SONIDOS DEL MUNDO

viernes, 30 de diciembre de 2022

EL CONCIERTO DE AÑO NUEVO DE LA FILARMONICA DE VIENA: Música celestial

Como ya se ha hecho una sana costumbre, los ojos del mundo podrán apreciar este 1 de enero el tradicional concierto interpretado por la Orquesta Filarmónica de Viena toca para celebrar el nuevo año. En esta ocasión, será el director austriaco Franz Welser-Möst quien dirigirá la orquesta en la Sala Dorada del Musikverein, un evento que será transmitido por la cadena austriaca ORF en una coproducción con la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que se retransmite a todo el mundo, con una audiencia de más de 55 millones de espectadores solo en Europa. Como sabéis, el Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena reúne a lo mejor de lo mejor: además de alegre y dinámico, es también adecuado para la reflexión porque cuenta con composiciones de la dinastía de Strauss y sus contemporáneos, y es capaz por sí mismo de imprimir un vigoroso empuje que nos adentre en este aún joven año. Por cierto, en esta ocasión cuando la orquesta y público del Musikverein se tomen un descanso en la mitad del concierto, los telespectadores podrán disfrutar de una película muy especial preparada por la ORF, dedicada al 150 aniversario de la Exposición Universal de Viena. Se trata de un viaje hacia el pasado donde la Orquesta Filarmónica te transporta hasta el año 1873, cuando se celebró la Exposición en Viena y la ciudad imperial pasó a ser una metrópolis abierta al mundo. La película empieza en el Musikverein, en pleno Concierto de Año Nuevo dirigido por Franz Welser-Möst, y proyecta emblemas legendarios de Viena, como la Rotunde del Prater, en forma de extraordinaria animación en 3D. Las proyecciones son el escenario en el que interpreta una Orquesta Filarmónica de Viena de carne y hueso. El entorno histórico del Prater cobra vida y los telespectadores recorren el antiguo recinto de la Exposición Universal. (Creación: Barbara Weissenbeck en colaboración con Nicholas Pöschl). Cabe precisar que la orquesta se pone a las órdenes de un director distinto cada año. Entre los directores invitados se encontraron Mariss Jansons (2016), Gustavo Dudamel (2017), Riccardo Muti (2018 y 2021), Christian Thielemann (2019), Andris Nelsons (2020) y Daniel Barenboim (2022). En 2023 esa persona será Franz Welser-Möst, uno de los directores más destacados de nuestra época, tanto en ópera como en música sinfónica. De otro lado, el año 2023 será el primero en que los Niños Cantores de Viena interpretarán con el acompañamiento de las Niñas Cantoras de Viena durante el Concierto de Año Nuevo. Este nuevo grupo infantil femenino fue formado en el 2004, mientras que el más antiguo, el masculino, cumple 525 años en el 2023. Niños y niñas cantarán codo con codo y junto a la Orquesta Filarmónica de Viena mientras interpreta la polka de Josef Strauss Heiterer Muth. Asimismo, uno de los momentos álgidos del Concierto de Año Nuevo será la excelente actuación de danza del Ballet Nacional de Viena. A diferencia de los habituales dos, en el 2023 serán tres los espectáculos de danza de la coreografía cargada de humor y elegancia de Ashley Page: serán los valses Perlen der Liebe («Perlas de amor»), de Josef Strauss, An der schönen blauen Donau («El bello Danubio azul»), de Johann Strauss, y la polka Auf und davon («Arriba y adelante»), de Eduard Strauss. El vestuario corre a cargo de Emma Ryott. Es bueno recordar por último, que el Concierto de Año Nuevo tiene lugar en el Musikverein, el centro del clasicismo vienés para los amantes de la música. La Gran Sala es también conocida como Sala Dorada. No se limita a ser una de las más hermosas, sino que es además conocida por ser una de las salas con mejor acústica del mundo. Para el Concierto de Año Nuevo, la sala, construida según el estilo historicista con la Antigüedad como modelo, es decorada con magníficos detalles florales. Pilares, cariátides y frontones en relieve dan fuerza a la idea de que este lugar es un templo construido para venerar la música.

viernes, 23 de diciembre de 2022

INTOLERANCIA EN GRADO EXTREMO: ¿Por qué en algunos países del mundo está prohibido celebrar la Navidad?

