SONIDOS DEL MUNDO

viernes, 26 de octubre de 2018

LUCIFER: Las mil caras del Ángel del Mal

Según la tradición cristiana, Lucifer representa al ángel caído, ejemplo de belleza y sabiduría, a quien la soberbia le condujo a la oscuridad. Expulsado del Cielo, adoptó el nombre de Satanás, quien con sus huestes de demonios, comenzó a esparcir el mal en la Tierra. Precisamente en una biblioteca histórica en la ciudad de Tréveris (Trier), en Alemania, existe un manuscrito que probablemente fue hecho entre los años 800 y 825, que contiene una versión del libro bíblico del Apocalipsis completamente ilustrado. En el se observa un grabado que muestra la lucha del arcángel Miguel contra los ángeles rebeldes. En ese grabado hay dos grupos de ángeles: los que permanecieron fieles a Dios y los caídos junto a Satanás. "Lo interesante es que no hay ninguna distinción entre ambos grupos, solo la posición de cada uno en el cuadro", dice Edin Sued Abumanssur, profesor del departamento de teología y ciencias de la religión de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo. "Esa es quizás la representación más antigua de los demonios de la que se tiene noticia", señala. "El Diablo es representado como un enorme dragón, pero sus compañeros rebeldes son iguales a los ángeles que los derribaron: tienen alas, vestiduras largas, cabellos rizados, lo único que les falta es la aureola", describe la periodista y escritora italiana Paola Giovetti en su libro "L'Angelo Caduto" (El ángel caído). Según Abumanssur, a lo largo de la historia, se observa una correlación entre diversos momentos políticos y sociales y las representaciones del Maligno, como también es conocido. "En el campo de las artes pictóricas, escultóricas o literarias, el intento de trazar un desarrollo cronológico de la imagen del Diablo difícilmente rendirá buenos frutos, hay contradicciones y permanencias en diferentes formas de representarlo, que se superponen sin ningún criterio claro y aprehensible”, afirma el profesor. Hasta el siglo XI en Occidente, Lucifer casi siempre fue retratado con apariencia humana pero a partir del año 1000, comenzó a ser representado con apariencia grotesca y monstruosa, entre humano y animal. "En la Edad Media las formas de imaginarlo no eran homogéneas. Grandes poblaciones esparcidas por extensos territorios, en una época en la que las comunicaciones y los intercambios culturales eran lentos, fragmentados y de baja densidad, llevaban a que convivieran diferentes comprensiones e ideas sobre el diablo", dice el investigador. "Podemos afirmar con algún margen de seguridad que a partir del siglo XI, características no humanas de la figura del demonio empiezan a ganar cierta hegemonía, aunque todavía sobreviven de esa época representaciones de ángeles caídos que guardan proximidad con la figura del hombre", señala. El escritor y semiólogo italiano Umberto Eco señalo que "solo a partir del siglo XI, Satanás comienza a aparecer como un monstruo dotado de cola, cuernos, orejas animalescas, barba y patas de chivo, adquiriendo también alas de murciélago", escribió. Eco resalta que "parece obvio, también por motivos tradicionales, que el diablo debía ser repulsivo, con una forma terrorífica y diabólica, haciendo de esta forma su ingreso en el mundo cristiano con el Apocalipsis de San Juan Evangelista" acotó. "No es que faltaran menciones al demonio y al infierno en el Antiguo Testamento y en los otros libros del Nuevo Testamento, pero en esos textos el Diablo es nombrado sobre todo a través de las acciones que realiza y de los efectos que produce", disertó el semiólogo. "Nunca aparece con la evidencia 'somática' con que será representado en la Edad Media", afirmó. La figura más icónica del demonio, el ser rojo, con cola, cuernos y tridente, es una construcción paulatina y gradual. "Se inicia a partir del siglo XI un proceso de sistematización dogmática de la figura del Diablo que intenta reunir en una síntesis tanto la teología como las representaciones del imaginario social del período y al mismo tiempo va al socorro de las necesidades políticas en un mundo medieval que empieza a desmoronarse", señala el sociólogo Abumanssur. "La extensa iconografía del Diablo da testimonio de la lucha teológica y política, muchas veces violenta, que hace emerger