SONIDOS DEL MUNDO

viernes, 31 de enero de 2020

CARLOMAGNO: El Emperador de Occidente

Fue tan gran conquistador como organizador. Amplió lo heredado y, además, consiguió convertirse en el emperador de la cristiandad. El impacto de Carlomagno en la cultura europea fue tan inmenso que su reinado, con sus logros y sus fracasos, modificó profundamente la sociedad occidental. El rey de los francos llevó a cotas incluso más ambiciosas, a una dimen¬sión continental, el proceso de expansión que venían protagonizando su dinastía y su nación desde finales del siglo VII. Fuese en la paz o en la guerra, batallando en persona o mediante legados, disfru¬tando de victorias ininterrumpidas o lamentando alguna derrota, Carlo¬magno consiguió reunir alrededor de su trono la mayor entidad territorial vista en Occidente desde la caída de Roma tres siglos antes. Este espacio inmenso abarcaba desde el Ebro hasta el Danubio y desde el mar del Norte hasta el Mediterráneo. Superaba el millón de kilómetros cuadrados y es¬taba habitado por 15 millones de per¬sonas, una enormidad para los cánones europeos de la Alta Edad Media. Era como si el hijo de Pipino el Breve hubiese res¬tablecido el imperio de los Césares. Su reinado supuso un renacimiento cultural en Europa que tuvo en Aquisgrán, la capital, un foco de irradiación. La economía también vivió un momento de relativa opulencia durante el man¬dato de Carlomagno. Fue gracias a que lo saqueado, primero, y la paz in¬terna avalada por la existencia del pro¬pio imperio, que le aseguraron la estabilidad. Se reanudaron los antiguos vínculos mercantiles con Oriente, además de darse un activo intercam¬bio de productos entre el campo y los burgos o entre las ciudades de cierta envergadura. La sociedad, en todo caso, estaba marcada por profundas desigualdades. Cuando la salud del emperador se resintió, luego de décadas en el trono, trasmitió su poder a su hijo Ludovico Pío. Se retiró de la vida pública para dedicarse a cazar en los bosques de las Ardenas. El monarca, mal abrigado, enfermó. Falleció poco después, el 28 de enero del 814. Había modelado un im¬perio institucionalmente homogéneo, que rezaba bajo el mismo signo, el de la cruz, y que había recuperado la lengua latina y otros importantes ras¬gos culturales compartidos. Su recuerdo, magnificado, repercutió desde la leyenda durante el res¬to de la Edad Media. Entre los rasgos principales de Carlomagno que guiaron su reinado podemos citar: 1.- Líder guerrero. Duran¬te la larga primera etapa de su gobier¬no, desde que empuñó por primera vez el cetro, en 768, hasta que se coro¬nó emperador, en el año 800, la guerra ocupó un papel central. Car¬lomagno encabezó en persona durante unos tres decenios campañas dirigidas a instaurar o a re¬afirmar su autoridad dentro y alrede¬dor de sus dominios. El he¬cho es que, principalmente en la etapa trascurrida hasta el año 800, Carlo¬magno consiguió duplicar los señoríos que le ha¬bían correspondido por parentesco; 2.-Diplomático. Pese a la guerra, Carlomagno em¬pleó insistentemente la vía diplomática. Fue el camino que escogió para tratar con el rey de Asturias Alfonso II y con los múltiples reyezuelos anglosajones que dominaban por entonces Ingla¬terra. También lo empleó con aquellos con quienes se repar¬tía los bloques más grandes del mundo conocido: el emperador bizantino y el califa abasí; 3.- Ferviente cristiano. A diferencia de los antiguos cé¬sares, el nuevo dirigente no era pagano, sino que abrazaba fervoro¬samente la cruz. De hecho, emulaba al emperador converso romano Constantino. Carlomagno ansiaba ver bendecida – es decir, legitimada religiosamente – la ambiciosa unidad po¬lítica que había ensamblado, así como blandir la espa¬da en nombre de la vo¬luntad divina y en defensa de la fe, o al menos que se entendiera así. Finalmente, logró ser coronado emperador en Roma la navidad del año 800 por el papa León III; 4.-Buen organizador. Carlomagno diseñó un modelo guberna¬mental para cohesionar los territorios adquiridos. Fortificó las fronteras exteriores y pacificó sus dominios. El emperador creó un gobierno cen¬tralizado que respetaba las diferencias regionales. Impulsó entre sus súbditos una noción de pertenencia al Imperio a través de un juramento oral de leal¬tad. De la justicia, la re¬caudación de impuestos y la leva de soldados, se encargaba una serie de instituciones individuales (como las representadas por inspectores y por los condes de cada comarca) y colegia¬das (los tribunales locales y la asamblea general del Imperio); 5.- Impulsor de la cultura. La enseñanza fue un instrumento fundamental en el programa conce¬bido por Carlomagno para dotar a su imperio de mecanismos con que ro¬bustecerse. Fundó la llamada escuela palatina, una reunión permanente de teólogos, fi¬lósofos, cronistas, juristas y eruditos que, congregada en torno al emperador, debía dirimir el modo de resol¬ver los problemas más diversos. Juntos convertirían la capital, Aquisgrán, en un polo cultural ca¬paz de hacer frente a la propia Bizancio. No tardarían en aparecer también centros de enseñanza en monasterios y catedrales. Tras la muerte de Carlomagno, su hijo Luís no pudo mantener su legado, el cual acabo dividido entre sus tres hijos que lucharon entre sí por la supremacía. Los reinos separados del imperio eventualmente formarían las naciones modernas de Europa y, por todas sus faltas, no podrían haberlo hecho si no fuera por su visión de propósito y habilidades naturales para liderar de tal manera que otros estuvieran ansiosos por servirlo.