Quedan muy pocos días para la Navidad, pero no en todas las partes del planeta se comparte el espíritu navideño. Hay países que la prohíben. Se trata de Corea del Norte, Somalia, Brunéi, Tayikistán, Arabia Saudita y China. Allí, está prohibido celebrar las fiestas navideñas. El principal motivo de estos países para prohibir la Navidad suelen ser razones políticas o religiosas. celebrarla de manera pública, e incluso privada en algunos casos, puede llevar a quien lo haga a la cárcel, o peor aún, perder la vida. Corea del Norte: El país dirigido por la sangrienta dinastía comunista de los Kim es uno de los lugares del mundo más hostiles para el espíritu navideño, por lo que no es sorpresa que más de un medio estadounidense haya bautizado a Kim Jong Un, el actual dictador norcoreano, como “el Grinch que se robó la Navidad”. Convengamos que el obeso dictador norcoreano no es la persona más festiva y que en Corea del Norte la única devoción permitida es para el partido y sus principales líderes, la familia Kim. Es tal el aislamiento de esta parte del mundo que la gran mayoría de las personas no han escuchado siquiera de Jesús, mucho menos de la celebración de la Navidad. Lo que sí conocen es la celebración en honor al cumpleaños del genocida Kim Jong-Sung, el abuelo fallecido de Kim Jong Un, que coincide con las festividades navideñas del resto del mundo, el 25 de diciembre. Cabe precisar que la Navidad no se ha celebrado abiertamente en Corea del Norte desde que la dinastía Kim comenzó a tomar medidas enérgicas contra las libertades religiosas en 1948 y aunque la constitución norcoreana técnicamente permite la libertad de religión a todos sus ciudadanos, cualquier práctica religiosa o ceremonia festiva espiritual por parte de un individuo o grupo de personas corre el riesgo de encarcelamiento o de sanciones más drásticas. Según los analistas, las actividades religiosas autónomas son ahora “casi inexistentes” en Corea del Norte, y los grupos religiosos patrocinados por el régimen comunista existen sólo para “proporcionar la ilusión de libertad religiosa”. Pero aunque exista amenaza de prisión, tortura o desaparecimiento, algunas pequeñas comunidades cristianas que sobreviven en Corea del Norte, se rebelan y celebran sus fiestas de manera clandestina. De acuerdo con la ONG, Open Doors, “estos grupos se reúnen para celebrar la Navidad, pero solo en áreas remotas” Un portavoz de esta organización le dijo a The Daily Express que dichas celebraciones se llevan a cabo sólo si toda la familia se había vuelto al Cristianismo, una fe que mantienen oculta a sus vecinos por temor a represalias, donde todo el mundo se vigilan entre ellos. “A veces es posible celebrar una reunión en áreas remotas con un grupo de 10 a 20 personas. Muy ocasionalmente, es posible que los cristianos vayan discretamente a las montañas y celebren un ‘servicio’ en un lugar secreto. Entonces podría haber hasta 60 o 70 norcoreanos reunidos”, dijo el portavoz de Open Doors. “No puedes decir que eres cristiano. Si lo hace, lo enviarán a un campo de ‘reeducación’ donde son sometidos a brutales torturas”, contó un sobreviviente al régimen de los Kim a The Insider a unos años de escapar de Corea del Norte. “Escuché sobre una familia que creía en Dios y la policía secreta los atrapó. Ahora están todos muertos, incluso los niños, uno de diez y un niño de siete”, agregó. Tanta es la animadversión de Corea del Norte con las fiestas navideñas que calificó de “guerra psicológica” el árbol de Navidad que Corea del Sur construyo cerca de la frontera con su vecino hostil. La torre, que estaba a unas dos millas de la frontera y se solía iluminar para Navidad pero en el 2014 Corea del Norte amenazó con derribarlo ya que afirmaba que era visible por los norcoreanos que vivían en las aldeas cercanas, algo inadmisible para el régimen comunista; Somalia: Somalia es una nación ubicada en el extremo oriental de África cuya población es fundamentalmente musulmana. Por años sus conflictos internos la han hecho un país socialmente inestable, forzando a muchos de sus habitantes a escapar a otros lugares de África, Asía y Europa. Esto ha hecho que al país entren tradiciones occidentales, ya que cuando estas familias vuelven, traen