de Cleopatra puso fin a la dinastía Ptolemaica. Octavio se convirtió en el primer emperador de Roma y adoptó el título de "Augusto". Tras esto, Alejandría se convirtió en una provincia del Imperio romano bajo el gobierno de César Augusto. La ciudad siguió siendo un importante centro intelectual y la Biblia Septuaginta (la traducción griega del Antiguo Testamento de la Biblia) se completó allí en 132 d.C., donde se dice que ocupó su lugar entre los libros más importantes de la biblioteca. Los eruditos religiosos vivían en la biblioteca o la frecuentaban para hacer investigaciones, y hacía tiempo que Alejandría atraía a gente de muchas religiones distintas que, en un principio, respetaba los diferentes sistemas de creencias. Sin embargo, bajo el reinado de Augusto se produjeron disputas entre judíos y paganos y, a medida que el cristianismo se fue haciendo más popular, sus fieles agravaron el malestar público. Cuando el emperador romano Constantino el Grande (que reinó de 306 a 337 d.C.) aprobó el Edicto de Milán en 313, que declaraba la tolerancia religiosa, los cristianos ya no podían ser perseguidos por la ley y empezaron no solo a exigir más derechos religiosos sino también a atacar a paganos con más fuerza. Alejandría, que había sido una ciudad de cultura y prosperidad, se convirtió entonces en el escenario de una lucha religiosa entre la fe nueva de los cristianos y los paganos. Los cristianos se fueron sintiendo cada vez más dispuestos a atacar los símbolos de estas religiones precedentes, ya que creían que sus sistema de creencias era el único verdadero. Bajo el reinado de Teodosio I (que reinó de 379-395 d.C.) se prohibió el paganismo y se incentivó el cristianismo. En 391 d.C. el patriarca cristiano Teófilo siguió el ejemplo de Teodosio e hizo que todos los templos paganos de Alejandría fueran destruidos o reconvertidos en iglesias. Para el año 400, la ciudad cayo rápidamente en declive y los estudiosos, científicos y pensadores de todas las disciplinas abandonaron la ciudad para dirigirse a lugares más seguros. Para empeorar las cosas, los musulmanes liderados por el loco califa Umar conquistaron la ciudad en 641. Entonces, se destruyeron las iglesias y fue en aquel momento cuando la famosa biblioteca fue quemada por los invasores, bajo el argumento que lo que albergaba “estaba en contra de las enseñanzas del Corán”. Así desapareció entre las llamas tesoros bibliográficos conservados durante siglos. Lo que no quedó destruido por la guerra volvió a ocuparlo la naturaleza y para 1326, cuando la visitó el viajero y escritor Ibn Battuta (1304-1369/9 d.C.), la mayor parte de la Alejandría Ptolemaica había desaparecido. El gran faro fue destruido por una serie de terremotos, al igual que gran parte del puerto. Hoy en día, la antigua ciudad se encuentra bajo los cimientos de la nueva, o en el fondo del mar en el puerto. En 1994 se revelaron los primeros descubrimientos de varias reliquias, estatuas y edificios bajo la aguas, reliquias de la edad dorada perdida de Alejandría.
