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viernes, 11 de febrero de 2022

EL DESTINO DE LOS PALACIOS DE SADDAM HUSSEIN: Reflejo de un Irak desgarrado

Las iniciales "S.H." aún se pueden leer en algunas paredes y molduras. Pero la mayoría de decenas de palacios construidos por el presidente iraquí, Saddam Hussein, por todo el país están en ruinas o fueron convertidos en bases militares. Solo algunos se rehabilitaron. Derrocado en el 2003 tras la invasión militar estadounidense y asesinado en 2006, Saddam Hussein hizo construir una serie de suntuosos palacios y monumentos en su honor desafiando ostentosamente el embargo occidental de los años 90. En efecto, más de un centenar de mansiones, residencias y palacios presidenciales desperdigados por todo Irak muestran su megalomanía y sus delirios de grandeza. A algunos de ellos, Saddam Hussein fue como mucho una o dos veces. Como si se tratara de un emperador de Mesopotamia, su perfil grabado en bajorrelieve, al lado de Nabucodonosor II, aún es visible en el gran Palacio de Babilonia. "Podríamos transformar los palacios en museos, al menos el de Bagdad: un museo de tapicería, por ejemplo, o sobre la familia real o el arte islámico", dice Laith Majid Hussein,
director del Consejo iraquí de Antigüedades y Patrimonio. Pero admite que rehabilitar estos gigantescos palacios requeriría millones. Tras la invasión estadounidense en el 2003, la mayoría de estos palacios fueron saqueados, algunos sirvieron como bases militares de las tropas extranjeras y casi todos terminaron muy dañados, un reflejo de la violencia que ha sacudido Irak en los últimos años. Hoy en día, los palacios rehabilitados son la excepción. Otros están en ruinas o han sido tomados por grupos terroristas. "La burocracia y la corrupción también dificultan la restauración de estos palacios para convertirlos en lugares turísticos o en patrimonio" del país, indicó. Por ejemplo, en Bagdad tres palacios construidos por Saddam Hussein albergan actualmente la sede de la presidencia y el despacho del primer ministro. Asimismo, el suntuoso complejo Al Faw, usado algún tiempo como base militar estadounidense, es desde el 2021 sede de una universidad estadounidense. El lugar posee impresionantes zonas verdes y un lago artificial y también tiene auditorios y una zona de comedor en un suntuoso edificio de piedra y mármol. El director de ese centro de estudios, Michael Mulnix, no esconde su orgullo al ver "este hermoso palacio convertido en una institución de enseñanza superior.
El palacio principal sobrevivió más o menos intacto, dijo, pero "todos los otros edificios aledaños fueron destruidos", explica. "Las ventanas estaban rotas, había pájaros volando dentro, había hasta serpientes.Tuvimos que hacer muchas renovaciones", recuerda el responsable señalando las iniciales de Saddam Hussein, escritas en caligrafía árabe, en uno de los techos. De otro lado, en Basora al sur del país - subsisten tres palacios. Dos de ellos fueron usados por el Hashd al Shaabi, grupo paramilitar proiraní actualmente integrado en las fuerzas de seguridad iraquíes. El tercero se convirtió en el 2016 en un prestigioso museo de antigüedades. "Hemos logrado transformar este palacio en un símbolo de cultura", comentó Qahtan al-Obeid, responsable de antigüedades y patrimonio en la ciudad. Basora es la única provincia iraquí que ha "transformado un palacio en edificio patrimonial", según este experto, subrayando que Irak tiene un total de 166 residencias y mansiones de la era Saddam. "Los gobiernos iraquíes, tras la invasión estadounidense no han construido nada, debido a su incapacidad manifiesta no han podido llegar al nivel de lo erigido por Saddam", afirma, nostálgico, un arquitecto de aquella época pasada que ve con trizteza el estado actual de la mayoria de aquellos
suntuosos edificios y monumentos que fueron a no dudarlo, el orgullo de la nación. Laith Majid Hussein afirma también que en la provincia de Babilonia, las autoridades piensan convertir en museo el gran Palacio situado cerca de las famosas ruinas de la ciudad declaradas como Patrimonio Mundial de la UNESCO.Luego de años de abandono, el imponente edificio, situado en una colina artificial que si bien ahora tiene sus muros cubiertos de grafitis y pintadas y los adornos en techos y paredes están muy dañados, su reconstrucción es posible y puede recuperar en breve su gloria del pasado. "Cuando llegamos en el 2007, el sitio estaba en condiciones deplorables. Las autoridades decidieron hacer un centro recreativo para los habitantes", explica su director, Abdel Satar Naji. Las imágenes de estos palacios son aún más impresionantes en Tikrit, ciudad natal de Saddam Hussein, al norte de Bagdad. A orillas del Tigris hay unas 30 mansiones y residencias en ruinas. “Reconstruirlas es decisión de quienes hoy gobiernan el país porque al fin y al cabo son patrimonio del Estado. Y deben ser recuperados porque pertenecen a todos los iraquíes” indicó. Y no le falta razón.
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