SONIDOS DEL MUNDO

viernes, 28 de junio de 2024

COLONIZACIÓN Y GENOCIDIO: De cómo los estadounidenses exterminaron a los indios de Norteamérica

La leyenda negra de España es eso, solo una leyenda. Los anglosajones la han creado fruto de su frustración por no poder vencer a España a lo largo de toda la época moderna y de una extraña mezcla de miedo, admiración y envidia. Si alguien tiene un pasado negro estos son, sin lugar a dudas, los hijos de las islas británicas. Desde la India hasta los Estados Unidos, pasando por Australia, Canadá, Nueva Zelanda o Sudáfrica, allí donde han estado han dejado un triste recuerdo de su paso. Resulta sorprendente por ello que el discapacitado físico y mental de Joe Biden, descendiente directo de los exterminadores de los pueblos indios norteamericanos, se erija en juez y verdugo de la herencia española en América olvidando que las manos de sus antepasados son las que están manchadas de sangre. ¡Cuántas veces hemos visto en los westerns clásicos de factura hollywoodiense que ¡EL ÚNICO INDIO BUENO ERA EL INDIO MUERTO! El genocidio de los indios norteamericanos es la masacre más sostenida y cruel de la que se tiene noticia. Cuando los ingleses, ahora estadounidenses, comenzaron la conquista de América del norte la población nativa norteamericana se estimaba en torno a los 12 millones de personas. En 1900, Estados Unidos cerró sus fronteras como consecuencia de las guerras indias, y ahora solo quedaban entre 300.000 y 250.000 indios norteamericanos. Las balas y las enfermedades fueron exterminando a los indios norteamericanos a lo largo de siglo y medio. Estas guerras, asesinatos en masa, deportaciones y todo tipo de violencias venían justificadas por el deseo de los blancos de llevar la ‘civilización’ al interior de los Estados Unidos, conseguir nuevas tierras para el cultivo y el ganado o apoderarse de las tierras de caza de las naciones indias para poder obtener oro. Como sabéis, California, formando parte del virreinato de Nueva España, perteneció a la monarquía hispánica hasta 1821, para pasar a ser parte de Méjico, luego de la república de Tejas para, finalmente, en 1845, “integrarse” a sangre y fuego en los Estados Unidos. Con la llegada de los norteamericanos la población india pasó de 150.000 a solo 15.000 en cincuenta años. En 1848 se descubrió oro en California. Los hombres blancos se lanzaron a violentar la “frontera india permanente”. Para justificar esta invasión, los políticos de Washington inventaron The Manifest Destiny (El Destino Manifiesto): “El hombre blanco tenía el mandato de conquistar América”. Era la raza dominante por lo que eran dueños de los indios, de sus tierras, bosques, árboles y riquezas mineras. Solo los habitantes de Nueva Inglaterra, - que ya había exterminado o expulsado a los indios de sus tierras - se pusieron en contra de esa aberración. Vencidos por las armas de fuego del Ejército de los Estados Unidos y de los colonos luego de ser masacrados, los escasos sobrevivientes fueron deportados lejos de sus tierras. En el éxodo forzado de los cherokees a la actual Oklahoma 4.000 murieron de frio, hambre, y todo tipo de penalidades en lo que ha pasado a la historia como el Camino de las Lágrimas. En el lejano oeste se pagaba 50 libras por una cabellera de indio, 25 por el de una mujer y 20 si era de un niño. La Indian Removal Act de 1830 forzó la deportación de cinco grandes tribus; Cherokee, Chickasaw, Choctaw, Creek y los seminolas. A nadie le importó hasta que a los cines llegó Danza con lobos. A los indios americanos se les prohibieron sus religiones estando en vigor los reglamentos “civilizadores” hasta 1936. En 1924 se les concedió la nacionalidad norteamericana como ‘recompensa’ a su forzada participación en combate en la Primera Guerra Mundial. En los manuales escolares de los Estados Unidos hoy se relata “la epopeya de una nación virtuosa, con un pasado del que enorgullecerse y con un futuro envidiable que luchó para librar a los esclavos negros y se opuso a la guerra del Vietnam”. Todo esto es mentira. Mientras en los Estados Unidos solo queda algo menos del 1% de población indígena y en Canadá el 4%, en los países colonizados por España, los indios son el 96% en Honduras, el 88% en Bolivia, el 85% en Méjico y Perú, en tanto que en Nicaragua y Guatemala es del 82%. ¿Dónde se cometió en realidad el genocidio? Así y todo, es habitual en esos países condenar la colonización española ya que hace olvidar sus propios pecados y ocultar sus crímenes cometidos contra los indios, cuyos antepasados una vez fueron dueños de esas tierras arrebatadas a la fuerza por el hombre blanco, y que ahora no poseen nada. En la actualidad, despreciados y vistos como subhumanos, algo más de 1 millón de indígenas siguen viviendo en reservas, rodeados por 330 millones de estadounidenses, a quienes no les importa su destino. ¿Esa es la tierra de la ‘libertad’ que tanto pregonan hipócritamente?