poco a poco la figura de un señor terrible, que subyuga a los hombres en la maldad". "La imagen señorial y majestuosa, incluso inhumana, del Diablo, emerge lentamente en el proceso de consolidación del poder papal y de la figura del rey autocrático como torretas de fortaleza, capaces de resistir a un dios de la maldad cada vez más poderoso y antagonista de la paz y del orden", afirma el experto. Esa figura es la mezcla de la cultura erudita de los monjes y teólogos medievales con la cultura popular viciada de supersticiones y paganismo. "El hambre, las pestes y el lento desmoronamiento del sistema feudal cooperaron para que el Diablo asumiera sus características inhumanas a partir del siglo XI", dice Abumanssur. "La asimilación de la cultura griega y sus dioses por parte del cristianismo trajo contribuciones como los cuernos, las patas de chivo y la cola, características del dios Pan. La llegada del cristianismo a los países celtas, en el norte de Europa, contribuyó a reforzar esa imagen, parecida a la del dios Cernunnos". Como destaca el teólogo Volney Berkenbrock, profesor de ciencia de la religión de la Universidad Federal de Juiz de Fora, en Brasil, la versión caricaturizada del Diablo como un ser rojo y con cuernos es consecuencia de lo que el cristianismo procuraba combatir en sus comienzos: las creencias grecorromanas. "En los choques de culturas - en este caso de religiones - los símbolos de las otras religiones son considerados algo extremadamente malévolo, así que Satanás adquirió accesorios de quienes se estaba combatiendo", explica. "El cristianismo, para combatir la religión griega y romana, le agrego cuernos al Diablo por el dios griego Pan, una figura representada como medio hombre, medio cabra, que seduce a las jóvenes. Y le da un tridente para combatir a Poseidón, el dios griego de los mares -Neptuno para los romanos-" puntualiza. Las representaciones culturales de la figura de Satanás son recurrentes desde la Edad Media. En la actualidad se usa mucho en las películas y es parte de clásicas historias de horror. "En el cine por ejemplo, la película 'El Exorcista', de 1974, marcó un antes y un después", cree Abumanssur. Cabe destacar que el uso de la palabra "Satanás"(adversario) para designarlo una vez expulsado del Cielo, no aluden en sus comienzos a una figura opuesta a Dios, mucho menos a alguien que personifica el mal. "El era simplemente el acusador, lo que hoy se podría llamar un promotor de justicia", resalta el teólogo Berkenbrock. "La idea de Satanás como la personificación del mal entró al cristianismo por medio de la influencia babilónica, más específicamente de la religión de Zaratustra (el mazdeísmo), que tiene una figura opuesta a Dios". Las palabras diablo y demonio son un legado de la influencia griega sobre el cristianismo. El demonio (o daimón) significa fuerza, impulso y pasó a ser identificada como fuerza negativa. El diablo (diabolos) es el divisor, el que causa división. En su libro "El Cristo Pantocrátor", la investigadora Wilma Steagall De Tommaso resalta que el contexto en el que vivía la sociedad durante la Edad Media fue favorable a la creación de la imagen de Satanás. "La vida humana estaba siempre bajo amenaza, los fardos cotidianos eran pesados, la muerte era una guía constante y los moribundos se preguntaban si les esperaría la vida eterna después de la muerte o las torturas del infierno", afirma. "Fue así que el tema del Juicio Final se convirtió en el predilecto de los tímpanos, los arcos situados por encima de la entrada de la iglesia". Mostraban a Dios colocado de forma paralela al Diablo, cuenta Tommaso. Convertido en enemigo irreducible de la humanidad, según el libro del Apocalipsis, Satanás será vencido por Cristo y encerrado hasta que se cumplieran los mil años "para que no engañe más a las naciones" y no pueda acceder más al Cielo ni la Tierra.Cuando los mil años se cumplan, Satanás será soltado de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro extremos de la tierra, a fin de reunirlas para la batalla, pero en el momento que rodearon la ciudad amada, descendió fuego del cielo y los devoró, siendo arrojado Satanás al lago de fuego y azufre - donde también están la bestia y el falso profeta - y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

