SONIDOS DEL MUNDO
viernes, 25 de julio de 2025
CATEDRAL DE AQUISGRÁN: Una obra maestra de la arquitectura carolingia
La catedral de Aquisgrán (Aachener Dom en alemán), conocida oficialmente como Catedral de Nuestra Señora, es una magnífica catedral románica situada en Aquisgrán, Alemania. Es una de las catedrales más antiguas e importantes del país y ha servido como lugar de culto, capilla real y centro cultural durante siglos. El nombre “AquaeGranni” o “Aquisgrani”, del cual deriva la denominación italiana de la ciudad, hace referencia a las aguas termales asociadas al dios celta “Grannus”. El nombre alemán «Aachen» o el neerlandés «Aken» también aluden a las aguas termales. La construcción del “Pfalz” de Aquisgrán comenzó con Pipino el Breve, rey franco desde 751 y padre de Carlomagno (747/748-814). Sin embargo, fue este último quien le dio el impulso decisivo al convertirlo en su residencia invernal ya desde el primero de su reinado en 768. A lo largo de los siglos, esta se amplió y reconstruyó varias veces. La estructura actual, obra maestra de la arquitectura románica, se terminó en el siglo XII. La catedral desempeñó un papel importante en la historia del Sacro Imperio Romano Germánico. Fue la iglesia de coronación de muchos emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico, incluido el propio Carlomagno. Asimismo, también sirvió como lugar de peregrinación, atrayendo a visitantes de toda Europa. Famosa por su impresionante arquitectura, el exterior de la catedral está dominado por su forma octogonal, una característica única que la distingue de otras catedrales románicas. El interior está adornado con intrincadas tallas, frescos y vidrieras.Una de las características más notables de la catedral es su cúpula central octogonal, sostenida por ocho columnas de mármol. La cúpula está rematada por una linterna de bronce, que se añadió en el siglo XII. Se cree que la forma octogonal y la cúpula central de la catedral se inspiraron en la Capilla Palatina de Aquisgrán, la capilla original de Carlomagno.La Capilla Palatina, situada en el interior de la Catedral de Aquisgrán, es una obra maestra de la arquitectura carolingia. Construida por Carlomagno en el siglo VIII, es uno de los ejemplos más antiguos de arte carolingio que se conservan. El interior de la capilla está decorado con intrincados mosaicos, frescos y columnas de mármol. Será el lugar de coronación de los reyes alemanes entre 936 y 1531. Más que la entrega de la corona y demás insignias imperiales, el acto constitutivo es la entronización en el trono de Carlomagno. Especialmente en los primeros siglos, hasta que con la “Querella de las investiduras” (1075-1122) se logra la división entre “trono” y “altar” - uno de los hitos más significativos de la cultura occidental, considerado por algunos como su hecho fundacional -, la coronación/entronización tiene un carácter sacro. Según uno de los “ordines” de coronación más antiguos, utilizado para los Otones en el siglo X, el rey era aclamado con las palabras “Tu es Melchisedech”, el paradigma de la unión personal entre rey y sacerdote. En la Misa de coronación, el rey leía el Evangelio y utilizaba la mitra episcopal. Por este motivo, Enrique II mandó construir, entre 1002 y 1014, el púlpito revestido de oro, piedras preciosas y marfiles, uno de los tesoros más espléndidos del arte otoniano, y más preciados de la actual catedral, junto al altar con el frente (“Pala d’oro”) del siglo IX y al “candelero de Barbarroja”, donado por el emperador Federico I “Barbarroja” con ocasión de la canonización de Carlomagno. Además de ser el lugar del descanso eterno de Carlomagno y de Otón III (fallecido en 1002), la actual catedral de Aquisgrán destaca por ser uno de los más importantes lugares de peregrinación desde la Edad Media. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978, la excepcional importancia arquitectónica e histórica de la catedral le valió su inclusión en esta prestigiosa lista. La UNESCO reconoció la importancia de la catedral como símbolo del Imperio Carolingio y obra maestra de la arquitectura románica.Como Patrimonio de la Humanidad, la catedral de Aquisgrán está protegida por la legislación internacional y se considera de "valor universal excepcional". La designación ha contribuido a dar a conocer suimportancia atrayendo un aumento del turismo y la inversión. La catedral de Aquisgrán sigue siendo un lugar de culto activo, sede del obispo de Aquisgrán. Sin embargo, también es un importante centro cultural, que atrae a visitantes de todo el mundo. Así, acoge diversos actos, como conciertos, exposiciones y ceremonias religiosas. La rica tradición musical de la catedral queda patente en sus conciertos de órgano y actuaciones corales. Estos eventos muestran el talento de músicos de talla mundial y ofrecen a los visitantes una experiencia cultural única. Además de su oferta musical, la catedral de Aquisgrán acoge diversas exposiciones y eventos a lo largo del año. Estos eventos pueden incluir exposiciones de arte, muestras históricas y celebraciones especiales. El calendario de eventos de la catedral cambia constantemente, por lo que se recomienda a los visitantes que consulten el sitio web de la catedral para conocer las últimas actualizaciones.