viernes, 21 de junio de 2024

LOS SASÁNIDAS: Implacables enemigos de Occidente

El Imperio sasánida (224-651 d.C.), también denominado sasánido, fue el último imperio persa antes del período islámico. Fue establecido en el 224 d.C. por Ardacher I, hijo de Papak quien era descendiente de Sasán. El imperio duró hasta el 651 d.C. cuando fue derrocado por el Califato árabe Rashidun. Está considerado por el pueblo iraní como una cumbre de su civilización porque, tras la caída del Imperio aqueménida (en torno a 550-330 a.C.) a manos de Alejandro Magno en el 330 a.C., la cultura persa se mantuvo a través del Imperio parto (247 a.C.- 224 d.C.) y alcanzó su máximo esplendor en el período sasánida. No volvería a existir un estado que se sintiese verdaderamente "persa" luego de su caída. Como sabéis, en 323 d.C., tras la muerte de Alejandro, el territorio persa cayó en manos de Seleuco I Nicátor (que reinó de 305-281 a.C.), tras las guerras de los Diádocos (los generales de Alejandro) estableciendo un estado helenístico conocido como el Imperio seléucida (312-63 a.C.), principalmente en lo que hoy se conoce como Irán, aunque en su auge se extendía desde la actual Turquía hasta el actual Pakistán. Los seléucidas, mantuvieron su identidad grecomacedonia y, por lo tanto, sus súbditos no los veían como gobernantes nativos, sino como potencia ocupante. Para el 155 a.C., los partos habían conquistado todos los territorios persas del Imperio seléucida. Los partos eran un grupo iraní nororiental que, si bien eran ciertamente alentadores para sus súbditos persas, seguían teniendo una influencia enorme de la cultura helenística. En el mundo europeo se conocen principalmente como antagonistas del Imperio romano, la cultura parta se suele descuidar en los libros de historia. Los partos a su vez sucumbieron frente a Ardacher I, quien era un persa proveniente de la provincia de Fars (originalmente conocida como Pars, de donde proviene la palabra Persa) de donde provenían los aqueménidas. Instaló su dinastía bajo el nombre de familia de su ancestro Sasán. Los sasánidas luego comenzaron un proceso que restablecería los valores de la cultura persa. Aunque ciertamente aún helenizados, los sasánidas comenzaron un proceso de "iranización" a diferencia de los partos antes que ellos: el zoroastrismo se convirtió en uno de los cimientos del imperio. No obstante, las minorías religiosas como los cristianos, maniqueos y otras creencias del pueblo persa eran toleradas. Incluso algunos reyes sasánidas incluso se casaron con mujeres cristianas. Durante 400 años, el Imperio sasánida fue la mayor potencia en Oriente Próximo como rival del Imperio romano. No solo eso, sino que también mantuvo relaciones con la dinastía Tang de China y numerosos reinos hindúes, donde sus productos y su cultura eran muy apreciados. La familia sasánida tiene varios orígenes posibles relacionados a la genealogía de la dinastía del fundador, Ardacher I, quien nació en 180 d.C. Estos orígenes lo vinculan ya sea a los aqueménidas o los kayanianos, ambos de vital importancia para la identidad persa. Los primeros son una dinastía y un imperio histórico, mientras que los segundos son una dinastía mitológica de reyes estrechamente relacionados al zoroastrismo y la tradición mitológica persa. Ardacher I, (180-240 d.C., que reinó de 224-240 d.C.) dio especial importancia a tres aspectos: la centralización del poder, la instauración del zoroastrismo como religión oficial y prestar atención a la rivalidad persa con Roma. Todo esto supuso grandes reformas. La centralización fue una tarea especialmente enorme ya que los partos habían mantenido una alianza federativa de reinos pequeños. El zoroastrismo, aunque siempre había estado presente, a partir de ahora se vincularía a la organización del imperio y devino en vital importancia para la administración gubernamental persa, especialmente porque la legitimidad del sistema establecido por los sasánidas se basaba en su linaje