consigo costumbres que aprendieron en los lugares donde estaban refugiados. Esta occidentalización es algo indeseable para las autoridades somalíes, quienes adoptaron la Sharia (ley musulmana) en el 2009 como religión del Estado y en 2015 determinaron que cualquier celebración o evento por fuera de esta estaba prohibido en el país. “Todos los eventos relacionados con las celebraciones de Navidad y Año Nuevo son contrarios a la cultura islámica, lo que podría dañar la fe de la comunidad musulmana”, dijo Mohamed Khayrow, jeque de Somalia, en el 2015. “Que los musulmanes celebren la Navidad en Somalia no es lo correcto, esas cosas son similares al abandono”, dijo entonces Mohamed Kheyrow, un alto funcionario del Ministerio de Justicia y Asuntos Religiosos de Somalia, según los medios locales. Desde entonces las agencias de seguridad del Estado tienen la orden de mantenerse alerta para detener cualquier reunión, en especial si en ella participan somalíes. A los extranjeros se les permite reunirse en sus propios hogares, pero no en los hoteles o sitios públicos, los cuales tienen prohibido marcar el día. Otra amenaza para los cristianos que celebran Navidad en Somalia es el grupo extremista Al-Shabab, el cual cada año lanza advertencias a la población de que un festejo del nacimiento del niño Jesús puede provocar ataques. De acuerdo con la cadena Al Jazeera esta persecución religiosa ha hecho que las comunidades cristianas que vivían en Somalia hayan emigrado del país, haciendo que la población cristiana actual sea muy pequeña; Brunéi: Esta pequeña nación ubicada en la Isla de Borneo, es famosa por sus playas, la diversidad de su bosque pluvial, la imponente mezquita de Jame’Asr Hassanil ubicada en su capital, con sus 29 cúpulas doradas y el enorme palacio Istana Nurul Iman, residencia del sultán. Pero también por ser un lugar hostil para los cristianos. Desde el 2014, las autoridades del Estado han impuesto una prohibición contra la Navidad que castiga hasta con cinco años de prisión a las personas que celebren la festividad cristiana en el territorio de Brunéi. “Usar símbolos religiosos como cruces, encender velas, poner árboles de Navidad, cantar pistas religiosas, enviar felicitaciones navideñas está en contra de la fe islámica”, precisaron los gobernantes, citados por la cadena Aljazeera. Según estas restricciones, si un musulmán se viste igual o similar a Santa Claus, está incurriendo en un delito que puede llevarlo a la cárcel. Pero la prohibición no solo es para los musulmanes, sino que aplica para todos los residentes en el país, incluyendo los extranjeros, que suelen viajar con sus familias fuera de Brunéi cuando se acerca esta época del año. Cualquier infracción puede resultar en penas de cárcel de hasta cinco años y multas de hasta 20.000 dólares estadounidenses, o ambas. También se puede imponer la pena de muerte por infracciones de la ley islámica; Tayikistán: Otro país musulmán que tiene estrictas normas sobre la Navidad es Tayikistán, ubicado en Asia central y limítrofe con Afganistán, Uzbekistán, Kirguistán y China. Tiene una población estimada de 8 millones de habitantes, la gran mayoría de ellos de credo musulmán. Pese a que su gobierno se define como “laico”, la verdad es que desde su separación de la Unión Soviética en 1991 el país ha estado dirigido por Emomali Rahmon, un autoritario líder musulmán que se ha reelegido en 1999, 2006, 2013 y la última en el 2020. Rahmon ha prohibido en el país todas las festividades que tengan que ver con Navidad, Año Nuevo, así como cumpleaños y bodas por fuera del islam. El endurecimiento de las legislaciones en contra de credos distintos se intensificó a partir de 2011, cuando un hombre vestido de Padre Frost, la versión rusa de Santa Claus, fue asesinado en la capital, Dushanbe. Según reportaron medios como The Guardian, la familia de la víctima afirmó que las autoridades policiales estaban detrás de su homicidio. Sin embargo, el caso fue atribuido oficialmente a una riña de borrachos. Para entonces la hostilidad contra cualquier representación de la Navidad por parte de la policía era usual en el país. Pero en el 2013, el gobierno subió la apuesta prohibiendo de pleno cualquier representación del