viernes, 21 de noviembre de 2025
EL GRAN MUSEO EGIPCIO: Una mirada a su pasado
Tras más de dos décadas de construcción y reformas, el Gran Museo Egipcio de El Cairo (GEM) ha abierto sus puertas. Sin embargo, faltan varias obras emblemáticas que fueron expoliadas. Los argumentos de los principales museos de Europa para no devolverlas dan para escribir un libro. Apodada como la “Cuarta Pirámide de Giza”, es un par de milenios más joven que las demás y, en realidad, no es una pirámide al uso, sino uno de los museos más grandes y ambiciosos del mundo que alberga en su interior más de 100.000 objetos del Antiguo Egipto. Es también la mayor colección existente dedicada a una sola civilización - cuenta con 45.000 m2 de extensión y más de 1 billón de dólares de presupuesto - y expondrá la mitad de sus piezas de forma permanente. Este “regalo de Egipto para el mundo” que atesora obras únicas procedentes de las treinta dinastías que gobernaron Egipto en la Antigüedad, está dividido en doce áreas que abordan diferentes aspectos como la sociedad, la espiritualidad, las creencias religiosas, la realeza faraónica y una galería entera dedicada a los 5.000 objetos del ajuar mortuorio de Tutankamón -hallado intacto en el Valle de los Reyes a principios del siglo XX-. Algunas de las piezas más destacadas de la colección son auténticas joyas de la historia egipcia que han sobrevivido al paso del tiempo: la máscara funeraria y el sarcófago de oro de Tutankamón, el gigantesco coloso de granito rojo de Ramsés II que aguarda en la entrada del museo, las barcas solares de Keops, el famoso ataúd de madera policromada de Senbi o la imponente escultura de la mujer faraón Hatshepsut son tan solo algunos de los ejemplos más golosos que ilustran la vida y la muerte en el Antiguo Egipto. Sin embargo, la gran apertura del GEM ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre el expolio llevado a cabo por parte de las antiguas potencias colonizadoras o por instituciones extranjeras, y la cuestión del retorno - o no retorno - de las piezas a su lugares de origen. La realidad es que, a pesar del despliegue y la presencia de miles de objetos valiosos en el museo, la ausencia de algunos de ellos brilla con fuerza. En los últimos años algunos países occidentales han devuelto una pequeña parte del patrimonio egipcio expoliado tras demostrarse su exportación ilegal o la falta de documentación requerida. Hace tan solo unos meses que EE.UU. devolvió la mitad de un templo dedicado a Hatshepsut y otras 24 antigüedades de diferentes periodos. Australia puso en marcha el retorno de una veintena de estelas, ushebtis, ataúdes y textiles. Egipto también recibió otras diez piezas de Reino Unido. Tras la apertura del museo, Holanda ha sido la primera potencia en dar un paso adelante con la repatriación de una escultura representativa de un alto mandatario de la dinastía de Tutmosis III, ya que se demostró que fue saqueada y puesta a la venta en una feria de arte en el 2022. Sin embargo, no es suficiente. El busto de Nefertiti, la Piedra Rosetta, el Obelisco de Luxor y el sarcófago de Seti I son tan solo algunos de los grandes tesoros que siguen expuestos en museos europeos y que no contemplan una fecha de vuelta a Egipto. Las negativas y sus correspondientes justificaciones son contundentes: Alemania alega que el busto de Nefertiti es demasiado frágil para su traslado y que fue adquirido legalmente en 1913 - Egipto sostiene que fue un fraude y continúa exigiendo su retorno -; Reino Unido justifica la posesión de la Piedra Rosetta escudándose en el tratado de Alejandría de 1801, - concebido en un contexto puramente colonial - arrebatándosela a Napoleón que lo había encontrado en su campaña de Egipto; y Francia mantiene que el Obelisco de Luxor y otros objetos como el Zodíaco de Dendera fueron regalos o adquisiciones consideradas legales en el siglo XIX. Egipto sigue reclamando la repatriación de