divino. Las guerras con Roma, en principio, parecieron estancarse, convirtiéndose un juego de tira y afloja entre ambos imperios principalmente en Mesopotamia y Armenia. Ya en el trono con su hijo, Sapor I, sería tarea de este último terminar la guerra. Sapor I, (215-270 d.C., que reinó de 240-270 d.C.) fue un rey primordialmente especial por su habilidad para reafirmar el poder real sasándia en Persia y por sus hazañas militares contra Roma. Aunque durante la mayor parte de la historia del Imperio sasánida habría un tira y afloja en Mesopotamia y Armenia, Filipo el Árabe (emperador romano que reinó de 244-249 d.C.) claudicó frente a Sapor I para asegurar su poder sobre Roma mediante la firma de un tratado que le entregaría Armenia a Persia. El rey persa, observando la debilidad del Imperio romano, continuó con sus ataques y asestó un golpe especialmente doloroso a la moral romana al capturar al emperador Valeriano y convertirlo en esclavo. La información proporcionada por el Šahrestānīhā ī Ērānšahr ("Capitales provinciales de Irán") identifica a Sapor como un prolífico arquitecto de ciudades, que parece haber sido el inicio de la política sasánida de urbanización identificado por Touraj Daryaee en Persia Sasánida: El auge y caída de un imperio (Sasanian Persia: The Rise and Fall of an Empire, 2009); Sapor II, (que reinó de 309-379 d.C.) se dice que fue coronado como rey en el vientre de su madre, sin embargo, esta leyenda proviene que fuera elegido rey prontamente tras su nacimiento. Su padre fue asesinado y los nobles que se tomaron el poder decidieron coronar al recién nacido, a quien esperaban moldear antes que confiar la corona a uno de sus hermanos mayores. Sapor II demostró ser un líder enérgico e imaginativo, llevando el imperio a su mayor esplendor hasta la fecha, transcribiendo las escrituras del zoroastrismo y expandiendo sus territorios al aprovechar la debilidad del Imperio romano; Cosroes I (en torno a 501-579 d.C.) es el más importante y famoso de los reyes sasánidas. Exitoso en sus labores administrativas y militares, Cosroes se convertiría en el ideal del monarca persa. También destacaría prominentemente en su literatura. Sus reformas fueron probablemente lo que continuó sosteniendo al Imperio sasánida por los siguientes 100 años. Sus reformas fiscales fortalecieron la corte al eliminar los privilegios especiales de las Grandezas o Bozorgan que gobernaban sobre sus territorios y que podían cobrar impuestos a su pueblo pero no a sí mismos. Al reformar este sistema, el estado fue capaz de proporcionar un impuesto fijo que permitiría predecir la cantidad de ingresos recibidos. El experto Touraj Daryaee cree que muchas de estas reformas habían sido proyectos de su padre Kavad I (que reinó de 488-496, 498-531 d.C.), quien alentó durante su reinado la aparición del Mazdakismo (un culto que favorecía a las clases populares) y revueltas masivas para debilitar a los nobles. La maquinaria de guerra persa y el ejército también vivieron reformas enormes, principalmente dirigidas a las varias fronteras del imperio. El Imperio sasánida tenía a los romanos al oeste, a los hunos al este y a los árabes al sur, y todos ello requería de un ejército capaz de reaccionar rápidamente. Por lo tanto el imperio estaba dividido en cuatro regiones, cada una controlada por un general. Igual que con el resto de reyes sasánidas, las guerras con Roma continuaron en un tira y afloja interminable, mayoritariamente favorable a los sasánidas debido a que los romanos, y luego los bizantinos, estarían ocupados con las invasiones germánicas. Probablemente el logro más importante de Cosroes fue la búsqueda de conocimiento y la atención especial prestada a la Academia de Gundeshapur. Esta academia fue uno de los centros de enseñanza más importantes en la historia mundial ya que buscaba textos de todos los países vecinos, ya fueran filósofos griegos, textos religiosos persas u obras indias, no solo traduciéndolos al persa medio