Padre Frost que apareciera en las pantallas de televisión nacional. Para el 2015, el Ministerio de educación expidió un decreto para las fechas decembrinas de ese año que restringió completamente “el uso de fuegos artificiales, comidas festivas, obsequios, recaudación de dinero y la instalación de un árbol de Navidad o artificial” en escuelas y universidades. La medida se ha extendido más allá del ámbito educativo; Arabia Saudita: Uno de los países musulmanes más importantes de Asia Occidental tiene una particular historia con las festividades de Navidad, y en general con la cultura occidental. Por años, el país árabe ha permanecido ajeno a la influencia de occidente, rechazando gran parte de esta cultura y estableciendo prohibiciones para evitar que su población se “contagie” de ella. La Navidad fue una de esas prohibiciones. Para el 2015, por ejemplo, el jeque Mohammed Al-Oraifi ordenó a los musulmanes abstenerse de saludar a los cristianos en las vísperas del evento religioso. “Si celebra el nacimiento del hijo de Dios y lo saluda significa que respalda su fe”, afirmó en el diario local Arab News. Y respaldar su fe, una fe diferente al islam, es ir contra la sharia, algo gravemente castigable. De acuerdo con la prensa internacional, a causa de esta prohibición el Comité Saudí para la Promoción de la Virtud y de la Prevención del Vicio tenía órdenes de buscar y capturar a todo aquel que decore su hogar con símbolos navideños, llevando la prohibición al ámbito privado. Claramente, también estaba prohibida cualquier celebración pública. Incumplir la norma te podría llevar a la cárcel. Pero desde el 2016 el país ha entrado en transición. Liberalizando cada vez más las normas sociales y permitiendo a las familias cristianas que viven en el país celebrar sus fiestas en privado, e incluso comprar adornos navideños en las tiendas de Riad, la capital. Esta nueva “temporada de tolerancia religiosa”, como la calificó el medio Arab News, hizo que el año pasado fuera la celebración más tranquila para los cristianos en toda la historia de Arabia Saudita. Sin embargo, nadie sabe si ello continuara más adelante; China: Es uno de los países más grandes y superpoblados del mundo donde celebrar la Navidad tal cual la conocemos es una ofensa “a sus tradiciones ancestrales”, que puede ser castigada incluso con detenciones y multas. A partir del 2018, las autoridades chinas ordenaron que sus ciudadanos “deben promover la cultura y las tradiciones chinas”, no las celebraciones occidentales como la Navidad. En algunas ciudades, como Langfang, se vetan a los comercios que ofrecen artículos navideños y a las personas que saludan a los cristianos que festejan el nacimiento de Jesús. “Guiar y educar al círculo religioso (…) y a los seguidores con los valores fundamentales socialistas”, dijo Xi Jinping, presidente de la República Popular China, en declaraciones citadas por la cadena ‘NPR’. Según diversas organizaciones, la persecución del Partido Comunista, poder político absoluto de China, contra las comunidades e iglesias cristianas es algo de vieja data que se ha incrementado con los años, al punto que sus pastores sólo convocan reuniones pequeñas, muy privadas, y a veces clandestinas, para evitar sanciones o castigos más drásticos. Los estrictos controles del Partido Comunista sobre cualquier forma de práctica religiosa son promovidos por el actual primer ministro Xi Jinping, quien considera las religiones como “opio espiritual”. Sin embargo, China alberga a unos 68 millones de protestantes, de los cuales 23 millones adoran en iglesias afiliadas al Estado, y unos nueve millones de católicos, 5,7 millones de los cuales están en organizaciones patrocinadas por el Estado. La administración de Xi Jinping considera al cristianismo como una importación extranjera peligrosa, y los funcionarios advierten contra la “infiltración de fuerzas hostiles occidentales” en forma de religión. Solamente es posible celebrar la Navidad en Hong Kong y Macao, que son “territorios especiales” pero en el resto de su territorio continental es imposible; Como podéis notar, estos son solo algunos países donde se prohíbe celebrarlo, pero a pesar de las persecuciones, siempre habrá quienes lo desafiaran.