viernes, 19 de octubre de 2018

ARCHIVOS SECRETOS DEL VATICANO: Los misterios mejor guardados

0chenta y cinco kilómetros de estanterías. Treinta y cinco mil volúmenes de catálogo. Doce siglos de documentos. Ubicados al lado de la Biblioteca Apostólica y justo al norte de la Capilla Sextina , los Archivos Secretos del Vaticano esconden documentos de un valor incalculable. Solo el nombre invoca el misterio y el boato de la Iglesia Católica, y lleva a los más imaginativos a elaborar teorías siniestras acerca de lo que podrían albergar. Los índices de los archivos no son públicos, solo son accesibles a los estudiosos una vez que tienen 75 años de antigüedad, y están ubicados en una parte fortificada del Vaticano. En realidad, los Archivos Secretos del Vaticano no son tan secretos. La palabra “secreto” proviene de un malentendido de la palabra latina “secretum” o privada. Los archivos fueron, y aún están, diseñados para albergar los documentos oficiales de la Santa Sede junto con la correspondencia y otra información relacionada con el Papa. Contienen algunos de los tesoros más impresionantes de la Iglesia Católica, documentos que datan incluso del siglo VIII. Pero, hasta 1881, ni siquiera los estudiosos del cristianismo tenían acceso al archivo. Fue entonces cuando el Papa León XIII, conocido como un intelectual que se enfrentó a la modernización de finales del siglo XIX, abrió el tesoro a los investigadores. Estos fascinantes documentos cuentan no solo la historia de la Iglesia, sino también el resto del mundo. Por ejemplo, atesora la carta de la reina de Escocia María Estuardo, ejecutada luego de ser obligada a abdicar al trono. Momentos antes de morir, envió una misiva desesperada al Papa Sixto V implorando clemencia, pero fue inútil, ya que este no intervino y murió decapitada el 8 de febrero de 1587. Otro documento de incalculable valor histórico de los archivos es el que cambió literalmente la historia de la religión, aquel que recoge la burla papal llamada 'Decet Romanum Pontificem' por la que el Papa León X excomulgó y expulsó de la fe católica a Martín Lutero, el teólogo alemán que inspiró la Reforma Protestante y escribió sus famosas '95 Tesis' contra la Iglesia Católica clavadas en la Iglesia delPalacio de Wittenberg como una abierta invitación al debate. Asimismo, conserva las actas de los juicios contra los Caballeros Templarios. Conocido como el Pergamino de Chinon, tiene el tamaño de una mesa de comedor y documenta los juicios de la orden militar católica romana por asuntos tales como el comportamiento blasfemo y la herejía durante las Cruzadas. Debido a un error de archivo, el pergamino se perdió durante siglos y solo se encontró en una caja que contenía otros documentos en el 2001. Ahora se ha categorizado correctamente y está disponible para los investigadores. Estos y otros documentos históricos se almacenan en la Biblioteca del Vaticano en Roma. Como en cualquier archivo, hay salas de lectura. También hay un bunker, una estructura subterránea a prueba de fuego diseñada para proteger los documentos más frágiles y valiosos. Incluso hay una escuela para clérigos que estudian historia. Y debido a que es el Vaticano, también hay mucho arte sagrado. El acceso al archivo no es libre, solo está disponible para académicos que cumplen una serie de requisitos. Sin embargo, en los últimos años, el Vaticano se ha vuelto un poco más abierto en este aspecto. En el 2010, en respuesta al creciente interés público por los Archivos Secretos y los mitos