viernes, 18 de julio de 2025
ALEXANDER NEVSKY: Constructor de la identidad nacional rusa
“Fue una victoria decisiva […] y demostró a todo el mundo, tanto en Occidente como en Oriente, que Rusia se mantenía fuerte y que había gente en la nuestra tierra dispuesta a luchar por ella”. Así definió el Presidente ruso Vladímir Putin el triunfo de Alexánder Nevski en la batalla del río Neva (1240) contra los invasores suecos y fineses. A quien no esté familiarizado con la historia de Rusia puede que le cueste ubicar a Nevski (la referencia más conocida es por la película homónima de 1938 dirigida por Serguéi Eisenstein), pero los rusos lo consideran el defensor de su identidad eslava y de la cristiandad ortodoxa frente a las injerencias de Occidente. Cabe precisar que por aquel entonces, la Rusia medieval no era el gran estado unificado que sería en siglos posteriores. En el siglo XIII era una especie de confederación de principados (Rus) con Nóvgorod como el más destacado de ellos. Hacia 1223 fueron atacados por los hordas mongolas, lo que inició casi dos décadas de enfrentamientos. Nevski había nacido solo dos años antes de la llegada de los mongoles. Era hijo de Yaroslav II, Gran Príncipe de Nóvgorod y Vladímir, quien había conseguido incorporar varios territorios en la región del Báltico y se enfrentó victoriosamente a los lituanos y a los caballeros teutónicos. En este ambiente de tensión con los vecinos occidentales creció el futuro héroe ruso. De todas formas, la gran amenaza seguía siendo los mongoles. En 1236, Yaroslav II marchó a luchar contra ellos junto a los otros príncipes rusos. Así que encargó a su hijo Nevski que aceptara la petición de Nóvgorod. Esta ciudad necesitaba un príncipe que aportara una hueste armada (druzhina) para proteger sus intereses comerciales de posibles amenazas. Pese a recibir estos honores, Nevski no tendría las manos libres para hacer y deshacer en Nóvgorod. Sus acciones dependían de la aprobación de la veche, la asamblea de aristócratas (o boyardos) de la ciudad. Nevski tomaría buena nota del posicionamiento político de su padre. Los mongoles aplastaron a los príncipes rusos y los sometieron a vasallaje, pero Yaroslav II supo maniobrar para ganarse el favor de Batú Kan, nieto del genocida Genghis Khan, y ser nombrado Gran Príncipe de Nóvgorod, es decir, el mandatario más prominente de entre estos estados eslavos. Este juego de tronos entre rusos y mongoles reflejaba cuál era la mayor preocupación de Yaroslav (y que heredaría Nevski). Para estos príncipes eslavos, los jinetes de las estepas no eran una amenaza existencial. Los kanes no se apropiaban de los territorios, solo exigían pagar tributos y aportar tropas para las subsiguientes campañas de conquista. En cambio, Nevski y su padre estaban preocupados por la creciente expansión de la orden teutónica y otros reinos católicos en el Báltico, que imponían su visión religiosa y cultural. Ante este desafío, creían que los mongoles podían ser un útil contrapoder. Precisamente, mientras su padre se consolidaba como príncipe de Nóvgorod, Nevski debería demostrar que era un líder diestro en el campo de batalla con tan solo 19 años. En 1240, el por entonces católico reino de Suecia recibió autorización del papa Gregorio IX para lanzar una cruzada contra las tribus paganas de Finlandia, pero el ejército invasor aprovechó para capturar más territorio y avanzar hacia el río Neva, una zona que amenazaba el suministro de grano de Nóvgorod. Nevski reunió a sus fuerzas y aplastó a los suecos en el río Neva. La batalla sirvió al joven príncipe para ganarse el apodo de Nevski (“del Neva” en ruso), pero también puso de manifiesto su pulso con las élites de Nóvgorod. Pese a ser aplaudido en público, muchos miembros de la vecha no querían que el enfrentamiento escalara con otros vecinos del Báltico. Estos boyardos temían que se perjudicara a sus intereses comerciales. Así que, como buen héroe medieval, Nevski acabó exiliado por decisión de la asamblea nobiliaria de Nóvgorod. Al final los hechos darían la razón a Nevski. En el verano de 1241, los Caballeros Teutónicos y sus aliados invadieron territorios de Nóvgorod, de nuevo con la excusa de cristianizar a los paganos, pero con vistas a controlar este importante centro comercial. Nóvgorod no tenía suficientes fuerzas para defenderse y tuvo que pedir a Nevski que regresara de su exilio con su druzhina. Este aceptó y también aprovechó sus buenas relaciones