viernes, 16 de diciembre de 2022

SAINT PETERSBURG CODEX: Escrudiñando las Sagradas Escrituras

El Códice de San Petersburgo catalogado como "Firkovich B 19”, es uno de los manuscritos más antiguos del texto masorético de la Biblia hebraica y la copia completa más antigua disponible. Fue escrito en pergamino y está fechado en el año 1008, de acuerdo con el colofón. Este manuscrito ha servido como texto básico para las traducciones modernas de la Biblia y se encuentra en la biblioteca pública de San Petersburgo, en Rusia. Actualmente, el Códice de San Petersburgo se encuentra reproducido textualmente en la Biblia Hebraica de Rudolf Kittel (1937) y en la Biblia Hebraica Stuttgartensia (BHS), (1977). Sirve también como una fuente para que los eruditos trabajen en la recuperación de detalles de las partes faltantes del Códex Aleppo. El texto bíblico encontrado en el códice, contiene en letra hebraica, junto con las marcas vocálicas Niqud y los signos de entonación para el canto propios del hebreo tiberiano. Además posee notas masoréticas en sus márgenes. Tiene también varios suplementos técnicos que tratan de los detalles textuales y lingüísticos, muchos de los cuales están pintados en formularios geométricos. El códice fue escrito sobre pergamino. El orden de los libros en el Códice de San Petersburgo sigue la tradición textual Tiberiana (sefardita), que combina la tradición más antigua de manuscritos bíblicos. Este ordenamiento para los libros difiere del de la mayoría de Biblias hebraicas impresas para los libros del Ketuvim judaico. En el Códice de San Petersburgo el Ketuvim está ordenado de la siguiente forma: I Crónicas, Salmos, Job, Proverbios, Rut, Cantar de los Cantares, Eclesiastés, Lamentaciones, Esther, Daniel y Esdras-Nehemías. El Códice de San Petersburgo, ha sido conservado correctamente y está en excelentes condiciones, aún luego de un milenio de copiado. Provee además motivos de base para el arte judaico medieval. Dieciséis de sus páginas contienen diseños geométricos decorativos que iluminan los pasajes del texto. La página de firmas muestra una estrella con los nombres de los copistas en los bordes. El manuscrito más antiguo que se conoce está fechado en 916, contiene los profetas posteriores en hebreo y está escrito en vitela en Rusia. De acuerdo con el colofón, el códice fue copiado en El Cairo, siendo uno de los manuscritos copiados en 1008 - "de los libros corregidos, preparados y anotados por Aarón-Ben-Asser, el instructor”. Un solo copista, Samuel ben Jacob Jam'a, escribió tanto las consonantes, las vocales, como también las notas masoréticas. Se le atribuye ser un manuscrito aún más fiel que el tradicional Códex Aleppo. Su propietario anterior, el líder karaíta y coleccionista Abraham Firkovich, no dejó ningún indicio sobre cómo adquirió el códice en 1838. Pasado algún tiempo, en 1863, fue transferido a la Biblioteca Nacional da Rusia en San Petersburgo, donde en 1924 se le denominó Codex Leningradensis por el nombre que entonces tenía la ciudad donde se encuentra, pero tras el derrocamiento de la dictadura comunista en 1991, la antigua capital de los zares recobro su nombre original y por consiguiente, el códice también lo hizo, aunque hay algunos que de una forma errónea continúan utilizando el anterior. En 1935 el Códice de San Petersburgo fue prestado al Seminario del Antiguo Testamento de la Universidad de Leipzig por dos años y entonces Paul E. Kahle usó su texto como base para la transcripción del texto hebraico de la tercera edición de la Biblia Hebraica de Rudolf Kittel (BHK), publicada en Stuttgart en 1937. El Códice fue usado también para la traducción de la Biblia Hebraica Stuttgartensia en 1977 y será usado para la Biblia Hebraica Quinta (BHQ). Como un trabajo original hecho por los masoretas tiberianos, el Códice de San Petersburgo está por diversos siglos, bien al frente de otros manuscritos hebraicos, que habían sido usados por todas las ediciones hebraicas hasta la Biblia de Kittel. Al respecto, The Westminster San Petersburg Codex es una versión digital, del Códice de San Petersburgo mantenida por el Centro J. Alan para investigaciones bíblicas avanzadas en el Seminario Teológico de Westminster. Esta versión electrónica ha sido verificada e incluye varias correcciones; actualmente incluye notas y herramientas de transcripción y para analizar la sintaxis.Es indudable la impotancia que tiene esta preciada joya bibliográfica para el estudio de la Biblia.