viernes, 24 de enero de 2020

LA DESTRUCCIÓN DE DRESDE: El verdadero Holocausto

Fueron tres los días de dolor y muerte; entre el 13 y el 15 de febrero de 1945. El bombardeo de Dresde fue inhumano, criminal e injusto. Un monstruoso crimen de guerra inspirado en la maldad más abyecta que jamás ha sido declarado como tal porque los que lo ejecutaron fueron quienes escribieron la historia oficial de la II Guerra Mundial. Como sabéis, bajo la orden del entonces premier británico, Winston Churchill, más de 700 mil bombas de fósforo cayeron sobre unos 1,2 millones de habitantes indefensos de la ciudad de Dresde, este de Alemania; lo que no solo convirtió en ruinas a una de los mayores ciudades del norte de Europa, sino también dio lugar al mayor genocidio acaecido durante la guerra. El bombardeo de Dresde fue tan implacable que, a juicio de algunos historiadores, es el colmo de la locura de Churchill. “No quiero sugerencias en cuanto a cómo podemos desactivar la economía y la maquinaria de guerra, lo que quiero son sugerencias sobre cómo podemos asar a los refugiados alemanes en su huida de Breslau”, dijo este despiadado asesino, cuyas bestialidades pueden compararse a las cometidas por Stalin. Hacia el final de la guerra, se creó, por fin, la tormenta de fuego tan deseada por este monstruo. El demencial ataque de la Real Fuerza Aérea del Reino Unido (RAF, por sus siglas en inglés) y las Fuerzas Aéreas del Ejército de Estados Unidos (USAAF, por sus siglas en inglés) a la indefensa Dresde marcó la muerte de más de 260 mil personas quemadas vivas. No obstante, no se pudo localizar y contar los perecidos en el centro de la ciudad, debido a la temperatura de 1600 grados centígrados que predominaba en la zona. Los ciudadanos de Dresde apenas tuvieron tiempo para llegar a sus refugios y los que buscaban refugios subterráneos, frecuentemente fueron sofocados por el humo y la falta de oxigeno. Mientras que los cuerpos de otros tantos fueron derretidos. Cuando se inició el bombardeo, nadie imaginaba que en menos de 24 horas, todas esas personas inocentes perdieran la vida, gritando en medio de las llamas de la tormenta del fuego creada por Churchill. Nada les importó que Dresde fuera una ciudad hospital, llena de heridos y refugiados de guerra que huían del horror producido en otras ciudades por los comunistas. Nada les importó que Dresde no fuera un punto estratégico de ninguna relevancia militar en aquellos momentos, ni un obstáculo para el avance de las tropas aliadas. Ingleses y norteamericanos querían colmar a Stalin de satisfacción genocida, ya que así lo habían pactado en la hoja de entrega del botín a la rapiña soviética ultimada en Yalta. Es así como, mediante diversas lluvias de bombas, entre incendiarias y explosivas, en número de más de 600.000, dejaron la ciudad de Dresde en ruinas. En el primer ataque más 1800 bombas explosivas fueron lanzadas. Lo bombardearon todo, incluidos los flancos más débiles: hospitales, asilos y escuelas de niños. La ciudad temblaba en lamentos de gritos y sollozos. En el segundo ataque, el número de bombarderos se había doblado. En esta ocasión 550 bombarderos británicos Lancaster sobrevolaron Dresde. Y las bombas que llevaron en esta ocasión eran bombas incendiarias. Se lanzaron nada más y nada menos