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viernes, 2 de agosto de 2024
LAS ESTATUAS DE LOS DICTADORES SON LAS PRIMERAS EN CAER: Odiados símbolos de regímenes asesinos
A lo largo de la historia siempre se ha repetido la misma escena. Sátrapas megalómanos de todas las tendencias nunca se han resistido a la tentación de levantarse horribles monumentos en vida para intentar perpetuar su memoria, pero para su desdicha, estas son derribadas cuando caen esos regímenes y se borra todo recuerdo de aquellas épocas oscuras. Ahora le tocó el turno a Venezuela, donde las estatuas levantadas en “honor” al tirano Hugo Chávez - muerto en el 2013 - están siendo derribadas con gran estrepito, en medio de las multitudinarias protestas por el megafraude cometido por su “sucesor” Nicolás Maduro el pasado domingo. En efecto, en diversos sectores del país, miles de manifestantes exigieron la salida del tirano. “¡Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer!”, coreaban los manifestantes mientras marchaban, siendo dispersados por la Guardia Nacional con gases lacrimógenos y balas de goma. La violencia estalló en varias ciudades, y en lugares como La Guaira, Falcón, Carabobo y Guárico, otrora bastiones del chavismo, se reportó la destrucción de estatuas de Hugo Chávez, símbolo del régimen que oprime al país desde hace 25 años. Las imágenes de las estatuas derribadas se volvieron virales en las redes sociales, simbolizando el rechazo popular hacia el régimen asesino de Maduro. En los videos se puede apreciar a decenas de seguidores que celebran tras la caída de las figuras de sus pedestales. En otros de los videos que fueron difundidos a través de las redes sociales se puede ver como conductores recorren las calles con la cabeza de las estatuas de Chávez atada a sus motocicletas mientras la ciudadanía celebra. Estas estatuas se han convertido en el blanco del malestar provocado por la decisión del Consejo Nacional Electoral de Venezuela de declarar “ganador” de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio a Maduro. El lunes se registraron 187 protestas en 20 de los 23 estados, de acuerdo con la organización Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) y en varias de ellas las efigies “en honor” a Chávez, fueron derribadas por los manifestantes. La represión violenta de las protestas ha dejado varios muertos, a manos de la policía y los colectivos chavistas que a sangre y fuego pretenden acallar las protestas, sin conseguirlo. Cabe precisar que esta no es la primera vez que los esperpénticos monumentos “en honor” al desaparecido líder de la llamada “Revolución bolivariana” han sido destruidos. Algo similar ocurrió el 2017 y en el 2019. No obstante, lo llamativo de esta ocasión es el número estatuas atacadas y el breve lapso de tiempo en el que ocurrió. Sin embargo, hay quienes observan otra diferencia: quiénes protagonizaron los hechos. “Maduro logró, con su conducta y comportamiento antipopular, que ese mismo pueblo que tanto amaba a Chávez sea hoy el que derribe sus estatuas y salga a protestar contra su fraudulenta reelección”, afirmó una exaltada funcionaria. Varias de las regiones donde se registraron los ataques contra los monumentos eran consideradas bastiones electorales del chavismo hasta no hace mucho. Por ejemplo, en el costero estado La Guaira, ubicado apenas a 30 kilómetros al norte de Caracas, no ha habido un gobernador distinto al oficialismo desde 1998, algo similar ha ocurrido en Falcón, a unos 445 kilómetros al noroeste de la capital venezolana. Los derribos de las estatuas no parecen haber sido ordenadas por ningún sector de la oposición, sino que fueron resultado de los desórdenes en los que degeneraron algunas de las manifestaciones espontáneas registradas el mismo día en el que CNE, organismo controlado por el oficialismo, proclamó la “victoria” de Maduro. Los monumentos a Chávez comenzaron a levantarse en distintas zonas de la geografía venezolana una vez que éste falleció el 5 de marzo del 2013, a consecuencia del cáncer que se le detectó a mediados del 2011.A las efigies le siguieron el bautizo de escuelas, hospitales, estadios y miles de obras públicas. Asimismo, de una forma por lo demás nauseabunda, ese aberrante culto a la personalidad - alentado por el propio Chávez - fomento “una religión chavista” llegando a compararse con Jesucristo. Otra de las formas con las que exaltó su imagen fue a través de sus constantes apariciones en radio y televisión. Desde que Chávez llegó a (el palacio presidencial de) Miraflores las cadenas de televisión fueron obligadas a transmitir durante horas el programa llamado “Aló Presidente” utilizándose como una vía expedita para invadir los hogares venezolanos buscando lavarles el cerebro y alimentar así el culto a la personalidad de su persona. La muerte del tirano en el 2013 multiplicó los esfuerzos del chavismo por continuar en esa línea, pero con el descalabro de la economía que genero una terrible crisis social, agravando la situación de esos sectores que antes lo idolatraban y que hoy rechazan violentamente su legado, derribando sus monumentos donde quiera que los encuentren, para acabar con los símbolos de un régimen que ya vive sus horas de agonía. Solo se están adelantando a los acontecimientos. Así sucedió por ejemplo en Europa del Este tras el colapso de la Unión Soviética y el consiguiente derrocamiento de las dictaduras comunistas que los oprimían desde 1945. Miles de estatuas de Lenin, Stalin, Marx y Engels, así como de los tiranos que se habían levantado monumentos en vida - “arte socialista” les decían a esos espantajos - fueron arrasadas sin consideración alguna y hoy no queda ni el recuerdo. Eso mismo debe ocurrir en Venezuela,,, A que no quede ninguna.
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