con los mongoles para obtener un contingente de sus temidos arqueros a caballo. Con estas fuerzas hizo frente a los caballeros teutónicos en la batalla del lago Peipus el 5 de abril de 1242. Aquí consiguió una victoria todavía mayor que en Neva. Este choque también ha pasado a la historia como la batalla del Hielo porque se luchó sobre un lago congelado. Las crónicas cuentan que el príncipe atrajo hasta el lago a los caballeros teutónicos y, en una muestra de astucia, esperó a que el hielo cediera ante las pesadas armaduras de los caballeros. Incluso Eisenstein tomó este relato como referencia para su película. De esta manera, la victoria en Peipus fue una demostración de la capacidad de Nevski como líder militar. Supo derrotar a una fuerza más entrenada gracias a un mejor despliegue y maniobrabilidad durante el combate. La victoria ante un enemigo tan poderoso cómo la orden teutónica afianzó la posición de Nevski y su familia. Ya no tenían oposición para su política contra las injerencias occidentales. No obstante, cuando su padre murió envenenado en 1246, tuvo que luchar con los partidarios de enfrentarse a los mongoles para heredar el título de príncipe de Nóvgorod. Por fortuna para él, al reafirmar su lealtad a los kanes, Nevski pudo salir victorioso de este pulso por el poder. Ya como líder preponderante de la confederación de principados rusos, Nevski mantuvo a raya a los rivales políticos y las intromisiones desde Europa. Aunque también demostró ser un hábil diplomático con sus señores. Siempre pagó el tributo a los mongoles, lo que le permitió negociar que sus soldados no fuesen a luchar en lejanas guerras. Mientras regresaba de uno de los viajes para ratificar su adhesión al Khan de la Horda de Oro, Nevski enfermó y falleció en noviembre de 1263. Pero su figura no caería en el olvido, como se ha visto con las palabras de Vladímir Putin luego de ocho siglos. La resistencia de Nevski ante las intenciones de los occidentales por implantar la religión católica y una cultura germánica, según la interpretación de los sectores rusos más nacionalistas, le ha valido ser el referente de todo tipo de dirigentes rusos.Fue canonizado por la Iglesia Ortodoxa en 1547, el mismo año que Iván el Terrible se proclamó primer zar de Rusia, quien comparó su propia figura con la de Nevski - en particular, sus victorias en Neva y el lago Peipus - para justificar sus campañas de expansión por el Báltico. Pasado un siglo y medio, Pedro el Grande hizo lo mismo cuando libró la Gran guerra del Norte (1700-1721) contra una coalición de países bálticos liderados por Suecia. Además, este zar le construyó un gran monasterio, Alexánder Nevski Lavra, en su recién fundada capital de San Petersburgo para guardar sus restos en un lugar digno de un héroe nacional y consagrar la ciudad como centro de poder.En el siglo XIX, y como no podía ser de otra manera, los tres monarcas Románov que llevaban su nombre lo convirtieron en su patrón personal, e incidieron en su figura de paladín de las esencias rusas en unos momentos en que las ideas liberales que venían de Europa eran vistas como una amenaza para el absolutismo zarista. Podía parecer lógico que los zares tomaran como referente a un príncipe medieval, pero la figura de Nevski también sirvió al régimen comunista. Tras un breve olvido en los años posteriores a la revolución de 1917, Stalin lo recuperó en los años treinta, cuando volvió a surgir la idea de una guerra con Alemania, a quien consideraba como heredero de los Caballeros Teutónicos. La cara visible de esta campaña fue la película Alexánder Nevski (1938) de Serguéi Eisenstein, una obra maestra y pieza de propaganda a partes iguales. Las palabras del señor Putin que reproducíamos al principio de este artículo son del 10 de septiembre del 2021, durante la inauguración de un monumento que conmemoraba el 800 aniversario del nacimiento de Nevski. A cinco meses del Operativo Militar Especial en Ucrania - para salvar a la minoría rusófona del este del país de un genocidio por parte del régimen golpista de Kiev con la complicidad de Occidente - quién sabe si el discurso del presidente ruso era un aviso para el posible pulso que preveía con la OTAN. Más allá de los relatos que glorificaron sus victorias militares, Nevski fue un líder pragmático que consiguió mantener cierto margen de maniobra política para evitar la sumisión total de los principados rusos en un momento muy delicado de su historia.