sino también al griego y otros idiomas, un conocimiento académico que heredarían los musulmanes y, posteriormente, la cultura europea; El último rey sasánida, Yazdgerd III (624-651 d.C., que reinó de 632 a 651 d.C.) ascendió al trono cuando sólo contaba con ocho años. Debido a la situación caótica del imperio, el rey no fue coronado en la capital sino en la provincia de Persis, el hogar original de la dinastía sasánida. Gobernó durante la época de la invasión musulmana del Imperio sasánida y tuvo que mudarse de provincia en provincia para obtener recursos y poder combatir a los invasores. De 629 a 630 d.C. el Imperio sasánida sufrió las pérdidas de Yemén, Omán y Bahrain. Al poco tiempo, en 633 d.C., el estado cliente sasánida de Hira también fue tomado y, de esta manera, se eliminó un estado tapón entre los persas y los árabes. En 633 d.C., el ejército sasánida fue derrotado por el ejército musulmán en la batalla de D'at al-Salasel. Más derrotas seguirían y, para el 634 d.C., Sawad (el nombre que se usaba en la etapa temprana islámica para el sur de Irak) terminó bajo control musulmán. En 636 d.C., en la batalla de Madār, las fuerzas sasánidas perdieron completamente el sur de Mesopotamia frente al ejército árabe. Finalmente, en 637 d.C., en la batalla de al-Qadisiyyah el general persa Rostam ī Farroxzad y la mayoría de su ejército perecieron. El rey huyó de la capital y se mudó hacia Ray, pero prontamente, en 640 d.C., los árabes lograron apoderarse del corazón de Irán y el rey no tuvo más opción que trasladarse más hacia el este. Luego de que las serias revueltas de las provincias orientales de Sēstān y Kermān también resultasen en derrotas, el gobernante (Marzbān) de Merv se negó a ayudar al rey fugitivo. Se cree que Yazdgerd III fue asesinado en su huida cerca de Merv en 651 d.C. Sus incesantes guerras contra Roma y Bizancio a lo largo de los años lo debilitaron profundamente por lo que fue impotente para hacer frente a los musulmanes que acabarían con ellos, El Imperio sasánida acabó bajo el dominio de los árabes, pero el legado cultural persa continuó como una constante influencia en el emergente mundo musulmán.

viernes, 14 de junio de 2024

EL EVANGELIO DE TOMAS: Descifrado el manuscrito apócrifo más antiguo sobre la infancia de Jesús

Durante décadas, un fragmento de papiro con el número de inventario P.Hamb.Graec.1011 que custodia la Biblioteca Estatal y Universitaria de Hamburgo Carl von Ossietzky había quedado en el olvido. Ahora, el experto en manuscritos Lajos Berkes, junto al profesor Gabriel Nochhi, han identificado el fragmento como la copia más antigua conocida del Evangelio de Tomás sobre la infancia de Jesús, según ha informado el Instituto de Cristianismo y Antigüedades de la Universidad Humboldt de Berlín. Este hallazgo es de una gran relevancia para la investigación, ya que hasta el momento se creía que la versión más antigua del Evangelio de Tomás era un códice del siglo XI. Este evangelio, que narra la infancia de Jesús, es parte de los textos apócrifos, no incluidos en la Biblia, pero muy populares y ampliamente difundidos en la antigüedad y la Edad Media, reflejando a un niño Jesús travieso, en ocasiones rebelde. Un niño, en definitiva. Solo que hacía milagros. “El fragmento recién descifrado es de un interés extraordinario para la investigación”, dijo Lajos Berkes, investigador en la Facultad de Teología de la Universidad Humboldt. “Por un lado, porque hemos podido datarlo entre los siglos IV y V, convirtiéndolo en la copia más antigua conocida. Por otro lado, porque hemos obtenido nuevas perspectivas sobre la transmisión del texto”. “Nuestros hallazgos sobre esta copia griega tardía del trabajo confirman la evaluación actual de que el Evangelio de la Infancia de Tomás fue originalmente escrito en griego”, añade Gabriel Nocchi Macedo de la Universidad de Lieja. Durante años, el manuscrito de aproximadamente once por cinco centímetros, había permanecido desapercibido porque