Un grupo de científicos ha llegado a la conclusión de que el mito griego de Jasón y los argonautas, que zarparon hacia la costa oriental del mar Negro para encontrar el vellón de oro, podría tener un fundamento histórico. En efecto, los geólogos han encontrado pruebas de que la zona montañosa de Svanetia (en el noroeste de Georgia) era la Cólquida, el reino rico en oro de la mitología griega en busca del cual partieron Jasón y los argonautas. Los científicos opinan que la región de Svanetia formaba parte de ese próspero reino, que existió entre los siglos VI y I antes de Cristo, y que sus habitantes utilizaban pieles de cordero para extraer el preciado material de los lechos de los ríos. El geólogo y profesor A. Okrostsvaridze de la Universidad Estatal Ilia de Tiflis, la capital georgiana, afirma que el mito de Jasón y los argonautas podrá estar basado en una expedición real hacia la costa oriental del mar Negro que tenía como objetivo encontrar el vellocino de oro. Una serie de estudios que revelan información sobre las técnicas de extracción de oro les han permitido llegar a esta conclusión. Okrostsvaridze y muchos otros científicos creen que los habitantes de la zona cubrían el fondo de los lechos arenosos de los ríos de montaña con zaleas de cordero a modo de criba para filtrar sus aguas. Al sacar las pieles del fondo del río, estas estaban cubiertas por las pepitas de oro que habían quedado atrapadas. Esta técnica no es más que una variante de la habitual técnica de cribar, empleada en todo el planeta para buscar oro en los ríos. "Creemos que nuestras investigaciones de los lechos arenosos de los ríos de la zona y la presencia en ellos de oro demuestra que Svanetia era el 'país rico en noble metal' descrito en la mitología Griega", explicó el científico georgiano a Die Welt Como sabéis, en la mitología griega, el vellocino de oro aparece en la historia de Jasón y los argonautas, quienes partieron en su búsqueda para lograr que Jasón ocupase el trono de Yolcos en Tesalia. Se decía que el carnero era hijo de Poseidón y de Teófane. Atamante, rey de la ciudad de Orcómeno en Beocia (una región del sudeste griego) tomó como primera esposa a la diosa nube Néfele, con quien tuvo dos hijos, Hele y Frixo. Más tarde se enamoró y se casó con Ino, la hija de Cadmo. Ino tenía celos de sus hijastros y planeó matarlos (en algunas versiones, persuadió a Atamante de que sacrificar a Frixo era la única forma de acabar con una hambruna). Néfele o su espíritu se apareció ante los niños con un carnero alado cuya lana era de oro. Los niños huyeron montando el carnero sobre el mar, pero Hele cayó y se ahogó en el estrecho del Helesponto, llamado así en su honor. El carnero llevó a Frixo hasta la Cólquide, a la lejana (oriental) playa del mar Euxino. Frixo sacrificó entonces al carnero y colgó su piel de un árbol (en varias versiones un roble) consagrado a Ares, donde fue guardada por un dragón. Allí permaneció hasta que Jasón se hizo con ella y el carnero se convirtió en la constelación Aries.