SONIDOS DEL MUNDO

viernes, 29 de septiembre de 2017

VALL DE BOÍ: La máxima expresión del arte románico catalán

Como sabéis, este 1 de Octubre se celebrará un referéndum independentista en Catalunya que buscará liberarse de la opresión española, así como del sistemático expolio de sus riquezas de los cuales son victimas desde hace 300 años y que mejor oportunidad para tratar en esta ocasión del románico Vall de Boí,  excepcional por la concentración en un espacio reducido de un número tan elevado de iglesias de un mismo estilo arquitectónico que se encuentran ubicados en el Pirineo catalán. Estas iglesias se han conservado a lo largo del tiempo con pocas modificaciones gracias al aislamiento del valle hasta bien entrado el siglo pasado, aislamiento que evitó la llegada de constructores, artistas, arquitectos o curas dispuestos a reconvertir las obras iniciales. Es decir, no se ha alterado significativamente su concepción inicial. En Vall de Boí encontraréis ocho iglesias y una ermita románicas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO : Sant Climent y Santa Maria de Taüll, Sant Joan de Boí, Santa Eulàlia d’Erill la Vall, Sant Feliu de Barruera, la Nativitat de Durro, Santa Maria de Cardet, l’Assumpció de Cóll y la ermita de Sant Quirc de Durro. Una de sus características principales es la unidad de estilo arquitectónico. Son construcciones realizadas durante los siglos XI y XII siguiendo los modelos provenientes del norte de Italia, el románico lombardo, que se caracteriza por la funcionalidad de sus construcciones, el cuidadoso trabajo de la piedra, los esbeltos campanarios de torre, y la decoración exterior de arcos ciegos y bandas lombardas. Las iglesias románicas del Vall de Boí son el reflejo artístico de una sociedad estructurada en torno a las jerarquías eclesiásticas y señoriales, personificadas en este caso en los señores de Erill y el obispado de Roda de Isábena, promotores de estos templos. Dentro de esta sociedad medieval, la iglesia cumplía no sólo una función religiosa, sino que también tenía un importante papel social, como lugar de reunión y refugio del pueblo. En el caso del Vall de Boí, esta función social de los templos se evidencia en la utilización de sus esbeltos campanarios de torre como elementos de comunicación y vigilancia. Destacan, además, los conjuntos de pintura mural que albergaban las iglesias de Sant Climent y Santa Maria de Taüll y Sant Joan de Boí, actualmente conservados en el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC), así como las tallas producidas por el Taller de Erill, como el Descendimiento de Santa Eulàlia de Erill la Vall. Su historia se inicia seguramente a principios del siglo IX con la creación de los primeros condados cristianos. Durante muchos siglos el Vall de Boí fue un lugar aislado y desconocido, alcanzando su máximo desarrollo durante el siglo XIII en que una pequeña población llamada Taüll llegó a contar con cuatro iglesias. La situación del valle, limítrofe con otros condados, permitió la creación de varios castillos. Asimismo, las numerosas iglesias que se construyeron en el área muestran la alta densidad de población que tuvo en su momento esta zona pirenaica. Uno de sus monumentos más conocidos es la iglesia de Sant Climent de Taüll que fue consagrada el 10 de diciembre, de 1125. Su planta de basílica perfecta con tres naves contrasta bastante con la techumbre de madera, sustituida en la época por una bóveda de piedra y ladrillo. En ella se conserva el ábside con el Pantocrator, una de las obras maestras del románico europeo. Su genialidad reside en la combinación de elementos de diferentes visiones bíblicas – las del Apocalipsis, Isaías y Ezequiel – para presentarnos al Cristo del Juicio Final. Éste aparece desde el fondo provocando un movimiento centrífugo de la composición, en la que domina el sentido ornamental de los perfiles y la habilidad en la utilización del color para dar volúmenes. Por su excepcionalidad y fuerza pictórica, la obra del Maestro de Tahull se ha proyectado a la modernidad y ha fascinado a numerosos artistas. No cabe duda que las pinturas románicas de la iglesia de Sant Climent de Taüll es una de las joyas más importantes del románico catalán y tienen una innovadora presentación a través de un video mapping que recrea los frescos originales dentro del ábside mayor y el presbiterio de la nave central. La pintura original data del siglo XII y actualmente se conserva en el Museo Nacional de Arte de Catalunya en Barcelona. Desde los años 60, en la iglesia había una copia de los originales pintada sobre yeso que se estaba degradando. Luego de quitar la antigua copia se realizó un minucioso proceso de restauración que puso al descubierto restos de la pintura original que se habían conservado en las capas profundas de las paredes del ábside. El objetivo de este mapping es restituir virtual y digitalmente las pinturas originales en su lugar de origen, la iglesia de Sant Climent de Taüll, así como reproducir el conjunto pictórico completo tal como era en el año 1123. La presentación audiovisual ayuda al visitante a entender la técnica pictórica de los frescos románicos y al mismo tiempo descubre las diferentes representaciones iconográficas que componen esta pintura mural de alta carga artística y religiosa.