que 650.000 bombas. Con este segundo bombardeo, Dresde, joya esplendorosa del arte y la cultura alemana - conocida como por su belleza con justa razón como la Florencia del Elba - quedó reducida a cenizas. No había agua, ni alimentos, ni medicinas, ni medios suficientes para apagar las llamas de la ciudad, ni atender a los cientos de miles de heridos. Y sin embargo, el horror no había acabado. Al medio día del 14 de febrero llegó la tercera oleada de bombarderos que dejó caer otro diluvio de muerte sobre la ciudad. Esta vez fueron 311 bombarderos B-17 de las fuerzas norteamericanas acompañados de cinco cazas. Cayeron sobre la ciudad 1800 bombas explosivas y más de 126.000 bombas incendiarias. Los cazas que los acompañaban se dedicaron a ametrallar a los grupos de supervivientes que como buenamente podían, escapaban de la ciudad. A las 10 de la mañana del 15 de febrero se desplomó finalmente la Iglesia de Frauenkirche, el símbolo de la ciudad. Pero aún así, aún hubo un último ataque aéreo de menor consistencia esta vez. Los B17 estadounidenses arrojaron otras 460 bombas incendiarias más. Luego de aquellos infames días, el horror continuó, ya que los incendios tardaron varios días en apagarse y los muertos se acumulaban por toda la ciudad. A la nube tóxica producida por los vapores de las bombas, el fuego, las cenizas, la falta de aire respirable, se unía el riesgo de enfermedades. El 25 de febrero, miles de cuerpos tuvieron que ser incinerados, sin identificar, en la actual plaza del mercado viejo. 25.000 fueron enterrados en el cementerio. Al respecto, la revista Das Reich ("El Imperio") del 4 de marzo de 1945 en el artículo "Der Tod von Dresden" ("La muerte de Dresde") afirmo: "En la medianoche apareció en el cielo al rojo vivo del valle del Elba una segunda flota aérea británica que con bombas altamente explosivas y con su armamento de a bordo causó una carnicería sobre la muchedumbre que estaba en las zonas verdes, tal como podría haberlo inventado la imaginación de un Ilia Ehrenburg." Historiadores “oficiales”, tendentes a minorizar los efectos criminales del bombardeo anglo-estadounidense, han cifrado las víctimas en 20 mil; otros en 40 mil… El rigor de los estudios contrastados, sin embargo, manifiesta que fueron más de doscientos cincuenta mil las víctimas mortales del ataque anglo-estadounidense sobre Dresde entre las víctimas directas y aquellos heridos que fallecerían en días posteriores. No cabe duda que esta atrocidad cometida tiene que ser colocada en el tope de los más siniestros de todos los tiempos. Un monstruoso crimen de guerra donde no hubo castigo alguno para los responsables de esa masacre, que no está en la conciencia colectiva de los ciudadanos occidentales, el cual ademas está borrado de la historia “oficial” por quienes encierran tras el escaparate de la ‘democracia’ y el comunismo, los mayores actos genocidas del pasado siglo. A escasos días del 75 aniversario de la destrucción de la ciudad - que tras la reunificación alemana esta en plena reconstrucción, aunque falta mucho por hacer - es justo y necesario hacer un homenaje a las victimas de semejante atrocidad. Dresde ha renacido de sus cenizas, sin embargo el infierno vivido en 1945 por las bombas anglo- estadounidenses no deben olvidarse jamás.