se pensaba que su contenido era insignificante. Pero tras analizar los restos de trece líneas en letras griegas con alrededor de diez letras por línea, se dieron cuenta del auténtico valor del fragmento: “Se creía que se trataba de un documento cotidiano, como una carta privada o una lista de compras, debido a la torpe escritura”, comenta Berkes. “Lo primero que notamos fue la palabra Jesús en el texto. Luego, mediante la comparación con numerosos otros papiros digitalizados, desciframos letra por letra y rápidamente nos dimos cuenta de que no podía ser un documento cotidiano” expresó. Los expertos consideran que realizar una copia del Evangelio pudo haber sido una práctica de escritura en una escuela o monasterio, a juzgar por la escritura no experimentada con líneas irregulares. De las pocas palabras en el fragmento, se deduce que el texto describe el inicio de la “revitalización de los gorriones”, un episodio de la infancia de Jesús considerado como el “segundo milagro” en el Evangelio apócrifo de Tomás. El relato habla de cómo Jesús -que contaría con cinco años de edad- juega en el vado de un río y moldea con arcilla blanda doce gorriones. Cuando su padre José lo reprende por hacer tales cosas en el sagrado Sabbath, Jesús da una palmada, y los pajarillos salen volando. Atribuido este Evangelio a “Tomás, el israelita”, es poco probable que Tomás el Apóstol, quien aparece en la Biblia, haya estado relacionado con el escrito, aunque algunos estudiosos creen que fue un gentil. Quien quiera que sea el autor, no demuestra mucho conocimiento de la vida judía aparte de lo que puede aprender del Evangelio de Lucas, al cual aparentemente hace referencia en el capítulo 19. Los estudiosos no se ponen de acuerdo en el lenguaje original del Evangelio de Tomás, que puede ser griego o sirio, basándose en el hallazgo o falta de malas traducciones del vocabulario griego o sirio. El texto describe la vida del niño Jesús, usando eventos sobrenaturales. Se dice que trata de enseñarle al maestro, quien sospecha de sus orígenes sobrenaturales. También se relata que Jesús resucita a un amigo que muere al caer de un tejado, y sana a otro cuyo pie había sido cortado con un hacha. Luego de varias demostraciones de habilidades sobrenaturales, nuevos maestros tratan de enseñar a Jesús, pero él procede a explicarles la Ley. Hay otro grupo de milagros en los que Jesús sana a un niño que había sido mordido por una serpiente, y otros dos que mueren de causas diferentes. Finalmente, el texto recuenta el episodio en Lucas en que Jesús, ya de 12 años, enseña en el templo. Por cierto ¿Por qué la Biblia no dice mucho sobre la infancia de Jesús? Tanto Mateo como Lucas hablan sobre el nacimiento y la infancia de Jesús, pero comparten poco sobre otros detalles de su vida de niño. Lucas 2:52 resume Su vida en los primeros años afirmando: "Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres". Pero la Biblia no dice nada sobre la vida de Jesús luego de los doce años en Nazaret hasta la edad de treinta o principios de los treinta cuando comenzó Su ministerio público. Ello dio origen a la aparición de diversos relatos sobre “los años perdidos de Jesús” como el Evangelio de Tomás, que podrían catalogarse como no históricos. Hay que tener en cuenta además que la Palabra de Dios nunca pretendió revelar todos los detalles, incluidos los relativos a los primeros años de la vida de Jesús. Deuteronomio 29:29 enseña: "Las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley". El Señor sólo ha decidido revelarnos hoy parte de la información sobre la vida de Cristo. Lo que ha sido revelado es importante estudiarlo y aplicarlo. Lo que no ha sido revelado lo es por razones que Dios ha querido no comunicar en este momento. Tenemos la suerte de contar con cuatro evangelios completos con los principales aspectos de los primeros años de la vida de Cristo, así como las enseñanzas cruciales de Jesús y la información sobre su muerte y resurrección.