viernes, 9 de diciembre de 2022

DEL PAGANISMO AL CRISTIANISMO: Curiosidades históricas del árbol de Navidad

Tradicionalmente, el 8 de diciembre - Día de la Inmaculada Concepción de María- es el día que armamos en nuestras casas el árbol de Navidad. Pero, ¿cuál es el verdadero significado de las tradiciones que rodean esta fecha? En la antigüedad, los germanos estaban convencidos de que tanto la Tierra como los astros pendían de un árbol gigantesco, el Divino Idrasil o Árbol del Universo, cuyas raíces estaban en el infierno y su copa, en el cielo. Para celebrar el solsticio de invierno, que se da en esta época en el Hemisferio Norte, decoraban un roble con antorchas y bailaban a su alrededor. Los escandinavos - aún en la Edad Media - seguían practicando el culto de tradición pagana a los árboles, muy especialmente al roble. Una vez al año, durante el solsticio de invierno, se reunían a su alrededor, pidiendo protección para ellos, sus familias, ganados y cosechas. En las culturas nórdicas, el árbol era considerado un simbolismo del universo: en la parte de arriba estaban el Valhalla, que era el palacio de Odín - dios de la mitología nórdica - y Asgard, un refugio de los dioses. Por último, en las raíces, se encontraba Helheim, el reino de los muertos. Cuenta la tradición que alrededor del año 740, con la llegada del cristianismo a esas tierras, San Bonifacio - el evangelizador de Alemania e Inglaterra - derribó ese roble que representaba a Odín y lo reemplazó por un abeto, símbolo del amor eterno de Dios, por sus hojas siempre verdes. Este árbol fue adornado con manzanas (que para los cristianos representan las tentaciones) y velas (que simbolizaban la luz del mundo y la gracia divina). Al ser una especie perenne, el pino es el símbolo de la vida eterna. Además, su forma de triángulo representa a la Santísima Trinidad. Los pueblos evangelizados tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo: se adornaban con velas que representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo y con manzanas, que simbolizaban el pecado original y las tentaciones. Con el paso del tiempo, las velas se cambiaron por luces y las manzanas por esferas u otros adornos. Las esferas simbolizan los dones de Dios a los hombres y las luces significan la luz de Cristom en tanto que la Estrella de Belén, que habría guiado a los Reyes Magos, simboliza la fe que debe guiar a los cristianos. En la Edad Media, esta costumbre se expandió en todo el viejo mundo y, luego de su descubrimiento en el siglo XVI, llegó a América. El primer árbol de Navidad - decorado tal como lo conocemos en la actualidad, según se afirma por Martin Lutero - se vio en Alemania en 1605 y se utilizó para ambientar la festividad en una época de extremo frío. A partir de ese momento, comenzó su difusión en el continente, llegando a Inglaterra por primera vez en 1841, de la mano del Príncipe Alberto, el esposo de la Reina Victoria. Luego se agregó la tradición de colocar regalos para los niños bajo el árbol, enviados por San Nicolás o Santa Claus. Por cierro, dos ciudades bálticas se disputan el mérito de haber erigido el primer árbol en una plaza pública: Tallin (Estonia) en 1441 y Riga (Letonia) en 1510. Unos comerciantes locales instalaron un abeto en la plaza del mercado de Riga, lo decoraron con rosas artificiales, bailaron a su alrededor y finalmente le prendieron fuego. Hoy se iluminan en la plaza de la Ciudad Vieja, donde la ceremonia de encendido atrae cada año a miles de personas. Hoy en día, el árbol de Navidad se ha transformado en una costumbre en la gran mayoría de países del mundo, pese a que la población no sea cristiana o católica, como es el caso de países como China o Japón, convertido un sñimbolo universal de la tradición y la unión familiar .

viernes, 2 de diciembre de 2022

LOUIS XV. PASSIONS D´ UN ROI: (Re)descubriendo la complejidad de su vida en el Palacio de Versalles

