Los derrocados regímenes comunistas, derribados en una ola de revoluciones democráticas en 1989, desarrollaron un rito macabro y a todas luces repugnante denominado el Culto a la Personalidad, en la cual tras la muerte de los sátrapas que los oprimían, sus sucesores decidían momificar sus cadáveres. Esta extraña costumbre la copiaron de los antiguos egipcios que embalsamaban a sus faraones para preservar su aspecto externo y prepararlos para el viaje al más allá. Como sabéis, la obsesión del hombre por conservar un ser muerto es un rasgo ontológico por antonomasia pues tan sólo basta con revisar algunos datos históricos y veremos que gran parte de las culturas desarrollaron un fuerte culto mortuorio. Pero a diferencia de estas civilizaciones ya desaparecidas, el caso del culto a la personalidad en el comunismo es único, ya que en ella buscan mantener vivo el espíritu y las ideas de sus líderes muertos, Es por ese motivo que mantener las momias de Lenin, Stalin, Mao y otros se convirtió en una cuestión de moral y mística para una sociedad atea convencida de su propia historia. De esta manera, el líder que se apropiaba de los poderes de su antecesor a su vez esperaba el momento en el que él también sería embalsamado. Ocurrió por ordenes de Stalin.Y es que cuando embalsamaron el cuerpo de Lenin - que dicho sea de paso nunca lo quiso y deseaba ser enterrado en el Cementerio de San Petersburgo - sus sucesores se limitaron a hacer lo que se esperaba de ellos; perpetuar el sistema. Lenin nunca imaginó que a su muerte - ocurrida en 1924 - su cuerpo sería utilizado como un icono del imperio soviético. Stalín lo había planeado todo, embalsamar a Lenin era un método simple y sencillo de momificar su pensamiento. Al divinizarlo, Stalín se convertía en un profeta y preparaba de ese modo su propia canonización. Si bien a su muerte en 1953, él también fue momificado y su cuerpo colocado al lado de Lenin en el Mausoleo de la Plaza Roja, su dicha no resulto larga,
ya que en 1961 sus adversarios políticos del Politburó, con Nikita Krushov a la cabeza , lo desalojaron y enterraron en las murallas del Kremlin. En cuanto a la momia de Lenin continua allí, pero tras el derrocamineto de la dictadura comunista en Rusia y el colapso de la Unión Soviética, su mausoleo esta cerrado al público y olvidado por todos,sin decidirse las nuevas autoridades de una vez por todas en deshacerse de él. Sin embargo, el ejemplo se propagó a otros países de la órbita "socialista" como Bulgaría, donde el terrorista Georgi Dimitrov - que llegó al poder luego de la II Guerra Mundial con el apoyo de los tanques rusos - una vez muerto en 1949 también fue momificado y se convirtió uno de las cinco momias que estaban expuestas al público. El nauseabundo espectáculo que se realizaba en su mausoleo irritó tanto a los búlgaros, que su grotesco culto se convirtió en un símbolo de decadencia. Tanto es así, que en 1990, la gente, espontáneamente comenzó a arrojar basura en el mausoleo.Si bien este era limpiado inmediatamente, al día siguiente una impresionante montaña de desperdicios cubría nuevamente el monumento. La cantidad de basura era tan descomunal que la decrépita dirigencia comunista - a punto de caer en medio de las revoluciones democráticas que ocurrían por esos días en Europa Oriental- decidió acabar de una vez por todas con cuarenta años de idolatría morbosa, por lo que su cuerpo fue cremado y sus cenizas enterradas discretamente en el cementerio de la ciudad. En cuanto a su mausoleo, este a su vez fue dinamitado el 21 de Agosto de 1999 por el nuevo gobierno democrático de la UDF que quiso eliminar cualquier vestigio de ese régimen criminal. En la China, por su parte Mao Tse Tung no deseaba acabar en una vitrina de cristal, ya que antes de su "Revolución Cultural" había hecho un pacto con sus colaboradores de que ninguno de ellos sería momificado. Pero no contó que a su muerte, su efímero sucesor Hua Guofeng decidiera embalsamarlo y construyó un enorme mausoleo en tres meses para que este a tiempo para el aniversario de su nacimiento. Cuando Deo Xiao-Ping asumió el poder, no veía con buenos ojos aquel monstruoso monumento pero decidió dejarlo como está "para no dañar la imagen del Jefe de la Revolución China". Si bien en 1989 dos jóvenes pretendieron hacer volar la momia con las granadas que llevaban consigo, esta sigue allí - tal vez hasta la caída del régimen - y eso no se sabe cuando sucederá. Por su parte en Vietnam, Ho-Chi-Minh tampoco deseaba terminar así y antes de su muerte redactó un testamento que prohibía expresamente cualquier forma de culto a su nombre y a su cuerpo. Demás esta decir que su última voluntad no fue respetada y sus sucesores decidieron momificarlo ,para lo cual llegó un equipo de expertos directamente desde Moscú y procedieron a embalsamarlo, luego de lo cual su cuerpo fue trasladado a un mausoleo que fue específicamente construido en el centro de la capital, Hanoi, donde se conserva hasta el día de hoy. Finalmente mucho se habla estos días del destino de Fidel Castro en Cuba, un sátrapa que llego al poder en la Isla en 1959 y que renunció a ella el 19 de febrero del 2008, el cual no aparece en público desde hace bastante tiempo y hasta se supone que ya este muerto - tal vez momificado como en la foto adjunta - y que sólo aparece en la televisión estatal en vídeos previamente editados por breves minutos, supuestamente recibiendo la visita de otros líderes izquierdistas que siguiendo un mismo libreto afirman que "goza de buena salud". En cuanto a sus largos monólogos que aparecen regularmente en la prensa estatal no hay verificación independiente de que él sea quien lo escriba. En fin el tiempo lo dirá.(Venga ,debo aclarar que esta nota lo escribí en el 2008 y he decidido respetar su contenido original. Hoy nos hemos enterado que Castro acaba de morir y que su cuerpo será cremado y no momificado, quizás para evitar que posteriormente sea profanado. En cuanto a las momias del albanés Enver Hoxha, el rumano Nicolae Ceaucescu, así como los de Kim Il Sung y de su hijo Kim Jong-il que se exhiben en Corea del Norte, tienen su nota aparte ¿vale?)