SONIDOS DEL MUNDO

viernes, 28 de mayo de 2021

CAVIAR MODEL EXCELLENCE 24K: Un auto de oro para no pasar nunca desapercibido

Como sabéis, el Tesla Model S se considera un coche de alta gama tanto por las prestaciones que ofrece como por el precio por el que se comercializa. Sin embargo, este quizá no sea lo suficientemente único o exclusivo para algunos compradores. Por suerte, la marca rusa Caviar ha decidido crear una versión limitada de ese mismo vehículo para aquellas personas para las que no sea suficiente. A pesar de que esta compañía se dedica generalmente a personalizar iPhones, ha llegado el momento de innovar y sorprender a los nuevos clientes con un excéntrico coche en oro. Bautizado como Caviar Model Excellence 24K, en realidad no es más que un Tesla Model S Plaid, pero que se caracteriza por tener diversos elementos en oro de 24 quilates. Entre ellos se incluyen las rejillas del frontal y algunos cromados del vehículo. El oro se percibe también en el interior del coche, donde el nuevo volante tipo avión de Tesla o en los bordes de la pantalla central para el sistema de infoentretenimiento cuenta con un llamativo color dorado. Además, en la consola central hay más toques de dorado, aunque de forma más sutil que otras partes del coche. Por supuesto, esta preparación se dirige a un nicho de mercado muy específico, con clientes muy adinerados de cualquier parte del mundo a los que les gusta presumir de sus lujosas pertenencias. "Imagínese al volante de este coche de color petróleo con deslumbrantes destellos de oro", afirma Caviar. “No solo está conduciendo el automóvil del futuro. Esta es una nueva palabra en la modificación de automóviles de lujo. Si crees que se girarán y te mirarán con admiración, no te equivocas. Eso es exactamente para lo que está hecho el modelo Caviar Excellence 24K”, agrega la marca en su página web. Esta versión como podéis imaginar, tiene un coste de 247.148 euros, más que el Tesla Model S Plaid estándar. El sobreprecio, además de por los elementos de oro que incorpora, se debe a la exclusividad. Y es que del Caviar Model Excellence 24K se fabricarán tan solo 99 unidades, por lo que, quien se haga con una, tendrá una versión del Model S casi única. Cabe agregar que si bien el Tesla Model S Plaid se presentó oficialmente en septiembre del 2020, fue recién en enero del 2021 cuando la marca norteamericana reveló más detalles de la mano del rediseño interior. El Tesla Model S Plaid tiene una autonomía estimada de 628 kilómetros, promete una aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 2,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 322 km/h. Tesla, además, comercializa una versión conocida como Plaid+ que tiene una autonomía estimada de 837 km, acelera de 0 a 100 km/h en menos de 2,1 segundos y alcanza la misma velocidad máxima.

