Siglos antes de que algunos objetos recibieran el nombre de arte para distinguirlos y separarlos de otros más cuyas características no generaban en el espectador un efecto sensible-afectivo similar o simplemente eran destinados a un uso diferente, el hombre acostumbraba comerciar con ellos por necesidad o por gusto. Así, el hombre empezó a conferir determinado valor a algunos objetos por su color, por su forma, por sus materiales o su técnica de elaboración, y sobre todo por su carga simbólica, al considerarlos puntos de cristalización de determinado sentir, entender, transmitir y comunicar. Resulta difícil afirmarlo, es muy probable que milenios después se ha venido llamando arte en determinado contexto europeo. En nuestros tiempos lo sagrado ha perdido su fuerza original, sobre todo en algunos ámbitos culturales, pero estos objetos considerados arte siguen siendo objetos de robo, saqueo, falsificación, destrucción, disputa, inversión y admiración o contemplación inigualable.El aura del arte no se ha marchitado con los siglos independientemente de todo lo que los propios artistas hayan intentado en su nombre o en su contra porque la lógica global del mundo de hoy en el que se ha venido posicionando el arte le ha permitido y le sigue permitiendo asimilar el impacto de cualquier propuesta-protesta para reintegrarla dentro de su mecanismo general. Por eso no llama la atención lo sucedido este miércoles en New York , donde “El Grito” de Munich -al precio de $119.9 millones- se convirtió en la obra mas cara jamás subastada en la historia del arte y adquirido según se dice por un jeque árabe, quien de seguro se lo llevará a Dubai. Pero no es el único cuadro valorado por encima de los US$ 50 millones. Es por ello que en esta oportunidad hemos elaborado una lista en la que el precio del arte sigue posicionándose como uno de los más altos, siendo así este mercado uno de los más millonarios actualmente. En dicha lista figuran “Número 5”, de Jackson Pollock, que comprada por un coleccionista privado al magnate David Geffen al precio de US$ 144 millones. “Retrato de Adele Bloch-Bauer I”, de Gustav Klimt, le costó US$ 139 millones a Ronald Lauder, heredero del imperio de cosméticos quien lo compró directamente a los descendientes del artista.Por su parte “Garçon á la Pipe” de Picasso fue adquirido por US$ 106 millones. Asimismo, el coleccionista nipón Ryoei Saito pagó US$ 85 millones por el “Retrato del Doctor Gachet” de Van Gogh. Finalmente, “Le Bassin Aux Nympheas”, de Claude Monet, fue adquirido por aproximadamente US$ 85 millones también. Así, estas obras adquiridas suman casi mil millones de dólares hasta hoy. Por lo que se ve, el millonario mercado del arte no parece sufrir por la crisis y todo parece indicar que esta tendencia se acrecentará.