Con motivo del 300 aniversario de la coronación del rey Luis XV - que de ‘bienamado’ de los franceses pasó a convertirse en objeto de furibundas críticas por sus derroches y amantes - el Palacio de Versalles le rinde homenaje con una excepcional exposición titulada Louis XV. Passions d'un roi (Luis XV, Pasiones de un rey). Son más de 400 obras de todo el mundo, algunas de las cuales se presentan por primera vez en Francia, que invitan al visitante a (re)descubrir al monarca más allá de su papel de rey, descifrando su enigmática personalidad y cuyo libertinaje preparo el camino a la Revolución. Como sabéis, cuando en 1715 se eclipsó el Rey Sol, dejaba como sucesores a su biznieto de cinco años, que heredó la corona, y un sobrino con fama de disoluto, Felipe de Orleans, al que el rey encargó en su testamento la regencia. A los siete años, en 1722, el regente falleció y se proclamó la mayoría de edad de Luis XV. Fue entonces cuando los cortesanos empezaron a descubrir que tras los rasgos de arcángel y la belleza encantadora del niño rey se escondía una personalidad tortuosa e indolente que sería protagonista de uno de los reinados más controvertidos de la historia de Francia. Luis tuvo de niño una salud enfermiza, por lo que la etiqueta le envolvió de precauciones y le evitó el mínimo esfuerzo. Rodeado de hipócritas aduladores que competían por su favor, el joven creció como un hedonista al que todo estorbaba y aburría. A los dos años ya había perdido a su abuelo, a sus padres y a su hermano mayor; y al morir el Rey Sol se quedó solo, bajo la autoridad de su anciano preceptor, el cardenal de Fleury, en medio de una corte de luto que hervía de ambiciones. Privado de padres, de cariño y de confidentes, arrastró toda su vida un sentimiento de desamparo del que no se pudo librar jamás. Apenas tenía 13 años cuando el equipo de gobierno que sustituyó a la Regencia, dirigido por el duque de Borbón, precipitó su matrimonio. Se temía que la fragilidad de la Corona despertara las ambiciones de las grandes familias aristocráticas, así que, anulando su compromiso con una infanta española de apenas ocho años, se aceleró el matrimonio del joven rey con la hija del rey polaco Estanislao, María Leszczynska, en 1725. Durante los primeros meses de matrimonio, el rey fue un marido atento y galante, fascinado por aquella joven siete años mayor que él que le facilitó una vacuna a la angustia que atormentaba su carácter. Tanto se encaprichó con la reina que, temiendo perder su influencia, el cardenal de Fleury arrancó del joven rey el compromiso de abstenerse del uso matrimonial durante cierto tiempo, al mismo tiempo que le buscaba una favorita manejable y ajena a la política. En una ocasión, el duque de Borbón rogó a la soberana que le organizara un encuentro privado con el monarca: cuando Luis, invitado por su esposa a sus apartamentos en lo que esperaba fuera un encuentro galante, se encontró allí con el primer ministro que criticaba al cardenal, se quedó mudo y permaneció impasible. Entonces, cuando el duque inquirió si había tenido la desgracia de disgustarle, pronunció un seco “sí” y se marchó sin despedirse. El duque cayó en desgracia y Fleury asumió la dirección de los asuntos públicos. El indolente monarca, por su parte, se zambulló por entero en las diversiones de la corte. Aunque siguió tratando con consideración a la reina, la madre de sus siete hijos, no tuvo empacho en exhibirse en Versalles junto a la amante de turno. Entre éstas destacaron las cuatro hermanas Nesle (había una quinta, la única que se le resistió), a las que el rey cortejó a veces al mismo tiempo. Aun así, cabe destacar que la relación con la segundogénita de las hermanas, Madame de Vintimille, fue profunda y que su muerte prematura, tras dar a luz a un hijo suyo, lo hundió en una depresión. A veces voluptuoso y devorado por el deseo, otras taciturno y angustiado por el pecado, por una cosa u otra Luis XV desatendía las obligaciones de la majestad. Sin embargo, cuando el cardenal de Fleury falleció en 1743, a los 90 años, tras ejercer como primer ministro desde 1726, el apático rey afirmó que presidiría él mismo el Consejo; tenía 33 años y por primera vez se sentía libre. Al año siguiente, los desastres militares durante la guerra por la sucesión al trono de Austria reclamaron la presencia del rey en Flandes. Cediendo a la petición de sus consejeros, abandonó disgustado Versalles, pero