viernes, 21 de mayo de 2021

TAMERLAN: El señor de la destrucción

En la historia de Asia Central hay dos monstruos que despiertan tanta admiración como terror, dependiendo desde dónde se miren. El primero es Genghis Khan, el caudillo mongol que logró la proeza de unificar a las tribus nómadas en un mar de sangre y crear uno de los imperios más extensos de la historia y del cual ya nos ocupamos anteriormente. El segundo es Amir Timur, más conocido como Tamerlán, que a casi dos siglos de ocurrido, intentó repetir la proeza. Si bien no consiguió igualar las conquistas de Genghis Khan, Tamerlán fue el último gran emperador de las estepas y su trayectoria refleja en parte la del caudillo mongol: desde una modesta posición al frente de uno entre tantos pueblos nómadas logró unir a muchos otros mediante la guerra y la audacia, y dejó como legado un imperio cuya influencia perduraría a lo largo de los siglos, aunque sus sucesores no lograran conservar su unidad. E incomprensiblemente al igual que Genghis Khan, ha sido elevado a la categoría de “héroe nacional” en su tierra de origen, el actual Uzbekistán, mientras que en lugares que sufrieron el ataque de sus ejércitos su recuerdo es maldecido. Timur nació en Kesh (Uzbekistán) en una familia noble de los barlas, un grupo turco-mongol que gobernaba la región histórica de Transoxiana; según la tradición su nacimiento se produjo el 9 o el 10 de abril de 1336, aunque no existe ningún registro histórico que lo corrobore. Tampoco se sabe mucho de su juventud, salvo por el incidente que le procuró su nombre: Tamerlán proviene de Timür-e lang, que en persa significa “Timur el cojo”; según una leyenda, la causa de su cojera fue una flecha lanzada por un granjero al que trató de robar su ganado. Los barlas debían obediencia al kanato Chagatai, fundado por uno de los hijos de Genghis Khan, pero cuyo poder era disputado por otros reyes vecinos. Prestando apoyo y retirándolo a quien más le convenía en cada momento, Timur fue ganando poder hasta convertirse de facto en el líder militar que podía decidir quién conseguía la hegemonía. Pero a pesar de su enorme poder no podía reclamar el título de khan, que solo podían llevar los descendientes directos de Genghis; como tampoco el de califa, que correspondía -al menos, en teoría- a los parientes de Mahoma. Por ello tuvo que conformarse con el de amir (rey o comandante) y colocar a miembros de la dinastía de Chagatai como soberanos títeres. Aun así, hacia 1370 su poder al frente del khanato era total y decidió que había llegado el momento de ser también soberano de nombre. Mediante el matrimonio con una princesa de la dinastía Chagatai, consiguió la legitimación dinástica que le faltaba y luego traicionó a su cuñado. Tras derrotarlo y hacerlo asesinar, se proclamó en Samarcanda heredero de la dinastía Chagatai y restaurador del imperio mongol. El nuevo “emperador” dedicó los años siguientes a subyugar a las dinastías vecinas, empezando por las de etnia mongol para eliminar posibles competidores por el título. La gran fragmentación política que siguió a la desintegración del imperio de Genghis Khan le favoreció enormemente y supo usar la espada, la estrategia y la diplomacia según convenía en cada momento para expandir el territorio bajo su dominio. A pesar de proclamarse heredero del imperio mongol, su imperio nunca alcanzó ni de lejos la enorme extensión que llegó a conquistar Genghis Khan. En su apogeo se extendía desde el Cáucaso hasta el golfo de Omán y desde el Éufrates hasta el