estas piezas -entre muchas otras- a su lugar de origen, ya que el expolio de la mayoría se remonta a periodos coloniales y al sistema de partage -reparto de hallazgos-, el cual se vio reforzado por la falta de leyes y convenciones modernas en la época. En cuanto a Seti I, este fue un importante faraón que murió en 1279 a. C. y cuyo sarcófago fue enterrado en una de las tumbas más profundas y bellamente decoradas del Valle de los Reyes. “El excavador italiano Giovanni Belzoni lo trajo de Egipto pensando que el Museo Británico lo compraría, pero, tontamente, no lo hicieron”, afirma la profesora Salima Ikram, de la Universidad de El Cairo. En cambio, por un precio de ganga de 2000 libras esterlinas en 1824, el sarcófago egipcio de 3200 años de antigüedad, de un valor incalculable, fue vendido al excéntrico coleccionista Sir John Soane, que lo guardó en su sótano. Conservada exactamente como estaba cuando Soane falleció en 1837, la casa se convirtió en un museo repleto de curiosidades eclécticas, aunque ninguna de ellas eclipsa al sarcófago. Para Zahi Hawass, el controvertido arqueólogo a cargo de salvaguardar el patrimonio de Egipto, la inauguración del museo es más que una simple exhibición de tesoros. Es una declaración de influencia cultural y un intento por recuperar el patrimonio egipcio. "Es hora de que nos convirtamos en los científicos de nuestros propios monumentos", afirma. "En el Valle de los Reyes se encontraron 64 tumbas reales. Ni un solo egipcio las excavó". La mayoría de los grandes descubrimientos de Egipto, incluida la tumba de Tutankamón, fueron realizados casi exclusivamente por arqueólogos extranjeros, señala Hawass. Lleva mucho tiempo defendiendo que los egipcios deben liderar el estudio y la preservación de su propio patrimonio, y ha convertido en la misión de su vida garantizar que así sea. En tanto, Abdelghafar Wagdy, director general de Antigüedades de Luxor, coincide en que el museo representa un paso en esa dirección. "Desde el 2002, la egiptología en Egipto ha entrado en una nueva y dinámica fase", declara. Existe un creciente sentimiento de pertenencia, y ahora los eruditos y conservadores egipcios lideran numerosas excavaciones y proyectos de conservación del patrimonio. Aunque el museo fue concebido como un espacio para todos los egipcios, algunos encontrarán prohibitivo el precio de la entrada. El boleto para adultos egipcios cuesta 200 libras egipcias (unos US$4), una fracción de las 1200 libras (US$25) que se cobran a los visitantes extranjeros, pero aún demasiado caro para muchas familias locales. "No basta con cuidar a los muertos, hay que cuidar a los vivos", afirma Ikram. "Este museo es para todos, aunque la entrada sea un poco cara para algunos egipcios". Para Hawass, la inauguración del Gran Museo Egipcio no solo se trata de salvaguardar el pasado, sino también de asegurar el futuro de Egipto como centro de descubrimientos. Más allá de sus monumentales galerías, el complejo alberga algunos de los laboratorios de conservación e investigación más avanzados de la región: espacios donde equipos egipcios e internacionales continuarán estudiando, restaurando y revelando nuevos hallazgos durante las próximas décadas. "Actualmente estoy excavando en Luxor, en el Valle de los Reyes. Estoy excavando en Saqqara", afirma Hawass. "Solo hemos encontrado el 30% de nuestros monumentos; aún queda un 70% bajo la arena". Si bien el museo abre sus vastas salas al público, los mayores tesoros de Egipto - aparte de los expoliados por las potencias europeas - siguen aguardando bajo sus desiertos: su nueva era arqueológica no ha hecho más que empezar. Es indudable que la puesta en marcha definitiva del Gran Museo Egipcio es uno de los grandes acontecimientos históricos y culturales de nuestro siglo, pero también una evidencia de la sombra de las herencias poscoloniales que aún mitigan el desarrollo museístico y patrimonial de otros países.