viernes, 22 de septiembre de 2017

LA MALDICION DEL DIAMANTE HOPE: Una excepcional joya que trae la muerte consigo

Expuesto actualmente en el Instituto Smithsonian de Washington DC,nadie podría imaginar al contemplar este sublime diamante azul el oscuro pasado que lo envuelve.Parece inofensivo, pero esta brillante joya es responsable de la muerte .de quien lo poseyera. Según la tradición india, el diamante fue extraído del río Kistna hace más de 600 años y colocado en la frente de la diosa Sita. Un sacerdote hindú, al contemplarlo en un templo, sucumbió a su embrujo y lo robó. Tras ser descubierto fue torturado hasta morir. Era el primero de una larga lista.No se volvió a tener conocimiento de la joya hasta el año 1642, cuando el diamante reapareció en el continente europeo en manos de un contrabandista francés llamado Jean-Baptiste Tavernier. Por entonces el diamante pesaba 112,5 quilates, y recibía el nombre de Tavernier Blue. Fue el propio Tavernier quien se lo vendió al mismísimo rey Luis XIV de Francia, conocido como el Rey Sol, quien mandó tallar la gema hasta transformarla en una pieza de 67,5 quilates. Con la venta de tan fabulosa joya, Tavernier obtuvo con la venta el dinero suficiente para comprar un título nobiliario y adquirir una gran propiedad. Poco tiempo después, las numerosas deudas que su hijo contrajo por el juego le obligaron a vender cuanto tenía. Totalmente arruinado, Tavernier regresó a la India para rehacer su fortuna, pero murió atacado por una jauría de perros salvajes. Durante su estancia en la corte francesa, el diamante estuvo implicado en numerosas tragedias. Nicolas Fouquet, un funcionario del gobierno que lo tomó prestado para acudir a un baile oficial, fue acusado en 1665 de desfalco y enviado a prisión, donde finalmente falleció. Por su parte, el Rey Sol murió enfermo y abandonado, viendo cómo su imperio se derrumbaba. Tres miembros de la familia real, que habían tenido contacto con el diamante, también fallecieron en extrañas circunstancias, y la princesa Lamballe, que acostumbraba a llevarlo encima, fue linchada por una enfurecida multitud.Entre los herederos del diamante estuvieron Luís XVI y su esposa Maria Antonieta, cuyo trágico final en la guillotina durante la Revolución Francesa es de sobra conocido. Durante las revueltas revolucionarias de 1792 la joya volvió a desaparecer, pero su sangrienta leyenda se mantuvo viva. Se cuenta que Jacques Celot, un joyero francés, se obsesionó tanto con su belleza que acabó volviéndose loco y suicidándose. También se dice que el príncipe ruso Iván Kanitovski se la regaló a su amante parisina, a la que posteriormente mató de un tiró. Kanitovski también fue asesinado.Entre los fallecidos por la maldición del diamante también se incluye a Catalina la Grande de Rusia. Según narra la historia,la zarina lo llevó puesto poco antes de morir de una apoplejía. Cuando la joya reapareció, en 1812, lo hizo en manos de un joyero holandés afincado en Londres, Daniel Eliason, que talló de nuevo el diamante reduciéndolo a su tamaño actual. El hijo de Eliason le robó la gema y el joyero acabó suicidándose. Con su nuevo aspecto, el diamante fue viajando por Europa y causando desgracias a sus propietarios, hasta que cayó en manos de Henry Thomas Hope, un banquero irlandés quien lo adquirió por tan sólo 30.000 libras y le otorgó su actual nombre. Su propio nieto murió en la más absoluta ruina. En 1908 el sultán turco Abdul Hamid se hizo con el diamante tras pagar la cifra de 400.000 dólares. Hamid se lo obsequió a su esposa Subaya, a la que asesinó poco después de una puñalada. Un año después, el sultán perdió el trono. Tras ser comprada por el magnate de los negocios Ned McLean, por 154.000 dólares, la valiosa piedra viajó a Estados Unidos en 1911. Vincent, un hijo de McLean, fue atropellado por un automóvil. El propio McLean terminó arruinándose e ingresó en un hospital psiquiátrico donde murió. Su hija falleció en 1946 tras ingerir numerosos barbitúricos, y su esposa, Evelyn, se hizo morfinómana. El sangriento viaje del diamante Hope finalizó en 1949 al pasar a ser propiedad del joyero estadounidense Harry Winston, que compró la azulada gema a los herederos de McLean. Aunque su familia no sufrió nunca ninguna adversidad, Winston decidió donar la joya al Instituto Smithsonian el 10 de noviembre de 1958, donde se encuentra ahora. Tal vez la maldición no será tan perjudicial para las instituciones como lo fue para los individuos, lo cierto es que aparentemente el terrible maleficio se extinguió o solo está esperando su oportunidad para volver a hacer de las suyas.