viernes, 17 de enero de 2020

LA ENIGMÁTICA PIEDRA DE RÖK: ¿Esconde realmente algún terrible secreto?

Cerca del lago Vättern, en Ostergötland, en el sur de Suecia, se alza la inscripción rúnica más grande y más larga del mundo: la piedra de Rök. Esta famosa inscripción, que mide 2,5 metros de alto (otro metro se encuentra bajo tierra) contiene más de 700 runas que cubren por completo sus cinco lados. El significado de esta inscripción continúa siendo de difícil interpretación para los investigadores, ya que el texto no está completo y contiene diversas formas de escritura. Algunos investigadores creen que el texto hace referencia a Teodorico el Grande y se refiere a actos heroicos llevados a cabo por el rey de los ostrogodos. Existe, sin embargo, un consenso respecto a su dedicación. Al parecer fue erigida como un monumento conmemorativo por parte de un tal Varin en memoria de Vemoda, su hijo fallecido. Ahora, un estudio llevado a cabo por investigadores de tres universidades suecas y publicado en Futhark: International Journal of Runic Studies sugiere que este monumento, levantado en el siglo IX, refleja el temor a una crisis climática. Los autores del estudio creen que las inscripciones aluden a la llegada de un inminente período de frío extremo. "La clave para desbloquear la inscripción fue el enfoque interdisciplinario. Sin las colaboraciones entre el análisis textual, la arqueología, la historia de las religiones y la runología habría sido imposible resolver los enigmas de la piedra rúnica de Rök. La inscripción refleja la angustia provocada por la muerte de un hijo y el temor a una nueva crisis climática similar a la catástrofe ocurrida después del año 536", comenta Per Holmberg, profesor de sueco en Universidad de Gotemburgo y director del estudio. En el año 536 tuvieron lugar una serie de fenómenos climáticos extremos que provocaron un período de bajas temperaturas, malas cosechas, hambre y muerte en todo el mundo. También en Escandinavia. Este período se conoce con el nombre de Pequeña Edad de Hielo de la Antigüedad Tardía. De hecho, según Bo Gräslund, profesor de Arqueología de la Universidad de Uppsala: "Antes de que se erigiera la piedra rúnica de Rök, ocurrieron una serie de eventos que debieron parecer extremadamente siniestros: una poderosa tormenta solar tiñó el cielo de dramáticos tonos rojizos, el rendimiento de los cultivos se resintió a causa de un verano extremadamente frío, y más tarde ocurrió un eclipse solar justo después del amanecer. Incluso uno de estos eventos habría sido suficiente para aumentar el temor a otro Fimbulwinter (un signo del fin del mundo en la mitología nórdica)". Según esta nueva interpretación, la inscripción consta de nueve acertijos: la respuesta a cinco de ellos es el Sol, otro acertijo pregunta quién estaba muerto y ahora vive y los cuatro restantes versan sobre el dios Odín y sus guerreros. Según explica Olof Sundquist, profesor de Historia de las Religiones de la Universidad de Estocolmo: "La poderosa élite de la Era Vikinga se veía a sí misma como garante de buenas cosechas. Eran los líderes del culto que mantenían unido el frágil equilibrio entre la luz y la oscuridad. Y finalmente en Ragnarök [la batalla del fin del mundo] lucharían junto a Odín en la batalla final por la luz". Esta nueva lectura de la inscripción de la piedra de Rök coincidiría así con las narraciones históricas y mitológicas plasmadas en otros textos vikingos.