viernes, 14 de noviembre de 2025
PROMETHEUS: Una colosal escultura que rivalizara con la Estatua de la Libertad
Si Nueva York tiene su Estatua de la Libertad, San Francisco no quiere quedarse atrás y tiene planeado levantar otra de 137 metros de altura, que rivalice con ella. En efecto, según da cuenta esta semana The Sun, se están elaborando planes para crear una estatua colosal del titán griego Prometeo en la isla de Alcatraz, con el objetivo de transformar el horizonte de San Francisco. Detrás de este increíble plan está el empresario Ross Calvin, fundador de la American Colossus Foundation y director ejecutivo de la empresa minera de bitcoins Parhelion. Según la página web de su fundación, el monumento propuesto sería más alto que la Estatua de la Libertad de 305 pies de altura en el puerto de Nueva York y serviría como un “faro de optimismo”. El enorme monumento estaría hecho de una aleación de níquel y bronce, y costaría la friolera de 450 millones de dólares. Junto a la estatua habría además un museo de tecnología. “La estatua se construirá para elevar el espíritu de los hombres hacia el triunfo y el heroísmo; que el ingenio creativo es heroico y la individualidad es sacrosanta”, dijo la organización. Calvin dijo que su objetivo es presentar representaciones digitales de la estatua, así como una propuesta formal al presidente Donald Trump a principios del próximo año. Según The Art Newspaper, Calvin se inspiró para la estatua durante una visita a San Francisco en el 2018. Dijo que contempló la puesta de sol sobre la bahía y sintió que al horizonte le faltaba un símbolo, como la Estatua de la Libertad, amenazada además por la reciente elección de un musulmán como alcalde de la ciudad. El empresario declaró en el podcast The Stark Truth: “Estaba navegando junto a Alcatraz en la bahía, la miré y pensé: '¡Caramba!, qué cosa más rara tener algo tan insignificante y deprimente en esta isla'” en referencia a una antigua prisión - hoy abandonada - que le da un tétrico aspecto. “Es un lugar perfecto para un símbolo de triunfo y belleza” asevero. En una entrevista con Bloomberg, Calvin reveló por qué quiere que la estatua sea de la figura mitológica griega. Él dijo: “Prometeo es una especie de santo patrón de lo que significa ser estadounidense. “Occidente es el lugar donde surgen las cosas originales, y eso es algo muy raro en la historia de la humanidad, por lo que tenemos que preservar las estructuras sociales que lo hacen posible”. Sin embargo, según la página de la fundación en Geyser, solo un contribuyente ha prometido un total de 5 dólares. Mientras tanto, importantes obstáculos se interponen en el camino de sus increíbles planes. Alcatraz forma parte del Área Recreativa Nacional Golden Gate y está protegida como parque nacional. Según el San Francisco Chronicle, para construir en la isla habría que reclasificarla como monumento nacional. Y es un proceso que requeriría aprobación federal y una extensa evaluación ambiental. Todo esto se produce luego de que Trump dijera públicamente que planea reabrir Alcatraz como una prisión federal de alta seguridad para delincuentes violentos. “Los delincuentes más despiadados y violentos de Estados Unidos” serán alojados en la prisión, cerrada desde hace mucho tiempo, situada a las afueras de San Francisco, California, dijo el presidente. A pesar de todos los obstáculos que se le presenta, habrá que esperar para ver si ese proyecto se convierte en una realidad ...
viernes, 7 de noviembre de 2025
EL ARCO DEL TRIUNFO DE TRUMP: ¿Un legado imperecedero?
Megalómano hasta el infinito, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reveló hace unos días que tiene planes para construir un Arco del Triunfo en Washington D. C. Aunque la versión más conocida de este monumento es la que se encuentra en París, Francia, en realidad existen múltiples arcos en el mundo y todos ellos comparten un significado similar. Fue el pasado 15 de octubre, cuando Trump anunció en una conferencia en la Casa Blanca que este proyecto tendrá el objetivo de conmemorar el aniversario 250 de la Independencia de EE.UU., el cual se celebrará el 4 de julio del 2026, reportó la revista TIME. Como señala su nombre, un Arco del Triunfo es una estructura de gran tamaño con forma de arco y que cuenta con dos o más columnas. National Geographic explicó que este tipo de monumentos comenzaron a construirse en la antigua Roma y suelen celebrar un acontecimiento o a una persona importante en la historia de un país. Por ejemplo, el Arc de Triomphe en París se erigió en “honor” a las guerras