alimentados por el best seller Angeles y Demonios de Dan Brown, el Vaticano permitió a los periodistas realizar una gira por vez primera. Y en el 2012 hizo una exhibición pública de algunos de sus documentos más importantes en celebración de su cumpleaños número 400. Pero esa apertura oculta algunos secretos reales que todavía se conservan en su interior. Todo lo fechado a partir de 1939 todavía está cerrado al público, incluidos los documentos del Papa Pío XII. Aunque la iglesia ha publicado ciertos documentos de aquella época, se niega a liberarlos todos. En el 2005, Sergio Pagano, el prefecto de los Archivos Secretos, reveló a L’Espresso que es una cuestión de recursos. Dado que el archivo es tan vasto, dijo Pagano, es un desafío procesar documentos rápidamente y ponerlos a disposición de los historiadores. Pero a menudo, dijo, la gente “clama por la apertura de los archivos del Vaticano casi como si fuera entrar en una fortaleza secreta, pero cuando la puerta se abre y los documentos están disponibles, se limitan a hacer una visita turística”. El prefecto desestimó la presión para publicar documentos sobre Pío XII, calificándolo de “fenómeno extraño” e implicando que los investigadores estaban motivados por el deseo de derrocar a la Iglesia Católica. Lo que podrían ser los documentos más controvertidos en los Archivos Secretos son los que se relacionan con los recientes escándalos de abuso sexual dentro de la Iglesia. Como resultado, cada diócesis tiene archivos secretos, también, y muchos han ayudado a corroborar la participación de la Iglesia en aquellos repudiables hechos. Pero los documentos en los Archivos Secretos del Vaticano solo se abren una vez que tienen al menos 75 años de antigüedad, y el verdadero dueño del archivo no es la Iglesia, sino el Papa. Aunque cualquier persona puede solicitar a las diócesis información, la Iglesia misma es lo equivalente a una nación soberana y puede hacer lo que le plazca. El Papa es el único que puede publicar los documentos antes de tiempo, así que siempre queda la paciencia. Pero un revolucionario proyecto fruto de los avances tecnológicos más vanguardistas puede cambiar por completo la forma de acceder a ellos. La herramienta denominada como 'In Codice Ratio', se trata de un programa digital construida a partir de un software de inteligencia artificial y otro de reconocimiento óptico de caracteres (OCR) con el objetivo de explorar a través de los archivos y hacer que sus transcripciones estén disponibles por primera vez. Aunque el OCR ha sido utilizado para escanear libros y otros documentos impresos de hace años, no sirve para el material de los Archivos Secretos, ya que este proceso solo funciona con textos tipográficos y resulta inadecuado los escritos a mano, como la gran mayoría de los Archivos, por lo que varios informáticos y científicos han intentado solucionar este problema, desarrollando una técnica aplicada al programa In Codice Ratio para añadir una innovación especial llamada "segmentación en rompecabezas". Este proceso divide a las palabras en trazos individuales y no en letras. El software luego talla la unión de las letras para que así arroje un resultado en forma de una serie de piezas de rompecabezas, de tal forma que se pueda leer y comprender todos esos legajos de un tiempo muy remoto pero a la vez muy cercano. Aun así, su uso estará limitado a los archivos ya conocidos, pero no al resto, por lo que todos sus secretos tardarán en conocerse a plenitud, vaya uno a saber por cuanto tiempo más.