Indo, con un corredor que penetraba hasta Delhi: en total, 4.4 millones de kilómetros cuadrados frente a los 24 que llegó a tener el imperio mongol. Si Genghis Khan se hizo famoso por la brutalidad de sus ejércitos, Tamerlán no le fue a la zaga. Perdonaba a las ciudades que se le rendían inmediatamente, pero las que ofrecían resistencia o se rebelaban eran devastadas sin piedad. Así sucedió en Persia con la ciudad de Herat, que se negó a rendirse y fue reducida literalmente a escombros; y con Isfahán, que se rebeló contra los recaudadores de impuestos. Las represalias en ambos casos ascendieron a cientos de miles de víctimas, convirtiendo las conquistas de Tamerlán en las más sanguinarias de la historia medieval. Esa brutalidad, no obstante, fue acompañada de una intensa actividad diplomática. Tamerlán recibió embajadas de todos los rincones del Viejo Mundo, desde China hasta Inglaterra y España. Precisamente una de las fuentes contemporáneas más importantes sobre Tamerlán y su imperio procede de la embajada de Ruy González de Clavijo, enviado del rey Enrique III de Castilla en 1404, que quería ganarse su apoyo para hacer frente común contra los otomanos. El embajador fue muy bien recibido por el emperador en Samarcanda, la capital que había embellecido con materiales lujosos procedentes de todos los rincones de su imperio; a su regreso a Castilla escribió su crónica Embajada a Tamerlán, que ha sido comparado con el Libro de las maravillas de Marco Polo. Lo cierto es que, a pesar de la crueldad que demostró como comandante, Tamerlán es descrito también como un hombre culto y con conocimientos sorprendentemente amplios para alguien que no sabía leer ni escribir. El gran historiador Ibn Jaldún, que lo conoció personalmente en Damasco, destacó de él su inteligencia y talento para la argumentación. Tamerlán y sus sucesores demostraron una notable tolerancia de pensamiento -siempre y cuando fuese acompañada del sometimiento militar- y protegieron las artes y las ciencias; especialmente su nieto Ulugh Beg, que hizo construir un observatorio astronómico en Samarcanda. En el ámbito arquitectónico, el Imperio Timúrida es considerado el Renacimiento de Asia Central y su influencia puede apreciarse fácilmente en dos de los grandes imperios que le sucedieron: el mogol en India y el safávida en Persia. Pero el esplendor de ese imperio fue efímero. Como había sucedido con el imperio mongol, tras la muerte de su fundador el territorio unificado a costa de tanta sangre quedó dividido entre sus hijos, que pronto empezaron a guerrear entre ellos para engrandecer sus dominios. La mano de hierro de Tamerlán era lo único que mantenía unido un imperio tremendamente heterogéneo y sin esqueleto político. El emperador que había dedicado toda su vida a guerrear tratando de emular a Genghis Khan murió, como no podía ser de otra manera, cuando estaba preparando una campaña contra la China de los Ming: fue en su cuartel de invierno, cerca de la frontera, donde una enfermedad no especificada acabó con él en febrero de 1405. Su cuerpo fue trasladado a Samarcanda, embalsamado y enterrado en el mausoleo de Gur-e Amir (“tumba de los reyes”), que sería también la última morada para algunos de sus descendientes, como Ulugh Beg. En la lápida hay una inscripción que dice: “Si yo me levantase, el mundo entero temblaría”. Casualidad o no, el día en que sus restos fueron exhumados para examinarlos -el 22 de junio de 1941- Hitler rompió su alianza con Stalin e invadió la URSS. Pero ello, es otra historia.

