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viernes, 1 de marzo de 2019

OPERA GARNIER: Una obra maestra de la arquitectura

También conocida como Palacio Garnier u Ópera de París, es uno de los edificios más característicos de la capital francesa. Fue construida por orden del Emperador Napoleón III quien se lo encargó al arquitecto Charles Garnier, el cual lo diseñó en Estilo Imperio. Desde su inauguración en 1875, la ópera fue llamada oficialmente Academia Nacional de Música-Teatro de la Ópera. Conservó su título hasta 1978, cuando fue renombrada Teatro Nacional de la Ópera de París. En 1989 la Compañía de la Ópera trasladó su sede al recién construido Teatro de la Bastilla y la antigua sede recibió el nombre de Palacio Garnier, donde permanece la Academia Nacional de Música. A pesar del cambio de nombre oficial y del traslado de la Compañía de la Ópera, el Palacio Garnier sigue siendo conocido popularmente por el nombre de Ópera de Garnier en París. Su inicio se remonta al rey Luis XIV, quien autorizó al compositor Jean-Baptiste Lully establecer la Academia real de Música en 1672, la gran institución de arte dramático francesa que comprendía ópera, ballet y música. Aunque la ópera conformó su propia compañía hasta 1669, el ballet de aquel tiempo era simplemente una extensión de ella, desarrollándose en forma independiente del arte dramático. Sin embargo, Luis XIV, uno de los grandes arquitectos de ballet barroco (forma artística que evolucionó a ballet clásico), estableció la escuela de ballet en 1661 como Academia real de Danza. Desde 1671 hasta la muerte de Lully, la escuela estuvo bajo la dirección del gran maestro de baile Pierre Beauchamp. En 1713 el rey hizo de la Compañía de la ópera una institución estatal, incluyendo una compañía de bailarines profesionales conocidos como el Ballet de la Ópera. Desde esa época hasta la inauguración del Palacio Garnier en 1875, la Academia real de Música tuvo trece teatros como sede principal, muchos de ellos fueron destruidos por incendios. A pesar de los nombres “oficiales” que recibieron hasta entonces, todos estos teatros fueron comúnmente conocidos como Ópera de París. El Palacio Garnier fue designado parte de la gran reconstrucción parisiense del Segundo Imperio Francés, promovida por Napoleón III, quien escogió al barón Haussmann para supervisar las obras. En 1858 el emperador autorizó a Haussmann a derrumbar los 12 000 metros cuadrados requeridos para construir el segundo teatro para las renombradas compañías de ópera y ballet de París. El proyecto se puso en competencia en 1861, y fue otorgado a Charles Garnier (1825-1898). La primera piedra fue puesta en 1861, seguida del inicio de las obras en 1862. Se dice que la esposa del emperador, la emperatriz Eugenia de Montijo, preguntó a Garnier durante la construcción si el edificio tendría estilo griego o romano, a lo cual respondió: “¡Es en estilo Napoleón III, señora!”. La construcción de la Ópera tuvo diversos contratiempos que interrumpieron su construcción, especialmente luego del desastre de la guerra Franco-Prusiana, que origino la caída del Segundo Imperio Francés y la Comuna de París de 1870. Durante esta época la obra continuó en forma esporádica e incluso se rumoreó que la construcción de la Ópera sería abandonada. Sin embargo, un incentivo para terminar de construir este edificio fue cuando la antigua Ópera de París, conocida como el Teatro de la Academia real de la Música (también conocida como Teatro de la Academia Imperial de Música), fue destruida por un incendio que duró 27 horas el 29 de octubre de 1873, hecho que causo gran conmoción. Este teatro había sido la sede de la opera y ballet parisina desde 1821, en la que se habían presentado las más grandes piezas maestras, por lo que luego de 1874, Garnier y su equipo de trabajo decidieron terminar de construir el teatro, siendo inaugurado oficialmente el 5 de enero de 1875, con una espléndida ceremonia que incluía la presentación del tercer acto de la ópera La Juive, de Halévy, y extractos de la ópera Les Huguenots, de Meyerbeer. La compañía de ballet presentó un divertimento representado por el maestro de ballet Louis Mérante que consistía en la célebre escena de Le Jardin Animé de Joseph Mazilier, recreada de su ballet Le Corsaire. Conformado por 11 000 metros cuadrados, el Palacio de Garnier tiene una capacidad de aproximadamente 2200 espectadores y un extenso escenario para 450 artistas. Es un edificio muy vistoso, su estilo es monumental, opulentamente decorado con frisos multicolores elaborados en mármol, columnas y lujosas estatuas, muchas de ellas representando a deidades de la mitología griega. Entre las columnas de la fachada frontal del teatro, hay bustos en bronce de muchos compositores famosos, como Mozart y Beethoven. El interior está adornado en terciopelo, hojas doradas, ninfas y querubines, donde la araña de luces del auditorio central pesa más de seis toneladas. Lamentablemente en 1964 se agrego al área del techo alrededor de la araña, una pintura hecha por el judío Marc Chagall, el cual ha sido materia de controversia, ya que desentona con el resto del teatro y muchos exigieron que sea eliminada. En 1994 comenzó la restauración del teatro, la cual consistió en la modernización de la tramoya y de las instalaciones eléctricas, mientras se restauraba y preservaba el decorado y se fortalecía la estructura del edificio. Una vez terminada la restauración en el 2006, puede apreciarse en todo su esplendor, como un símbolo inherente a Paris.
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