viernes, 10 de enero de 2020

DESDE PERSEPOLIS HASTA PASARGADA: ¿Qué sitios culturales de Irán amenaza Donald Trump con destruir?

Como sabéis, el Criminal de Guerra Donald Trump luego de asesinar a un importante general iraní la semana pasada, amenazo grotescamente con destruir importantísimos sitios culturales iraníes - catalogados por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad - si Teherán respondía a ese atroz crimen cometido, lo que ha generado una condena generalizada de importantes instituciones ante esta monstruosa posibilidad, lo cual según la ley internacional es un grave delito. ¿Quién en su sano juicio puede “justificar” el bombardeo de Persépolis, Susa o las mezquitas de Isfahan? Solo los dementes pueden verlos como una "amenaza" colocándose en el mismo plano que el vandalismo que practicaron sus protegidos de ISIS en Palmira y Mosul. La destrucción de tesoros culturales en la guerra está específicamente prohibida bajo la convención de La Haya de 1954 y los protocolos posteriores, lo cual por lo visto a este impresentable sujeto no parece importarle en lo más mínimo. Irán es una república del golfo Pérsico con importantes sitios históricos que datan del milenario Imperio Persa. Estas son solo algunas de ellas: Susa: Según la tradición persa fue la primera ciudad del mundo, fundada por el legendario Rey Hushang y fue la capital del reino de los Elamitas. En el 530 a.C., Ciro el Grande, que dominaba desde el Mar Egeo hasta el Río Oxus la nombró capital del Imperio Persa, no sólo por su importante ubicación estratégica sino por las virtudes de las aguas de su río, célebres por su pureza.El arqueólogo William Loftus la redescubrió en el año 1850, identificando algunos de los restos que pertenecían a la Susa de los tiempos clásicos: La Acrópolis, la Apadana, la Ciudad Real y la Ciudad de los Artesanos. En la Apadana se erguía el Gran Palacio del Rey Darío, mencionado en la Biblia, en el Libro de Ester; estaba decorado con mosaicos esmaltados de colores delicados, diseñados y montados por artesanos de Babilonia. Entre las numerosas figuras que adornaban sus paredes figuran un par de genios alados o esfinges de setenta centímetros de alto que oficiaban de guardianes; Persépolis: Capital del imperio aqueménida fundada por Darío I en el año 518 a.C. fue construida sobre una inmensa terraza, natural y artificial a la vez, en la que el «rey de reyes» erigió un espléndido conjunto palaciego de proporciones colosales, inspirado en los modelos mesopotámicos.
Destruida por Alejandro Magno durante la conquista de Persia, este sitio arqueológico es único en su género por la cantidad y la calidad de los vestigios monumentales que contiene; Isfahán:
Construida por el sah Abás el Grande a principios del siglo XVII, la plaza del Imán está flanqueada por edificios monumentales unidos entre por una serie de arcadas de dos pisos. Este sitio es famoso por la Mezquita Real (o mezquita del Imán), la mezquita del jeque Lotfollah, el magnífico pórtico de Qeysariyé y el palacio timúrida del siglo XV. Todos estos monumentos son un importante testimonio de la vida social y cultural en la Persia de los sefévidas; Tajt-e Soleimán: Este sitio arqueológico se halla en un valle del noroeste del Irán situado en medio de una región de montañas volcánicas. En él se encuentran el santuario zoroástrico más importante – que fue parcialmente reconstruido en época de los iljaníes (siglo XIII) – y un templo del periodo sasánida (siglos VI y VII) dedicado a la diosa Anahita. Además de su importante valor simbólico, los monumentos de este sitio – y más concretamente el trazado global y el diseño del templo del fuego y el palacio – influyeron considerablemente en el desarrollo de la arquitectura islámica; Pasargada: La ciudad de Pasargada, fundada en el siglo VI a.C. por Ciro II el Grande en la región de Pars, cuna del Imperio Persa, fue la primera capital de la dinastía de los aqueménidas. Sus palacios y jardines, así como el mausoleo de Ciro, no sólo constituyen una muestra excepcional de la primera fase del arte y la arquitectura aqueménidas, sino también un testimonio ejemplar de la civilización persa. Además del mausoleo de Ciro II, entre los vestigios arqueológicos dignos de mención de este sitio de 160 hectáreas, cabe destacar la terraza fortificada denominada Tall-e Tajt y el conjunto arquitectónico palacial formado por un pórtico de entrada, una sala de audiencias, aposentos reales y jardines. Pasargada fue la capital del primer gran imperio multicultural del Asia Occidental, que se extendía desde Egipto y las orillas del Mediterráneo Oriental hasta las del río Indo. Se estima que ese imperio fue el primero en respetar la diversidad cultural de sus distintos pueblos. Esta característica ha quedado reflejada en la arquitectura de los aqueménidas, que sintetiza los aportes culturales de las diferentes poblaciones gobernadas por esta dinastía;