de rapiña emprendidas por el bastardo Napoleón en toda Europa, de acuerdo con lo consignado por National Geographic. Como sabéis, uno de los Arcos del Triunfo más importantes de Italia se encuentra en Roma: se llama el Arco de Tito y se construyó para recordar las victorias del emperador del mismo nombre, que conquisto y arraso Jerusalén hasta sus cimientos, el año 70 d.C. Ed O’Keefe, reportero de CBS, le preguntó a Donald Trump durante la conferencia de prensa para quién será el Arco del Triunfo que planea edificar en Washington D. C. “Para mí. Será hermoso”, contestó el presidente. Al respecto, un alto funcionario de la Casa Blanca le aseguró a CNN que la idea y el diseño de este proyecto fueron del propio Donald Trump. “Él ha sido parte del proceso en cada paso del camino”, detalló el oficial. En la presentación, el presidente mostró los modelos del monumento, los cuales se ven como la ilustración que compartió el pasado 10 de octubre en la red social Truth. Dicha pieza fue creada por la firma arquitectónica Harrison Design. La propuesta cuenta con dos columnas, dos esculturas de águilas y una figura alada dorada que se encuentra en la cima del arco. CNN señaló que la estructura es similar a la del Arc de Triomphe en París. Se informó que el arco podría construirse cerca del río Potomac, enfrente del Cementerio Nacional de Arlington. Donald Trump explicó que su objetivo es que el monumento le dé la bienvenida a las personas que llegan a la capital sobre el Puente Arlington Memorial. Esta no sería la primera vez que la ciudad francesa inspira al presidente. Como recordareis, en el 2017, Donald Trump estuvo presente en una procesión del Día de la Bastilla. El evento lo motivó para crear su propio desfile militar, el cual se llevó a cabo el 14 de junio de este año. Ese día fue el aniversario 250 del ejército de Estados Unidos y también el cumpleaños número 79 de Trump. “Cada vez que alguien cruza ese hermoso puente hacia el Monumento a Lincoln, literalmente dicen que algo debería estar allí”, aseguró el presidente. Trump detalló que existen tres posibles tamaños para el Arco del Triunfo y que el más grande es su favorito. De acuerdo con la BBC, durante la conferencia de prensa no se especificó cuándo comenzará la construcción del proyecto ni el presupuesto que le dedicará el gobierno. La única información que compartió Donald Trump al respecto fue que el proyecto ya estaba “completamente financiado” y que parte del dinero vendría del sobrante tras la remodelación del salón de baile que se lleva a cabo actualmente en la Casa Blanca. Desde su retorno a la presidencia en enero pasado, Trump ha impulsado varias iniciativas para marcar su impronta en la capital federal. Entre estas acciones se encuentra la pavimentación del Jardín de Rosas de la Casa Blanca, la redecoración del Despacho Oval con elementos dorados y la construcción de un salón de baile que replica el estilo de su mansión de Mar-a-Lago en Florida. No estaba claro si la Casa Blanca ha presentado la propuesta a la Comisión Nacional de Planificación de la Capital, que tiene la responsabilidad de planificar y ubicar monumentos, memoriales y estatuas en la ciudad. Las oficinas de la comisión han estado cerradas durante el cierre del gobierno. L. Preston Bryant Jr., ex presidente de la comisión, dijo en un correo electrónico que la ley federal requiere que el arco propuesto se someta al proceso de revisión y aprobación de la comisión. Cabe precisar que Trump no es el primero en imaginar un arco en ese lugar. En 1902, los planes del Servicio de Parques Nacionales incluían un arco triunfal que honraría al presidente y general de la Unión Ulysses S. Grant, pero el arco nunca se construyó. El Arlington Memorial Bridge, abierto al tráfico en 1932, es la entrada ceremonial a Washington, D.C. Su diseño es neoclásico, el estilo arquitectónico favorito de Trump, y características como esculturas de águilas, bisontes y hojas de roble tenían la intención de invocar la fuerza y la unidad nacional, según el Servicio de Parques Nacionales. Como era de esperar, sus críticos han rechazado esa idea y un afiebrado senador demócrata -envalentonado por la polémica victoria de un musulmán en la alcaldía de New York - ha asegurado “que derribaran esa abominación si vuelven al poder”. No cabe duda alguna que Trump seguirá adelante en sus planes con el fin de perennizar su memoria en la capital del país y que mejor que este arco triunfal en su honor. Esperemos verlo pronto.... y que perdure en el tiempo.
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