viernes, 12 de octubre de 2018

HOA HAKANANAI´A: Un Moai robado en el Museo Británico

Como sabéis, el Hoa Hakananai’a (que se podría traducir como amigo robado o escondido), es una de las piezas más populares del Museo Británico. La estatua de más de dos metros de altura de frente protuberante y ojos profundos es el telón de fondo para miles de selfies de turistas cada año. Sin embargo, el gobierno de Chile ahora ha dicho que formará un comité para intentar recuperar la estatua de mil años de antigüedad para los rapanui, el pueblo nativo de la isla de Pascua. La isla, que se ubica a más de 3500 kilómetros del litoral chileno, ha sido parte de su territorio desde 1888. Para tal efecto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile declaró el pasado 14 de agosto que el Hoa Hakananai’a es un “vínculo tangible” de la historia de la isla. Está “esculpido en basalto, piedra que destaca por su dureza y elegancia”, afirmó el ministerio, además de que tiene grabados únicos en la parte de atrás. La acción del gobierno chileno para defender la causa de los rapa nui llega cuando los museos europeos están ante una presión cada vez mayor para repatriar objetos expoliados a sus países de origen. Por ejemplo, el presidente francés, Emmanuel Macron, recientemente designó a dos asesores para planear cómo se devolverán ciertos objetos luego de declarar que “el patrimonio africano no puede ser prisionero de los museos europeos”. El Museo Británico ya está familiarizado con la presión para devolver artículos de su colección; por ejemplo, Grecia emprendió hace tiempo una larga campaña para la restitución de los llamados mármoles del Partenón, también conocidos como de Elgin, sin éxito. “Creemos que es de gran valor presentar objetos de todas partes del mundo al lado de las historias de otras culturas en el Museo Británico”, dijo a modo de excusa para ‘justificar’ el robo, una vocera del museo en una declaración por correo electrónico. Jo Anne Van Tilburg, arqueóloga y directora del Proyecto de Estatuas de la Isla de Pascua, la iniciativa de investigación de más larga data sobre los moáis, dijo en una entrevista telefónica que infantes de la marina británica fueron guiados a una región sagrada de la isla en 1868 y que dentro de una edificación encontraron el Hoa Hakananai’a enterrado hasta el torso. Lo “adquirieron” mediante engaños a los nativos y lo trasladaron rápidamente hasta su barco antes que ellos se dieran cuenta que habían sido victimas de una estafa, dijo Van Tilburg. “Esto sucedió en un contexto en el que los rapa nui estaban gravemente privados de recursos”, admitió. Van Tilburg dijo que han excavado otros dos moáis con grabados en sus espaldas, como el de la estatua en el museo, y que son las únicas de ese tipo entre otras mil estatuas que también tienen ese tipo de decoración. Sin embargo, añadió que los grabados del Hoa Hakananai’a son únicos, al igual que el tipo de roca con que se hizo. El Hoa Hakananai’a representa a “toda la cultura que inspiró su creación”, comentó Van Tilburg, y añadió que entendía por qué los rapanui la quieren de regreso. No obstante, dijo que “no tiene clara todavía la respuesta” a la pregunta de si la estatua debe devolverse, dado que ese moái - agrega - “funge de cierta manera como un embajador de la cultura rapa nui”. Pero agregó: “Si me pidieran como investigadora profesional que tomara partido por uno de los dos puntos de vista, apoyaría a los rapa nui” puntualizó. El moai Hoa Hakananai’a, que mide 2,42 m de alto, 96 cm de ancho y tiene un peso de unas cuatro toneladas, si bien es relativamente pequeño para la altura media (alrededor de 4,5 metros), representa la imagen arquetípica de un moai y es considerado una obra maestra y uno de los más bellos y finos ejemplos del arte escultórico rapanui. Su cara frontal muestra la típica cabeza en forma de bloque rectangular con una frente estrecha, largas orejas estilizadas, labios finos y apretados, una nariz poderosa y una barbilla prominente. Las cuencas de los ojos están talladas, lo que es una característica única de los moai que eran colocados en los ahus o plataformas y a los que posteriormente se les incrustaban ojos realizados en coral y piedra roja volcánica. La superficie superior de la cabeza es lisa y llana y podría haber sostenido un tocado cilíndrico de piedra roja, los cuales eran fabricados en la cantera de Puna Pau. Su importancia radica que fue encontrada dentro de una vivienda - a diferencia de las otras ubicadas al aire libre - por lo que pudo mantenerse a salvo de las condiciones climáticas y sus grabados se hayan conservado intactos, lo que lo hace único. Gobiernos chilenos ya intentaron en el pasado recuperarlo, pero el Museo Británico siempre se ha negado a sus peticiones, alegando que no lo hacía “porque no había un plan de conservación para los moai” tratando con ello de justificar su expolio. Esperemos que en esta ocasión devuelvan lo que no les pertenece y el Hoa Hakananai’a pueda regresar a su hogar.

