¿Cuál es la historia de la Piedra Rosetta? ¿Qué hay detrás del famoso descubrimiento que revolucionó la egiptología? Luego de que el Imperio Romano tomó el control de Egipto, aproximadamente en el 30 a.C., el arte de leer y escribir jeroglíficos se perdió finalmente. En realidad, desconocidos para muchos, los jeroglíficos egipcios fueron considerados un idioma "muerto" por más de 1.500 años. Fue entonces en 1798, cuando durante su campaña militar en Egipto, Napoleón atracó su flota cerca de Alejandría y movilizó sus tropas hacia el sur para luchar contra los ingleses cerca de El Cairo. Los franceses ganaron la batalla terrestre, pero mientras estaban en el terreno, la Marina inglesa, conducida por el pirata Horacio Nelson, hundió la flota enemiga, por lo que Napoleón y sus tropas no tenían modo de regresar a Francia, así que terminaron pasando los próximos tres años en Egipto. En 1799, mientras cavaban y construían posiciones defensivas cerca de Rashid (antigua Rosetta), una pequeña ciudad en las afueras de Alejandría, el soldado del ejército napoleónico Pierre-François Bouchard, descubrió una piedra negra de basalto, de 1,18 metros de largo por 73,1 centímetros de ancho, con tres nítidas bandas de grabados. Aunque el soldado no reconoció los jeroglíficos egipcios en la parte superior, ni la escritura demótica del centro, sí reconoció el griego antiguo de la parte inferior. En lugar de utilizar la piedra como parte de la barricada, se la dio a eruditos que viajaban con el ejército de Napoleón. Ellos se dieron cuenta de que la piedra era algún tipo de antiguo decreto real escrito tres veces, en tres idiomas diferentes. La llamaron Piedra Rosetta y comenzaron algunos estudios, pero los resultados fueron infructuosos. Cuando en 1801, los ingleses derrotaron a los franceses en Egipto, la Piedra Rosetta se convirtió en un botín de guerra y fue transportada a Londres en 1802, siendo exhibida desde entonces en el British Museum, donde es uno de los objetos mas visitados. Tras caer en manos de los ingleses, comenzó entonces una carrera frenética por ser los primeros en descifrar la escritura sagrada. La presencia de los nombres de Ptolomeo y Cleopatra en griego, repetidos en jeroglífico dentro de un cartucho, sería la clave. Fue finalmente el francés Jean-François Champollion, que, contra lo que se suele creer, nunca trabajó sobre el original, sino sobre los calcos franceses, quien averiguó el misterio: los jeroglíficos, además de representar un objeto o una idea, tienen también un valor fonético. ¿En que radica su importancia? La Piedra Rosetta fue el código que resolvió el misterio de los jeroglíficos egipcios, permitiendo a los eruditos leer las inscripciones y relieves - textos, tablillas, y tumbas - que finalmente proporcionaron una comprensión moderna de la antigua civilización egipcia.