viernes, 14 de mayo de 2021

IGLESIA DEL SALVADOR SOBRE LA SANGRE DERRAMADA: Para no olvidar

También llamada Iglesia de la Resurrección de Cristo se encuentra ubicada en San Petersburgo, situada en la orilla del canal Griboyédova (nombrado en honor de Aleksandr Griboyédov) cerca del parque del Museo Ruso y de la Avenida Nevski. El nombre oficial en ruso es Собор Воскресения Христова, que significa Catedral de la Resurrección de Cristo, y fue construida sobre el lugar donde el zar Alejandro II de Rusia fue asesinado, víctima de un atentado el 13 de marzo de 1881 (1 de marzo para el calendario juliano, en vigor en esa época). La iglesia fue diseñada en estilo ecléctico conjuntamente por el arquitecto Alfred Parland y el archimandrita Ignati (nombre secular Mályshev), rector del monasterio Tróitse-Sérguievski. La construcción de la iglesia se inició en1883 durante el reinado de Alejandro III, como conmemoración a su padre asesinado en ese mismo lugar dos años antes. Los trabajos concluyeron en1907 bajo el reinado de Nicolás II: los fondos necesarios procedieron de las arcas de la familia imperial y de numerosas donaciones privadas. A finales de marzo de 1883, el Zar aprobó la composición de la Comisión de Consolidación con el Gran Duque Vladímir Aleksándrovich como su director. La primera sesión de la Comisión decidió el nombre del templo, como la Iglesia de la Resurrección de Cristo, como lo sugirió el archimandrita Ignati. Un fragmento de la barandilla de hierro fundido, pedazos de granito y algunas piedras manchadas de sangre deAlejandro II fueron retirados del lugar para mantenerlos como reliquias en la capilla en la Plaza de Konyúshennaya. Posteriormente, volvieron a donde pertenecían y se erigió un pabellón sobre el lugar, como solía hacerse en las tradiciones de la arquitectura rusa. El 6 de octubre de 1883, se celebró la ceremonia de colocación de la primera piedra con asistencia del metropolitano Isidoro de San Petersburgo y Nóvgorod y miembros de la familia imperial. La Iglesia de la Resurrección tardó 24 años en construirse. Este lapso relativamente largo puede ser atribuido a la decoración abundante y variada y al uso en la construcción de técnicas de ingeniería innovadoras en la época. Los cimientos de estacas fueron abandonados por primera vez en la historia de San Petersburgo, a favor de unos de cemento. Se desarrolló un sofisticado aislamiento hidráulico para proteger a la iglesia de las aguas del canal. Se instalaron después la calefacción de vapor y sistemas eléctricos. El 19 de agosto de 1907, el Metropolitano Antonio de San Petersburgo y Ládoga consagró la iglesia. El nuevo templo se levantó junto al canal Griboedova(anteriormente llamado Canal de Catalina) para perpetuar la memoria del emperador asesinado, Alejandro II. Durante la Segunda Guerra Mundial y el bloqueo de la ciudad, una bomba cayó encima de la cúpula más alta de la iglesia. Afortunadamente la bomba no explotó y se encontró dentro de la cúpula de la iglesia durante 19 años. Sólo cuando los obreros subieron a la cúpula para reparar las goteras, la bomba fue encontrada y retirada. Entonces se decidió comenzar la restauración de la Iglesia. Así, luego de 27 años de trabajo, fue inaugurada como museo estatal donde los visitantes pueden conocer la historia del asesinato de Alejandro II. Como podéis imaginar, se trata de es una de las iglesias más significativas en San Petersburgo. Su composición vibrante, pictórica y la decoración multicolor lo convierten en un punto destacado y distintivo en la arquitectura del entorno del centro de la ciudad. La Iglesia de San Salvador puede ser correctamente llamada un monumento de "estilo ruso" en San Petersburgo. Conforme a lo solicitado por Alejandro III, Alfred Parland diseñó la iglesia en el estilo del siglo XVIII y la arquitectura de Moscú y Yaroslavl. El imaginariamente reelaboró las ideas de la arquitectura eclesiástica de la época de Prepetrine para crear una iglesia que personifica el templo ortodoxo ruso. El plan de la iglesia es una estructura compacta de cinco cúpulas, se completa con tres ábsides semicirculares en la parte este y un enorme pilar como la torre de campana en el extremo oeste. El techo de carpa octogonal de la torre ocupa la posición central. Este elemento tiene una estrecha afinidad con una serie de iglesias monumentales conmemorativas que datan del siglo XVI al XVII. La Iglesia es de ladrillo rojo y marrón, toda la superficie de sus paredes está cubierta de adornos elaborados y detallados, similares a los producidos por maestros del siglo XVII en Moscú y Yaroslavl. Bandas y cruces de ladrillo de color, azulejos policromados establecidos en los huecos de la pared, "shirinka", azulejos en el techo de las torres y techos de tiendas ábside, pequeños arcos de calado, las columnas en miniatura y kokoshniki (arcos de ménsula) de mármol blanco. Los mosaicos desempeñan un papel importante en la creación de aspecto festivo de la Iglesia acentuando los elementos arquitectónicos principales: kokoshniki, puertas de dique, y frontones. Las cinco cúpulas centrales de la Iglesia son únicas, chapadas en cobre y esmalte de diferentes colores, que recuerdan a las cúpulas policromadas de la Catedral de San Basilio en Moscú, que a menudo es comparada a la Iglesia de la Resurrección, a pesar de su diferencia total en la ordenación del territorio. Las cúpulas más pequeñas en forma de cebolla sobre los ábsides y la cúpula del campanario son, como es habitual, doradas. El nivel inferior de la torre del campanario está decorado con 134 mosaicos de escudos de armas de las provincias y ciudades rusas que hicieron donaciones para la construcción de la iglesia. Estos escudos de armas componen la colección heráldica única. La Iglesia de la Resurrección de Cristo fue concebida como una de las principales iglesias de la capital imperial, diseñada para servir como un recordatorio de las grandes hazañas realizadas por el zar Alejandro II, el Libertador y convertida desde entonces en uno de los iconos de la ciudad.