viernes, 15 de septiembre de 2017

DUBROVNIK: La perla del Adriático

Sin duda alguna, habéis oído hablar de la ciudad de Dubrovnik - ubicada en Croacia - y también de sus maravillosos alrededores. Miles de islas, parques naturales, monumentos históricos y una excelente gastronomía son solo una parte de la oferta de uno de los destinos turísticos más deseables del mundo. Nada más llegar, le saludarán los aromas y paisajes del Mediterráneo más auténtico y con independencia de la temporada, la magia del entorno le atrapará y le dejará sin palabras. Situada a 495 kilómetros de Zagreb - la capital del país - Dubrovnik es un lugar con mucha historia, y esto ya lo revela desde su nombre (que significa “robledal”), en alusión a la gran cantidad de árboles que antiguamente poblaban esta zona. Pasear por su casco antiguo también permite echar la mirada hacia atrás y entender los orígenes de esta ciudad. Está rodeado por un espectacular conjunto de murallas que se extiende a lo largo de casi dos kilómetros, que integra un total de 16 torres, de 25 metros de altura, construidas en el siglo X, como protección a posibles invasiones. Su increíble belleza y su impresionante historia, aún patente, la han valido para ganar el título de Patrimonio Mundial de la UNESCO, el cual ostenta desde 1949. En este destino, son muchos los monumentos, lugares y puntos recónditos que debes visitar. ¿A qué te resultan familiares sus murallas? Se trata de las fortificaciones que rodean a King´s Landing en la ya popular serie Juego de Tronos. Por supuesto, estas murallas son lugar de visita obligada. Y también lo es el casco antiguo en general. Una vez en ella, comienza a dirigirte hasta Stradun, la calle principal. Y, a partir de ahí, encontrarás calles arriba y debajo de amplio interés histórico. Cuentas con la ventaja de que toda esta zona es peatonal. Sin duda, al dar tu paseo por esta zona no puedes dejar de ver el Palacio del Rector (sede del gobierno y del rector durante los años en que Dubrovnik fue considerada una república), el Monasterio Franciscano y la Catedral (construida en 1192, exhibe una asunción del Vergine di Tiziano, de 1552, y un relicario en oro y plata de San Biaggio). Una visita a Dubrovnik no seria completa si no lo complementas conociendo sus inmediaciones: Las islas Elafitas, trece islas mágicas por descubrir con playas doradas, sinuosas bahías y edificios centenarios. En este enclave, la naturaleza intacta y las aguas cristalinas del Adriático ofrecen la oportunidad de disfrutar de vacaciones activas, aparcar la rutina e imbuirse en su tranquilidad y su calma. Todavía queda por descubrir la Península de Pelješac, cuna de viñedos, donde el tesón y el buen hacer de sus gentes nos regalan algunos de los mejores vinos del mundo. Caminos ondulantes y verdes colinas esconden pequeñas bodegas y pueblos únicos, como Ston, en la parte suroriental de Pelješac, cuyas raíces se remontan al imperio romano y que presume de tener la segunda muralla más larga del mundo; sin olvidarnos de sus salinas y su riqueza gastronómica. Para que el disfrute sea completo, no dejes de probar sus célebres ostras, sus vinos, y su aceite de oliva de primera calidad. Cada septiembre, Storn alberga el Kinookus Film Food Festival, el evento anual al aire libre cuyo fin es armonizar la magia del séptimo arte con la gastronomía, contribuyendo a la renovación y conservación del espíritu de esta singular ciudad. Moreška, la ciudad histórica y hogar de Marco Polo, salpicada de viñedos, bahias, playas y pequeños puertos, refleja la identidad de la isla de Korcula. De otro lado, la isla de Mljet posee una belleza que nos deja sin palabras. Destacan sus bosques de pinos y su parque nacional, donde dos lagos salados se entrelazan para venerar el monasterio benedictino del siglo XII, que emerge en el corazón verde de un islote llamado Santa María. Los dos lagos y la mayor parte de la isla están conectados por senderos que facilitan el acceso, permitiendo la plena relajación de la mente y del espíritu. El valle del río Neretva se caracteriza por una naturaleza agreste, en estado puro y por la hospitalidad de sus gentes. Navegar por sus canales y estrechos ramales en un barco tradicional es una experiencia única e inigualable. Por su parte, la isla de Lastovo es la isla mayor del archipiélago del mismo nombre. Se compone de 46 pequeñas islas y arrecifes. Es junto con la isla de Mljet, una de las áreas más arboladas de Croacia. Lastovo goza de una de las vistas más hermosas de todo el condado, rodeada de aguas cristalinas de tonos celestes en un mar extraordinariamente limpio. Para terminar su visita, os recomendamos visitar Konavle y Cavtat, los últimos remansos de tradición y paz en el recorrido por este condado y lugares ideales para los que quieren evitar el bullicio de Dubrovnik. Como podéis notar, esta maravilla tiene mucho que ofrecer a sus visitantes.