viernes, 7 de junio de 2024

LA TRADICIÓN DEL BUDA GIGANTE EN TAILANDIA: Un legado imperecedero

Como sabéis, cada estatua de un Buda gigante es una atracción turística de primer orden en Tailandia y se las pueden encontrar a lo largo de todo el país. Estas monumentales esculturas son testimonio de la omnipresencia del budismo desde hace siglos. Pero ¿por qué hacer una estatua de un Buda gigante? No todas las religiones pueden crear representaciones de lo divino. La razón profunda de la prohibición de crear imágenes se basa en la creencia compartida de que solo lo divino es creador: lo que se conoce como aniconismo, la creencia de rechazar imágenes de seres divinos, profetas u otras figuras religiosas respetadas, o en diferentes manifestaciones. Y es que al ser lo divino el único creador o pintor, recrearlo es una forma de blasfemia. La cultura helenística no contaba con esta limitación y su desarrollo de la escultura nos ha maravillado desde entonces, como también fascinó a los primeros budistas: se cree que la imagen de Buda surgió en dos importantes centros de arte indio durante el período Kushana. Uno de estos centros se encontraba en la región de Gandhara, que abarca partes del noroeste de la India, Pakistán y Afganistán. Las imágenes de esta región tienen un estilo que se asemeja a la escultura helenística, y se cree que los artistas de la zona fueron influenciados por la presencia de colonias helenísticas y el intercambio cultural que tuvo lugar allí tras ser conquistados esas regiones por Alejandro Magno. Debido a que Buda no es simplemente un nombre sino también un título, las esculturas de un Buda gigante pretenden simbolizar el proceso mediante el cual uno puede obtener una comprensión completa y profunda de la vida con toda la fuerza de la monumentalidad, conseguido mediante un esfuerzo social colectivo. Por ello, las estatuas y las imágenes de Buda no solo son representaciones físicas de su apariencia, sino que también son símbolos de las enseñanzas, la buena suerte, la paz interior y la fuerza motivadora que cada ser humano debe tener.
Cabe precisar que las estatuas gigantes de Buda se han erigido en Tailandia durante siglos. En general, las estatuas son representaciones de Gautama Buda, el fundador del budismo, y suelen estar hechas de bronce, piedra o mármol. Muchas de ellas se encuentran en templos budistas y son consideradas objetos sagrados por los tailandeses, entre las cuales podemos destacar las siguientes: 1.- El Gran Buda de Tailandia. Ubicada en el monasterio de Wat Muang, con 92 metros de altura, es el más alto de Tailandia y el noveno Buda gigante más grande del mundo. El Gran Buda de Tailandia, también conocido como El Gran Buda, Phra Buddha Maha Nawamin y Mahaminh Sakayamunee Visejchaicharn, es una estatua impresionante ubicada en el templo Wat Muang en la provincia de Ang Thong y fue completada en el 2008 luego de 18 años de construcción. La estatua está pintada de oro y hecha de hormigón, y está en la postura sentada llamada actitud Maravijaya. Fue construida en honor al Rey Bhumibol de Tailandia, utilizando el dinero donado por fieles budistas, siguiendo un sistema de donaciones parecido al de la Sagrada Família de Barcelona. El presupuesto para la estatua fue de aproximadamente 104.200.000 baht, casi 3 millones de euros. Además de la Gran Estatua de Buda, hay otras esculturas que representan a dioses, reyes de Tailandia y eventos de la Guerra Siamo-Birmania. También hay un parque alrededor de la estatua donde crecen flores de loto. Laa estatua es una gran atracción turística y un testimonio de la devoción de los tailandeses por Buda y sus enseñanzas; 2.- Phra Phutta Ming Mongkol Eknakakiri. Con 45 metros de altura, es la tercera estatua más alta de Tailandia, ubicada en la colina más alta de Phuket. También conocido como el Buda gigante de Hat Yai, es una impresionante estatua sentada de Buda Maravija. En el año 2002 se inició su construcción con la colocación de la primera piedra por el general Phijit Kulawanich, el 22 de mayo de ese mismo año. Conocido oficialmente como ‘Phraphutthamingmongkhol-akenagakhiri Buddha’, su nombre significa “Felicidad en la cima de la montaña Nakerd”. La estatua está ubicada en una colina, a la que se puede acceder mediante una escalera con 306 escalones. En la base de la estatua hay una sala de meditación y una galería con murales que representan la vida de Buda. Este Buda gigante es considerado una de las imágenes de Buda más sagradas de Tailandia, y muchos creen que hacer una ofrenda allí puede traer buena suerte y fortuna. En el 2011, la estatua sufrió daños menores debido a un terremoto, pero fue reparada y reabierta posteriormente al público; 3.- Luang Pho Tho.