viernes, 5 de octubre de 2018

DAMIEN HIRST: El mayor engaño en la historia del arte

El 15 de septiembre del 2008 se escribió una página negra en la historia del arte contemporáneo. El  mismo día en que Lehman Brothers anunciaba su quiebra, el polémico ‘artista’ británico Damien Hirst inauguraba Beautiful inside my head forever, su venta al por mayor en Sotheby’s, convertida en galería de arte temporal, en la cual se vendieron un total de 223 lotes de ‘obras de arte’ recientes de Hirst por más de 200 millones de dólares, todo un récord mundial. Sus animales en formol, gabinetes de médico, cuadros de puntos y mariposas volaron y reportaron cheques en los bolsillos del ya entonces  ‘artista’- por llamarlo de alguna manera - más rico, que al hacer una exposición en una casa de subastas disipaba las dudas acerca de si su interés era hacer ‘arte’ o negocios con sus obras. Como era de esperar, opto por lo segundo. Hirst se validaba como un Gauguin a la inversa: mientras el francés fue vendedor de arte y luego artista, en cambio el británico fue primero ‘artista’ y luego vendedor de (su) ‘arte’. Según los textos de la subasta, la sesión de venta fue una performance ‘artística’ en sí. Pero para los críticos de arte como Robert Hughes, fue uno de los eventos menos interesantes del año. Hijo de un vendedor de coches y de una artista amateur, lanzado al estrellato por el galerista y publicitario Charles Saatchi, el creador se saltaba a las galerías en una “forma muy democrática de vender arte”, según la calificó. Damien Hirst, cuya forma de hacer ‘arte’ también es muy democrática (todas sus obras son realizadas por un equipo de ‘artistas’ según sus órdenes), que ya gozaba de un situación contractual muy favorable con sus galeristas (su comisión con Jay Jopling y Larry Gagosian era del 30%, cuando lo habitual es el 50%), anunciaba el comienzo de una nueva época, una en la que los artistas podrían liberarse de esa intermediación. Pero la nueva época no era otra cosa sino el mismo engaño de siempre. Los ‘galeristas’ pujaban y, en algunos casos, directamente compraban las obras en subasta a precios siderales. Se calcula que más de la mitad del dinero recaudado fue resultado de compras o de apuestas de sus colaboradores. Nada nuevo en uno de los sectores más opacos de la economía, como demuestran los 45 casos analizados recientemente por Georgina Adam. La obra más cara de la subasta fue The Golden Calf (El becerro de oro), el toro con cuernos dorados, que alcanzó los 18,6 millones de dólares. Para el ‘artista’ convertido en marca, dejar en evidencia a los adoradores del becerro no era más que un juego de niños. Los críticos de arte, poco podían hacer frente a la maquinaría mediática de Hirst. Ni Julian Spalding (autor del libro Con Art. Por qué debería vender sus Damien Hirst ahora que puede), quien establece un paralelo entre la obra del ‘artista’ y las hipotecas subprime que provocaron la crisis financiera. Mientras los tiburones de las finanzas reventaron de codicia vendiendo a precios inflados hipotecas tóxicas, los tóxicos tiburones flotantes de Hirst se vendieron a precios inflados, dejando a los coleccionistas hipotecados. En un estudio elaborado por Artnet, se ha demostrado que el precio pagado por las obras subastadas en aquel 2008 se ha devaluado en estos diez años un 20%. Rastreando las posteriores ventas de 19 obras adquiridas en Sotheby’s comprobaron cómo de los 8,1 millones de dólares registrados en aquel día histórico se ha pasado a los 5,2 millones actuales. Los precios de Hirst van de la mano de su reputación, que, como una curva de rendimiento, va en picado desde la subasta. En el 2009 fue igualmente millonario, pero con críticas negativas, tras exponer cuadros pintados por él mismo en la colección Wallace. En el 2012 hizo una retrospectiva de sus obras en la Tate que fue igualmente atacada con vehemencia por su carácter repetitivo y poco original. Y recientemente se ha hecho pública la reducción de su plantilla de trabajadores: 50 hacedores de puntos de colores están ahora en la calle, y probablemente con tripofobia. Pero Hirst se resiste a ser un bono basura. Su muestra paralela a la pasada Bienal de Venecia, Treasures from the wreck of the unbelievable, reportó ganancias de 330 millones de dólares. Y, tras un periodo de trifulca, Larry Gagosian ha vuelto a contar con Hirst y sus cuadros de puntos, dejando el advenimiento de la nueva época sin galeristas para una segunda ocasión, y empeñado en demostrar que su ‘artista’ es “too big to fail”, un fraude en todo el sentido de la palabra. Pero para el propio Hirst estas criticas le tienen sin cuidado y es que según sus propias palabras dadas en una entrevista a The New York Times: “no importa que hablen mal de uno, lo importante es que hablen” demostrando con ello que estar en el centro de la controversia es lo único que le interesa a este mercenario del arte porque lo mantendrá vigente y así podrá seguir vendiendo sus ‘obras’ al mejor postor. Simplemente repugnante.
actualidad cultural
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