Soltaniyeh: El mausoleo de Ölŷeytü
fue construido entre 1302 y 1312 en la ciudad de Soltaniyé, antigua capital de la dinastía mongol de los iljaníes. Situado al nordeste del Irán, en la provincia de Zanyán, a unos 240 km de Teherán, este monumento es uno de los ejemplos más notables de las realizaciones arquitectónicas persas y ha tenido una importancia decisiva en el desarrollo de la arquitectura islámica. El edificio del mausoleo es de forma octogonal y está rematado por una majestuosa cúpula doble de 50 metros de altura. Recubierta con azulejos turquesa y rodeada por ocho minaretes altos y esbeltos, esta cúpula es la más antigua de todo el Irán en su género. La ornamentación interior del mausoleo es admirable y el eminente especialista A. U. Pope lo ha calificado de “precursor del Taj Mahal”; Behistún: El sitio de Behistún está situado al borde una antigua ruta comercial que unía el altiplano iraní con Mesopotamia y conserva vestigios arqueológicos que van desde los tiempos prehistóricos hasta la época de los iljaníes, pasando por los periodos de dominación de medos, aqueménidas y sasánidas. El monumento principal de este sitio arqueológico es el bajorrelieve con inscripciones cuneiformes que ordenó ejecutar Darío I el Grande cuando accedió al trono del Imperio Persa en el año 521 a.C. En el bajorrelieve se presenta a Darío con un arco, símbolo de la soberanía, hollando el pecho de un personaje que yace de espaldas delante de él. Según la leyenda, el personaje es Gaumata, el mago medo pretendiente al trono persa que Darío asesinó, abriéndose así paso hacia el poder. Debajo del bajorrelieve, y a su alrededor, hay una inscripción de unas 1.200 líneas que relata la historia de las batallas libradas por Darío en los años 521 y 520 a.C. contra los sátrapas que intentaron desmembrar el imperio fundado por Ciro el Grande. La inscripción está redactada en tres lenguas: elamita, babilonio y persa antiguo. El texto más antiguo es el elamita, que refiere una serie de leyendas sobre el rey y las rebeliones que aplastó. El texto en babilonio narra leyendas análogas. La última parte de la inscripción, redactada en persa antiguo, es especialmente importante, porque es la primera vez que se hace mención a la gesta de Darío en esta lengua. Otro motivo por el que este bajorrelieve es muy importante es que se trata de la única
inscripción monumental aqueménida conocida sobre la restauración del Imperio Persa por este monarca. Este monumento atestigua los intercambios recíprocos entre las culturas que influyeron en el desarrollo del arte monumental y la escritura en el territorio del Imperio Persa. En Behistún se conservan también vestigios del periodo medo (siglos VIII a VII a.C.), del aqueménida (siglos VI a IV a.C.) y de épocas posteriores;  Golestán: El lujoso palacio es una obra maestra de la era Qayar que integra con éxito antiguas técnicas artesanas y arquitectónicas persas con influencias occidentales. El recinto palaciego, uno de los complejos arquitectónicos más antiguos de Teherán, se convirtió en sede del gobierno de la familia Qayar, que llegó al poder en 1779 e hizo de Teherán la capital del país. Construido en torno a un jardín con estanques y parterres, los rasgos más característicos del palacio y sus ornamentos más ricos remontan al siglo XIX. Llegó a ser un centro de las artes y de la arquitectura - de la que es ejemplo sobresaliente - qayaríes y ha seguido siendo una fuente de inspiración para los artistas y arquitectos iraníes hasta la actualidad. Es una muestra de un estilo innovador que combina artes y artesanías tradicionales persas y elementos de la arquitectura y la tecnología del siglo XVIII. Venga ya, estas son solo algunas de las maravillas que esa bestia humana en su locura homicida piensa destruir. No hay que permitírselo.