viernes, 8 de septiembre de 2017

LOUVRE ABU DHABI: Arte entre los pozos de petróleo

Las noticias provenientes del Medio Oriente generalmente no son nada alentadoras, pero esta es la excepción. En efecto, el Louvre de Abu Dhabi ha anunciado esta semana que abrirá sus puertas al público el próximo 11 de noviembre, a diez años de que se lanzara el proyecto y tras varios retrasos por motivos financieros. El museo, que sus promotores presentan como el primero con vocación universal de la cultura árabe, aspira a transmitir un mensaje de tolerancia reflejando las influencias que distintas civilizaciones han compartido a lo largo de la historia. “Es la respuesta conjunta (de París y Abu Dhabi) a un momento en que la cultura está siendo atacada”, ha declarado la ministra francesa de Cultura, Françoise Nyssen - en referencia a la destrucción de invaluables piezas del patrimonio cultural tanto de Siria como de Irak a manos del hoy agonizante ISIS - durante la conferencia de prensa en la que se ha informado de la fecha inaugural. El museo es fruto de un acuerdo firmado en 2007 entre los Gobiernos francés y emiratí. Según los términos del mismo, el Louvre cede su marca durante 30 años y Francia se compromete a prestar obras de arte, organizar exposiciones temporales, formar profesionales y aportar su experiencia museística, a cambio de mil millones de euros. Para ello, Abu Dhabi, el principal de los siete integrantes de la federación de Emiratos Árabes Unidos (EAU) y sede capitalina, ha financiado el espectacular edificio de Jean Nouvel que va a albergar la pinacoteca, cubierta con una enorme cúpula que le da el aspecto de un OVNI. De momento, de las casi 700 obras que van a exhibirse, la mitad pertenecen a la colección permanente del museo, un avance de la cual se mostró al público hace cuatro años, cuando su apertura se preveía para el 2015. El resto proviene en préstamo de 13 grandes instituciones culturales francesas y entre ellas hay pinturas de Van Gogh, Da Vinci y Monet. Pero el grueso de la exhibición se centra en la historia antigua de las civilizaciones y las culturas, con una galería dedicada a las religiones universales en la que compartirán espacio una página del Corán azul, una Biblia gótica, un Pentateuco, así como textos budistas y taoístas. “Representa nuestra convicción de que las naciones prosperan en la diversidad y la aceptación [del otro]. Envía un mensaje de tolerancia”, ha declarado Mohamed Khalifa al Mubarak, presidente de la Autoridad de Turismo y Cultura de Abu Dhabi, bajo cuya tutela se ha levantado el museo. El Louvre Abu Dhabi, inicialmente programado para el 2012, es el primer paso de un ambicioso proyecto para convertir la isla de Saadiyat en una Ciudad de la Cultura, aspirando a tomar el relevo de los faros del saber que un día fueron Bagdad, El Cairo o Beirut, y convertir el poderío económico de la región en un activo cultural para el mundo. El desarrollo de la isla de Saadiyat, que significa felicidad en árabe, gira en torno a un distrito cultural en el que van a construirse cuatro museos, un centro de artes escénicas y 19 pabellones para exhibiciones temporales. De la envergadura de los objetivos dan cuenta los arquitectos elegidos para firmar algunas de esas obras. Frank Gehry para el Guggenheim, Jean Nouvel para el Louvre-Abu Dhabi, Zaha Hadid para el auditorio y Tadao Ando para el museo marítimo. Sin embargo, la crisis financiera del 2009, las revueltas árabes patrocinadas por la CIA en el 2011, la creación de ISIS por parte de los EE.UU. y Arabia Saudita para desatar el terror y la violencia para ‘justificar’ así el intervencionismo estadounidense en la región y los bajos precios del petróleo de los dos últimos años, han ralentizado los proyectos y rebajado su alcance.