lo hizo acompañado por dos de las hermanas Nesle, la duquesa de Châteauroux y Madame de Lauraguais. En Metz las alojó en edificios contiguos al suyo, apenas separados por una galería construida para facilitar su reunión con ellas. Sin embargo, como si se tratara de un castigo divino, el rey enfermó tan peligrosamente que los médicos de Metz declararon que no podían responder por su vida. Como condición para administrarle los últimos sacramentos, el obispo de Soissons le exigió castidad y una retractación pública ante la corte. Atemorizado por la muerte, Luis XV accedió. Así que, cuando se recuperó milagrosamente, el “partido devoto” había triunfado en la corte y las amantes habían sido alejadas, aunque no por mucho tiempo. Los ruegos del pueblo por la recuperación de su rey le valieron una notable popularidad, de modo que durante un tiempo se convirtió en el “bienamado” (le Bienaimé) de los franceses. El valor personal que demostró al año siguiente en la batalla de Fontenoy, gran victoria francesa frente a una coalición anglo-alemana, redobló su prestigio. Por entonces el rey conoció a la que sería posteriormente la marquesa de Pompadour: Jeanne-Antoinette Poisson. Gracias no sólo a su atractivo, sino también a su cultura y su don de gentes la joven se mantuvo como amante oficial del rey durante 24 años, aunque al final su papel fue más bien el de una consejera. Su ascendiente sobre Luis XV le procuró un gran poder: expulsaba ministros, nombraba embajadores y distribuía cargos. El fin de la guerra de Sucesión austríaca marcó la inflexión definitiva en la imagen del monarca. Con la Hacienda arruinada, en 1749 el ministro Machault propuso un nuevo impuesto del cinco por ciento que gravaría por igual a toda la población, incluidos los privilegiados que estaban exentos del pago. Estos sectores, encabezados por los jueces de los Parlamentos (tribunales supremos), lanzaron una violenta campaña hasta lograr la caída del ministro, con el resultado de que en la guerra de los siete años (1756-1763) la monarquía francesa se quedó sin recursos para proteger las colonias en América y la India, territorios que perdió a manos de los ingleses en 1763. Su errática política fiscal y las humillantes derrotas militares, sazonadas con los escándalos de su vida privada, convirtieron a Luis XV en blanco directo del descontento popular. Muestra de ello fue el atentado que sufrió en 1757 por parte de uno de sus sirvientes, que lo apuñaló con un pequeño cuchillo de ocho centímetros. El rey perdió abundante sangre y, sintiéndose morir, pidió perdón a su mujer y confesó sus pecados, pero al tratarse de una herida superficial, sobrevivió. El regicida, Damiens, fue descuartizado y quemado, un ejemplo de rigor que horrorizó a la opinión ilustrada del país. El duque de Choiseul, al frente del nuevo equipo de gobierno, tuvo éxitos como la anexión de Lorena y la compra de Córcega, pero el monarca, considerándolo demasiado próximo a los Parlamentos, lo destituyó en 1770. Por entonces el monarca había caído en brazos de su última amante, la infame condesa Du Barry, cuya ostentosa presencia en Versalles escandalizó a todo el reino. Por eso el Jueves Santo de 1774 el abad Jean-Baptiste de Beauvais pronunció un polémico sermón de cuaresma ante el rey: “Majestad, mi deber como ministro de un dios de la verdad me manda deciros que vuestro pueblo es desdichado y Vos sois la causa”. Por si fuera poco, atacó las costumbres de la nueva camarilla política citando a Salomón, “aquel rey, harto de voluptuosidades, hastiado de haber agotado, para despertar sus sentidos marchitos, todos los placeres”, y cerró su discurso con una profecía apocalíptica tomada de Jonás: “40 días más y Nínive será destruida”. En efecto, el 10 de mayo de 1774, el rey falleció. Luis XV había dicho que tras él llegaría el diluvio. La Revolución que arrasaría con Francia de una forma sangrienta - comenxando con su familia - se cernía ya sobre el horizonte. En cuanto a la muestra en sí, se encuentra organizada en tres secciones temáticas, ofreciendo una mejor comprensión del mundo de Luis XV, centrándose en su personalidad y vida personal, sus gustos en las artes y las ciencias, así como su influencia en las artes de su tiempo, en particular la aparición del estilo Rocaille. Una exposición que estará abierta hasta el 19 de febrero del 2023.
actualidad cultural
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