viernes, 3 de enero de 2020

UN ENIGMA POR RESOLVER: La misteriosa ruta de los Reyes Magos

Quizá la noche más mágica del año sea la de Reyes. Como sabéis, la historia de tres Reyes Magos que viajaron miles de kilómetros para adorar a un recién nacido impregna de cierto enigma el final de las fiestas navideñas. Un relato que despierta el interés, no sólo por quienes eran realmente Gaspar, Melchor o Baltasar, sino por descubrir cuál fue el camino que eligieron para llegar desde Oriente a Belén. Para los historiadores de la Biblia existen diversos elementos para deducir cuál fue la ruta elegida para transportar el incienso, la mirra y el oro que sirvieron para adorar al niño Jesús. No hay unanimidad. El debate gira en torno a cuatro posibles rutas. El evangelio de San Mateo, un cuadro, astrónomos chinos y la historia son las herramientas con las que los expertos han intentado esclarecer el camino elegido por los tres sabios que este domingo visitarán todas las casas para dejar sus regalos. “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”. Estos versículos constituyen la única referencia evangélica a los tres “magos”. Para los historiadores religiosos el evangelio de Mateo es la principal pista de toda la investigación, ya que estos versículos narran la visita de unos sabios venidos de Oriente en un tiempo sin determinar que siguen una estrella, pero con detalles fundamentales para averiguar su procedencia. Precisamente el tiempo es una de las claves para deducir la ruta que siguieron Melchor, Gaspar y Baltasar. Según explica Mateo, la residencia de José y Maria en Belén culmina con la visita de los “Sabios de Oriente”, en un momento impreciso después del nacimiento. Mateo escribe que los sabios encuentran al niño y a su madre en una “casa” y no en un establo. Además, Mateo convierte en coprotagonista de la visita de los Reyes Magos al infame rey Herodes. Una aparición nada badalí, ya que este ordenó la masacre de los niños inocentes nacidos desde dos años antes al enterarse del regreso sigiloso de los magos a Oriente sin avisarle del lugar del nacimiento de Jesús tal como habían quedado, por lo que en su mente enferma creyó que todo era parte de una conspiración para derrocarlo. A todo esto hay que sumar un aspecto filológico que es el participio aoristo particular del griego que utiliza Mateo con el verbo nacer del versículo 2. Esta forma verbal tiene un matiz de indeterminación temporal que tanto podría traducirse como “nació” o “ha nacido” y, por tanto, no significa que Jesús sea un recién nacido. De estos tres datos se deduce que José, María y Jesús estuvieron un período más largo que corto en Belén, quizá de dos años, que facilitaría la visita de tres sabios orientales tras un largo viaje siguiendo una estrella. Una vez establecido que los Reyes Magos pudieron tomarse su tiempo para llegar a Belén, dos teorías explican su origen persa y un detalle histórico lo confirmaría, y es el cuadro de la Natividad en la iglesia de Belén. Cabe recordar que en el año 614, los persas no la destruyeron durante su invasión a