Con 19 metros de altura, y datada en 1334 d.C, es una de las más antiguas del país. Se considera a esta estatua el guardián de los marineros. Esta impresionante estatua se conserva dentro del templo Templo Phanan Choeng, y mide 19 metros de altura. Se dice que ha estado allí desde 1334, aunque ha sido restaurada en varias ocasiones.La estatua está hecha de ladrillos cubiertos de estuco y pintados con hoja de oro y durante siglos, ha sido un importante lugar de peregrinación para los budistas tailandeses. Por cierto, el Buda gigante de Phanan Choeng es una de las muchas atracciones turísticas que ofrece la histórica ciudad de Ayutthaya, que fue la capital del antiguo reino de Siam y hoy es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO; 4.- Wat Phra That Doi Kham. Se cree que es el más antiguo, construido en el año 687 d.C., pero que sea más antiguo no lo hace más pequeño, como demuestran sus 17 metros de altura. La estatua del Buda gigante de Wat Phra That Doi Kham es una impresionante estructura que se eleva a 17 metros de altura. Está construida de cemento y oro y se encuentra en la cima de una colina en Chiang Mai. Aunque la estatua data del siglo VII, fue restaurada en el siglo XVI. La colina ofrece vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores, lo que la convierte en un lugar popular para hacer senderismo. Asimismo, los alrededores de la estatua están llenos de tiendas de divertidos souvenirs donde los visitantes pueden comprar recuerdos y artesanías locales; 5.- El Buda reclinado de Wat Pho. La estatua, de 46 metros de largo y 15 de alto, construida en ladrillo y estuco, laqueada y bañada en oro, es aún más impresionante en persona. Completamente cubierta de pan de oro y con un tamaño colosal, es sorprendente ver cómo encaja perfectamente en el templo donde se encuentra, con apenas espacio suficiente para que los visitantes puedan caminar por los dos pasillos que lo rodean. En la parte trasera del templo de Wat Pho, se pueden encontrar numerosos recipientes y urnas con monedas: un ejemplo de la tradición budista de dar limosnas. Si los visitantes desean participar en esta práctica, pueden tomar una de las urnas y colocar las monedas en los cuencos dispuestos para ello; 6.- Phra Achana. Considerado “el Buda más bello” con 15 metros de alto y situado dentro de una cámara monumental y asomado hacia el este, su enclave mágico lo destaca sobre el resto.
El templo de Wat Si Chum en la ciudad histórica de Sukhothai es famoso por esta estatua, que es tan especial que aparece en muchas postales del país, en las que se puede ver como parece que mira a través de una abertura en el templo, posando su mano derecha de forma elegante. Los dedos de la estatua se extienden hacia abajo en una posición que se cree que convoca a la Diosa de la Tierra, y son largos y delicados, con las uñas y las falanges pintadas de dorado. El templo budista en sí tiene una estructura con una mandapa en la parte posterior, en forma de planta cuadrada, con unos 32 metros de lado. Al norte del templo se encuentran las ruinas de otro salón de actos y un mandapa más pequeño que también contiene una estatua de Buda; 7.- Phra Buddha Metta Pracha Thai. Este Buda gigante de bronce más alto, de 32 metros, fue un reto arquitectónico por la blandura de este metal. Su nombre, Phra Buddha Metta Pracha Thai Trailokanath Gandhararath Anusorn, es casi tan largo como lo es la estatua, situada en medio de sus cuidados jardines. Se encuentra en la pose de abhaya mudra, con la mano derecha levantada, la palma hacia afuera y los dedos hacia arriba. Está ubicado en un enorme y moderno templo de 512.000 metros cuadrados en Don Saeb Village, a unos 60 km al noreste de Kanchanaburi. Como podéis notar, la devoción a Buda en Tailandia es tan grande como sus estatuas. Y pensar que en los otros países de Lejano Oriente como China, Japón o Corea del Sur, existen aun de mayor tamaño.
actualidad cultural
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