viernes, 7 de mayo de 2021

GROTESCO E IRRESPETUOSO: El esqueleto de un caballo sobre la tumba de Napoleón que escandaliza a Francia

Era de imaginar. Y es que el esqueleto del caballo preferido de Napoleón suspendido sobre la monumental tumba del Emperador, una instalación “artística” con motivo del bicentenario de su muerte, esta en el centro de la polémica y escandaliza a los franceses. La obra, que sale de la imaginación del “artista” Pascal Convert, verá la luz este viernes, a dos días de los actos de conmemoración de la muerte de Napoleón, pero la filtración de las imágenes de la misma ha provocado ya una enorme polémica. “Es una total falta de respeto al personaje y al lugar, que es una necrópolis nacional”, dijo el historiador Thierry Lentz, director de la Fundación Napoleón, que se ha colocado al frente de la oposición a esta obra. Convent elevo sobre la tumba del Emperador, situada bajo la cúpula dorada de la capilla del Palacio de los Inválidos de París, el esqueleto de Marengo, el magnífico corcel que Napoleón cabalgó en la batalla de Waterloo. El ejemplar fue capturado por las tropas de Wellington aquel 18 de junio de 1815 y trasladado al otro lado del Canal de la Mancha, donde fue considerado un botín de guerra, y cuyo esqueleto a su muerte, fue expuesto en el Museo Nacional del Ejército como símbolo de la victoria. Como Londres no ha querido prestar la reliquia alegando ‘su deteriorado estado’, Convent ha fabricado una réplica en tres dimensiones de alta definición en un sofisticado material sintético. “¡Plástico!”, gritan en las redes sociales sus detractores, que añaden a las acusaciones de profanación, las del sacrilegio de usar algo tan poco noble. Lentz trata de calmar los ánimos, pero no lo ha conseguido. El especialista, una de las voces más reconocidas en el país en la defensa de la figura del emperador, arrastra sin embargo a otros colegas, algunos de los más prestigiosos estudiosos del periodo bonapartista, escandalizados por una obra irrespetuosa de la memoria del Emperador. “¡Que lo hagan en otro lugar, pero no en la tumba de Napoleón! El caballo va a estar suspendido en el aire a apenas 50 centímetros del sarcófago. La gente no verá otra cosa, será difícil mantener el respeto y la meditación al difunto”, sostiene Lentz. El profesor admitió que no se opone a que el arte contemporáneo se instale en lugares históricos, pero no en una tumba. Ante tanta polémica, el artista ha tenido que defender su obra que - asegura ´- “conecta con los rituales funerarios de la antigüedad”. “En muchos casos, el caballo no era enterrado junto al caballero, si no suspendido por encima de su tumba, como una especie de vehículo hacia el más allá”, explicó Convent en el semanario L’Obs. Marengo, agrega el artista, representa al tiempo la gloria y la caída del Emperador y considera que la polémica se explica por la disputa que rodea siempre todo lo que afecta a Bonaparte, idolatrado por muchos hasta el día de hoy. El Museo del Ejército, que alberga la tumba de Napoleón y que encargó la obra a Convent, evitó entrar en la pelea y su directora, Ariane James-Sarazin, aseguró que siempre han buscado el diálogo entre el pasado y el arte contemporáneo. “No estamos ni en la reverencia ni en la irreverencia, ni en la provocación ni en la complacencia”, explicó. Pero como podéis suponer, el ruido no hace más que aumentar.
actualidad cultural
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