viernes, 1 de septiembre de 2017

GENGHIS KHAN: El ultimo viaje de un tirano cruel y despiadado

En algún lugar en medio de las llanuras de Mongolia, sin carreteras, sin edificios recortados en el horizonte, solo el césped mecido por el viento, se supone que está la tumba de Genghis Khan. Pero nadie la ha encontrado. El caudillo mongol, que arrasó desde el Mar Amarillo hasta las riberas del Mar Caspio y cuyo nombre aún provoca escalofríos en Asia, murió en 1227, a los 65 años, pero dejó el encargo de que nadie hallase el lugar de su último descanso. Y sus subordinados lo hicieron muy bien: Su ejército desconsolado transportó el cadáver, matando a cualquiera que apareciera en el camino para esconder la ruta. Se dice también, que sus soldados mataron a las personas que construyeron el monumento mortuorio y luego se suicidaron. Luego, más de 1.000 caballos empezaron a cabalgar desbocados alrededor de la tumba para borrar cualquier vestigio que permitiese localizarla más tarde. Desde entonces han sido innumerables las expediciones que han tratado de encontrar la tumba sin éxito. La última, una organizada en el 2015 por National Geographic para peinar desde el espacio y vía satélite las llanuras mongolas. También lo han intentado miles de "aventureros" por su cuenta y movidos por la codicia, pero todos fracasaron en el intento. Han pasado 800 años y nadie ha sido capaz de encontrarla ni mucho menos profanarla, y eso que al morir, la codicia que despertaba la leyenda de que había sido enterrado con cuantiosas riquezas movilizó a muchos expedicionarios. Los que estuvieron más cerca de lograrlo, hasta el punto de que los medios de comunicación y las instituciones lo dieron por hecho, fueron unos arqueólogos capitaneados por el estadounidense Maury Kravitz en el 2001. El lugar era una colina descomunal de piedras a 200 metros de altura. Los exploradores hallaron restos de un muro y hablando con un pastor se enteraron de que los habitantes transmitían la leyenda de que “allí se había enterrado a alguien muy importante”. En efecto, aquella expedición, que también lideraba John Woods, de la Universidad de Chicago, halló a unos 350 kilómetros de Ulan Bator, la capital de Mongolia, 20 tumbas “de gente de alta alcurnia”. Pero ninguna era la de Genghis Khan. Creían que estaban en la pista correcta porque algunos testimonios afirmaban que Khan fue enterrado junto a 40 doncellas. En esta ocasión, al menos, el hallazgo tuvo un considerable valor arqueológico. No dio en la diana, pero se quedó cerca. El conquistador creó un imperio de la nada y según muchos historiadores no se puede entender la actual configuración de China ni de Rusia sin su influencia. Mongolia es, al día de hoy, un país gigantesco sin apenas infraestructuras y con una densidad de población muy pequeña. Entre otras cosas, esa vasta extensión desértica es la que