SONIDOS DEL MUNDO
viernes, 13 de julio de 2012
ESCANDALO: El Vaticano censura imágenes de Benedicto XVI orinando en su propia indumentaria
Venga, así como condenamos los actos de barbarie perpetrados por parte de los integristas islámicos contra su propio patrimonio cultural, no nos va a temblar la mano para hacerlo con El Vaticano, que tiene como máximo representante a Benedicto XVI, un nazi convicto y confeso, entusiasta miembro de las Juventudes Hitlerianas, defensor de genocidas y protector de curas pederastas. Y es que en esta oportunidad, debido a presiones del Vaticano, un tribunal alemán ordenó a una revista satírica que cese la publicación de imágenes de Benedicto XVI - que lo presenta padeciendo incontinencia urinaria y fecal - en el cual aparece con sotana blanca con una mancha amarilla delante y otra marrón detrás como ilustración del caso “Vatileaks” (y que a modo de solidaridad con la publicación ilustra nuestra nota) indicó este martes una portavoz de la corte. En efecto, un tribunal de Hamburgo (nord), que recibió una denuncia del “papa alemán” prohibió que siga la difusión de estas imágenes, que ocupan la portada del último número de la revista Titanic, tanto en edición impresa como digital, so pena de multa. Así, en la portada de su número de julio, Titanic muestra al Papa con los brazos en alto con una mancha amarilla en su vestimenta bajo el título “Aleluya en el Vaticano/La filtración fue reparada”, alusión a las filtraciones de documentos confidenciales de la Santa Sede publicados por la prensa italiana. En la contraportada, el Papa sale de espaldas, con una mancha de color marrón en la sotana y la exclamación “¡Otra filtración reparada!”. Es por ello que el arzobispo Angelo Becciu, sustituto de la Secretaría del Vaticano, habían encargado a unos abogados de Bonn que interpusieran una querella. “El Santo Padre les encarga que actúen contra la violación de los derechos de su persona”, había escrito en esa carta fechada el 5 de julio consultable en la edición digital del diario. “A Benedicto XVI le cuesta entendernos”, comentó el redactor jefe de la revista, Leo Fischer, y aseguró que la imagen de portada mostraba a “un papa que celebra el esclarecimiento del Vatileaks y se derrama un vaso de limonada encima de la sotana” puntualizó. ¿Limonada? Si como no, si son sus propios orines. Para mí que también debiera usar pañales ¿no os parece? Lamentablemente al entrar en la edición digital de la revista, la imagen en cuestión ha desaparecido, pero de aquí no la censura ni Dios. A que se den por enterados. Por cierto, la revista recurrió a veto que le impuso la Iglesia, según anuncio Fischer, quien apelo ante la corte de Hamburgo el recurso con el que la Iglesia logró frenar la distribución de la edición de julio. Además de tener que frenar la distribución, Titanic tuvo que afrontar también una multa de hasta 250.000 euros. Al final perdió la demanda, pero como podéis notar, aquí os mostramos el motivo de la querella. Un vergonzoso episodio que Benedicto XVI posteriormente se llevó a la tumba.
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