Tierra Santa porque vieron en ella imágenes de los tres sabios con atuendos típicos de su país. De otro lado, en el libro The Star of Bethlehem del astrónomo Mark Kidger (Princeton University Press, 1999), se concluye que la estrella que Melchor, Gaspar y Baltasar utilizaron como GPS no fue ningún cometa, sino probablemente una Nova - que Kidger bautiza como DO Aquilae - que además fue constatada por astrónomos chinos y coreanos a mediados de marzo del año 5 antes de Cristo. Teniendo en cuenta que Jesús nació entre el invierno del año 7 y marzo del 6 tiene todo el relato que escribe Mateo sobre cómo los tres sabios siguieron la estela y llegaron a tiempo de adorar el niño Jesús. Un tiempo que hubiera permitido a los tres sabios cruzar Oriente para llegar antes que la familia de Jesús abandonara Belén. Los astrónomos chinos y coreanos que detectaron “un objeto celeste muy brillante” se situaría en las modernas constelaciones de Capricornio y Aquila y hubiera sido visible aproximadamente durante tres meses. Primero al este, cuando la hubieran visto en una posición baja; y luego al sur - Belén está al sur de Jerusalén - según un cambio astronómico de 90 grados de sureste a suroeste. La Nova que propone Kidger es un elemento de plausibidad histórica alrededor del nacimiento de Jesús, no del momento de su nacimiento, sino que dataría la llegada a Belén de unos sabios astrónomos (o astrólogos) de Oriente entre marzo-mayo del año 5 aC, cuando Jesús nació muy probablemente entre el 7 y 6 aC. Este intervalo de un año y medio a dos años cuenta con un aliado extraordinario y es el plazo que Herodes marcó para masacrar a los niños luego del nacimiento de Jesús: dos años (Mt, 2, 16). Finalmente, ahora cabe definir qué ruta eligieron los sabios para adorar al niño. Los historiadores se debaten entre dos posibles rutas que utilizaron para realizar tal viaje. Una primera, la que en un principio tuvo más adeptos fue que los Reyes utilizaron la Ruta del Incienso, una vía comercial que unía Egipto y la India por la península Arábiga. Siguiendo esta ruta, se establece que Melchor, Gaspar y Baltasar procedían del norte del actual Yemen, de la ciudad de Hadramut. Atravesaban la península Arábiga hasta Egipto y de este penetraban en Judea hasta Belén. El conocimiento, su uso común y su paso seguro hacían plausible que los Reyes Magos utilizaron esta vía. Sin embargo, la teoría que más ha ganado en los últimos estudios es la que afirma que partieron de Persépolis, capital del Imperio Persa, hasta Babilonia, atravesando luego Siria, Líbano y Palestina para llegar en Belén, una ruta con un trecho de casi 2.000 kilómetros. Ello debido a que las propias Escrituras los describen como procedentes de Persia y no de Arabia o Yemen, siguiendo a una misteriosa estrella. En cualquier caso, sea cual haya sido la ruta elegida, la magia llega de un modo u otro cada mañana del seis de enero al momento de abrir los regalos que sus Majestades dejaron al pie del Árbol. ¡Feliz Día de Reyes!
actualidad cultural
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