convierte la búsqueda de los restos de Khan en una misión casi imposible. El último intento organizado estaba liderado por el arqueólogo Albert Lin, de la Universidad de California en San Diego, y seleccionó 55 lugares que podrían albergar la tumba de Genghis Khan, la mayoría cercanos a su palacio, a 200 kilómetros de Ulán-Bator. “Reclutamos a un montón de voluntarios para estar a la altura del desafío, un enigma que se ha ocultado pero puede salir a la luz gracias a la potencia de los satélites”, aseguró Lin en el 2015. Tampoco esta vez la empresa acabó bien. En su momento, Kravitz afirmaba que la leyenda negra que acompaña a este feroz asesino (una especie de nómada sanguinario que iba arrasando cuanto se hallaba a su paso) “no se corresponde con la realidad”. “No era un bárbaro. Introdujo la escritura en su pueblo, creo un sistema de correo, estableció un código legal. Era sofisticado, un genio militar y un filósofo”, decía el aventurero a los medios que cubrieron el ‘casi’ descubrimiento de la tumba, pero muchos piensan lo contrario, ya que sus crímenes han sido legendarios y ni aun muerto, dejo de causar gran sufrimiento y dolor a sus súbditos. A pesar de sus crueldades, su memoria fue rehabilitada por los mongoles, para quienes es el héroe más grande de su país, ya que no solo conquistó el mundo; también lo civilizo. Se dice que su imperio conectó el este y el oeste, permitiendo que floreciera la Ruta de la Seda, consagrando los conceptos de inmunidad diplomática y libertad religiosa, estableciendo un servicio postal confiable y el uso del papel moneda. Es por ese motivo que tras el derrocamiento del comunismo en Mongolia en 1990 derribaron las estatuas de Lenin reemplazándolas por la de Genghis Khan. Incluso construyeron en su honor una estatua ecuestre que es considerada la mayor del planeta. La estatua, realizada por D. Erdenebileg y el arquitecto J. Enkhjargal, tiene una altura de 40 metros, pesa 250 toneladas, está hecha totalmente en acero y se alza sobre un pedestal de más de 10 metros, el cual está rodeado por 36 columnas que representan los 36 kanes mongoles, desde Genghis Khan hasta Ligden Khan. Inaugurada en el 2008, se encuentra ubicada en el poblado mongol de Tsonjin Boldog - conectando con muchos eventos históricos en la región de Tov Amaig- a 54 kilómetros de Ulán Bator. Su rostro aparece también en las monedas y es objeto de gran veneración. Por ello, la curiosidad por encontrar sus restos y las fabulosas riquezas que lo acompañan, esta reservada para los extranjeros. No es una cuestión de superstición, dicen, sino de respetar la voluntad de quien dejó dicho de manera expresa que quería permanecer oculto por los siglos de los siglos...Y ya lleva ocho.
Lost Tomb of Genghis Khan - Excerpts from Market Road Films on Vimeo.
actualidad cultural
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