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viernes, 9 de diciembre de 2022

DEL PAGANISMO AL CRISTIANISMO: Curiosidades históricas del árbol de Navidad

Tradicionalmente, el 8 de diciembre - Día de la Inmaculada Concepción de María- es el día que armamos en nuestras casas el árbol de Navidad. Pero, ¿cuál es el verdadero significado de las tradiciones que rodean esta fecha? En la antigüedad, los germanos estaban convencidos de que tanto la Tierra como los astros pendían de un árbol gigantesco, el Divino Idrasil o Árbol del Universo, cuyas raíces estaban en el infierno y su copa, en el cielo. Para celebrar el solsticio de invierno, que se da en esta época en el Hemisferio Norte, decoraban un roble con antorchas y bailaban a su alrededor. Los escandinavos - aún en la Edad Media - seguían practicando el culto de tradición pagana a los árboles, muy especialmente al roble. Una vez al año, durante el solsticio de invierno, se reunían a su alrededor, pidiendo protección para ellos, sus familias, ganados y cosechas. En las culturas nórdicas, el árbol era considerado un simbolismo del universo: en la parte de arriba estaban el Valhalla, que era el palacio de Odín - dios de la mitología nórdica - y Asgard, un refugio de los dioses. Por último, en las raíces, se encontraba Helheim, el reino de los muertos. Cuenta la tradición que alrededor del año 740, con la llegada del cristianismo a esas tierras, San Bonifacio - el evangelizador de Alemania e Inglaterra - derribó ese roble que representaba a Odín y lo reemplazó por un abeto, símbolo del amor eterno de Dios, por sus hojas siempre verdes. Este árbol fue adornado con manzanas (que para los cristianos representan las tentaciones) y velas (que simbolizaban la luz del mundo y la gracia divina). Al ser una especie perenne, el pino es el símbolo de la vida eterna. Además, su forma de triángulo representa a la Santísima Trinidad. Los pueblos evangelizados tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo: se adornaban con velas que representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo y con manzanas, que simbolizaban el pecado original y las tentaciones. Con el paso del tiempo, las velas se cambiaron por luces y las manzanas por esferas u otros adornos. Las esferas simbolizan los dones de Dios a los hombres y las luces significan la luz de Cristom en tanto que la Estrella de Belén, que habría guiado a los Reyes Magos, simboliza la fe que debe guiar a los cristianos. En la Edad Media, esta costumbre se expandió en todo el viejo mundo y, luego de su descubrimiento en el siglo XVI, llegó a América. El primer árbol de Navidad - decorado tal como lo conocemos en la actualidad, según se afirma por Martin Lutero - se vio en Alemania en 1605 y se utilizó para ambientar la festividad en una época de extremo frío. A partir de ese momento, comenzó su difusión en el continente, llegando a Inglaterra por primera vez en 1841, de la mano del Príncipe Alberto, el esposo de la Reina Victoria. Luego se agregó la tradición de colocar regalos para los niños bajo el árbol, enviados por San Nicolás o Santa Claus. Por cierro, dos ciudades bálticas se disputan el mérito de haber erigido el primer árbol en una plaza pública: Tallin (Estonia) en 1441 y Riga (Letonia) en 1510. Unos comerciantes locales instalaron un abeto en la plaza del mercado de Riga, lo decoraron con rosas artificiales, bailaron a su alrededor y finalmente le prendieron fuego. Hoy se iluminan en la plaza de la Ciudad Vieja, donde la ceremonia de encendido atrae cada año a miles de personas. Hoy en día, el árbol de Navidad se ha transformado en una costumbre en la gran mayoría de países del mundo, pese a que la población no sea cristiana o católica, como es el caso de países como China o Japón, convertido un sñimbolo universal de la tradición y la unión familiar .
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