SONIDOS DEL MUNDO

viernes, 7 de octubre de 2022

ENIGMAS DE LA HISTORIA: Antiguas nanoestructuras de los Urales

Un Oopart (artefacto fuera de lugar) es un término que se aplica a decenas de objetos prehistóricos encontrados en varios lugares del mundo que, dado su nivel de tecnología, están completamente en desacuerdo con su edad determinada en base a factores físicos, químicos o geológicos. Los Ooparts a menudo resultan frustrantes para los científicos convencionales y un deleite para los investigadores aventureros y las personas interesadas en teorías científicas alternativas. En 1991, la aparición de unos artefactos en forma de espiral extremadamente pequeños encontrados cerca de las orillas de los ríos Kozhim, Narada y Balbanyu de Rusia provocó un debate que ha continuado hasta el día de hoy. Estas misteriosas y minúsculas estructuras sugieren que puede haber existido una cultura capaz de desarrollar la nanotecnología hace 300.000 años. Estas bobinas fabricadas se descubrieron inicialmente durante la investigación geológica asociada con la extracción de oro en los Urales. Estas piezas incluyen bobinas, espirales, ejes y otros componentes no identificados. Según un análisis de la Academia de Ciencias de Rusia en Syktyvkar, las piezas más grandes encontradas son en su mayoría de cobre, mientras que las más pequeñas están hechas de tungsteno y molibdeno. Mientras que el más grande de estos objetos mide 1,18 pulgadas, los más pequeños miden solo 1/10 000 de pulgada y muchos exhiben proporciones áureas. Su forma sugiere que están fabricados y no son fragmentos de metal de origen natural. De hecho, se ha descubierto que se parecen mucho a los mismos componentes en miniatura de la nanotecnología contemporánea. Aunque algunos escépticos han afirmado que estas diminutas estructuras “son simplemente escombros dejados por los cohetes de prueba que se lanzan desde la cercana estación espacial de Plesetsk”, un informe del Instituto de Moscú determinó que son demasiado antiguas para provenir de la fabricación moderna. En 1996, el Dr. EW Matvejeva, del Departamento Central de Investigación Científica de Geología y Explotación de Metales Preciosos en Moscú, escribe que, a pesar de tener miles de años, los componentes son de origen tecnológico. Las piezas fueron encontradas a una profundidad de entre 10 y 40 pies, en un estrato geológico de entre 20.000 y 318.000 años. ¿Cómo pudieron los humanos fabricar componentes tan diminutos en el pasado distante y para qué se utilizaron? Algunos creen que las bobinas demuestran que la raza humana disfrutó de un nivel sofisticado de tecnología en la era del Pleistoceno, mientras que otros afirman que los hallazgos son obra de extraterrestres. Los artefactos se han estudiado en cuatro instalaciones diferentes en Helsinki, San Petersburgo y Moscú. Lamentablemente, la investigación adicional sobre estas pequeñas estructuras parece haber terminado en 1999 con la muerte del Dr. Johannes Fiebag, investigador principal del hallazgo. Por si el hallazgo de estos objetos no fuera lo suficientemente misterioso, los Montes Urales siempre han sido objeto de teorías y extraños sucesos. Uno de los eventos más enigmático que sucedió en la región, fue el incidente del Paso Dyatlov (del cual ya nos ocupamos anteriormente en Inframundo) donde un grupo de excursionistas rusos, fueron encontrados muertos en extrañas circunstancias. Es evidente que, hasta que se descubra la naturaleza de estos enigmáticos objetos, cada hipótesis que se diga acerca de ellos es legal. Esperamos que en un futuro próximo, la comunidad científica decida considerar el llamado nanoespiral ruso y continuar las investigaciones.
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