viernes, 11 de julio de 2025
LOS MOLDES DE POMPEYA: Inmortalizando una tragedia
Al amanecer de, probablemente, el 25 de octubre de 79 d. C., Pompeya despertó casi sepultada bajo cenizas y escombros volcánicos. La visibilidad era escasa y el aire irrespirable. Los edificios colapsaban bajo el peso del material volcánico, sepultando a quienes buscaban refugio, mientras pequeños sismos e incendios agravaban la devastación.Durante una de las pausas de la erupción, quienes habían sobrevivido hasta entonces emprendieron una huida desesperada. Entre ellos, un grupo de cuatro personas avanzaba con dificultad por una calle cercana a las termas Estabianas, en el centro de la ciudad. Un hombre portaba un tesoro de monedas, seguido por dos jóvenes y una mujer con joyas y objetos valiosos. El calor y la ceniza hacían el camino casi imposible. No pudieron llegar muy lejos. Al poco tiempo fueron alcanzados por la última oleada piroclástica que acabó con sus vidas. Sus cuerpos, depositados sobre metros de material volcánico acumulado durante las horas previas, permanecieron intactos, olvidados. Nada apuntaba a que serían los protagonistas de uno de los grandes descubrimientos de la arqueología pompeyana.Entre los días 3 y 7 de febrero de 1863, durante las excavaciones de un callejón cercano a las termas Estabianas, que conectaba con la vía de la Abundancia, Giuseppe Fiorelli encontró los restos de cuatro individuos sobre unos cinco metros de material volcánico. Todo indicaba que habían fallecido mientras intentaban huir sobre metros de material volcánico, a pocas horas de que la erupción hubiese comenzado.Las cavidades evidentes entre sus huecos y la ceniza y lapilli (pequeños fragmentos de lava) llevaron al director de las excavaciones de Pompeya a rellenar los espacios con yeso líquido. El resultado resultó tan novedoso como impactante. Acababan de recuperarse del olvido la agónica impronta y los últimos segundos de vida de cuatro víctimas que habían perecido durante el desastre.Aunque el método de Fiorelli supuso un hito en la historia de la arqueología, desde el siglo XVIII, los arqueólogos habían intentado inmortalizar los últimos momentos de los pompeyanos. En 1772, por ejemplo, en la villa de Diomedes se encontraron numerosas víctimas que buscaron refugio en uno de los criptopórticos. Entre ellas, llamó la atención el cuerpo de una joven que portaba un collar, pendientes, broche, pulseras y tiara de oro, y que murió cubriéndose el rostro con sus ropajes. De ese grupo de individuos solo se conservaron los relieves de los brazos y un pecho de la joven, que fueron llevados al Museo de Portici.Durante las décadas posteriores, los arqueólogos experimentaron con todo tipo de técnicas para intentar preservar materiales orgánicos y estructuras arquitectónicas en madera, cuyas improntas se entreveían en el registro arqueológico. En 1856, por ejemplo, se creó el primer calco de una puerta, que pronto comenzó a reproducirse en otros lugares de la ciudad, también en ventanas y otros vanos.La técnica de Fiorelli consistía en identificar el vacío creado en el registro arqueológico debido a la descomposición de la materia orgánica (madera, restos animales o humanos); tras ello, se inyectaba yeso, y, una vez endurecido, se procedía a la excavación y extracción de los moldes. Los cuatro primeros calcos realizados en febrero de 1863 fueron expuestos en distintas partes del yacimiento, aunque quedaron eclipsados, al poco tiempo, por nuevos hallazgos impactantes, como el perro de la casa de Orfeo en 1874.La expectación generada pronto llegó a los medios nacionales e internacionales. Por primera vez, luego de más de un siglo de excavaciones, se podía contemplar la angustiosa muerte cara a cara. Luigi Settembrini, un célebre intelectual italiano, expresó su asombro de la siguiente manera: “Hasta ahora hemos descubierto templos, casas y objetos que atraen la curiosidad de los cultos, los artistas y los arqueólogos; pero ahora, mi querido Fiorelli, has descubierto el dolor humano, y ese es un hallazgo que todos los hombres sienten profundamente”.Marc Monnier, que visitó las ruinas al poco tiempo de los primeros calcos de Fiorelli, reflexionó de manera única sobre los mismos: “(…) nada podría ser más impactante que ese espectáculo. No son estatuas, sino cadáveres moldeados por el Vesubio; los esqueletos siguen allí, en esas envolturas de yeso que reproducen lo que el tiempo habría destruido y lo que las cenizas húmedas han conservado: la ropa y la carne, podría decirse que la vida misma (…). Los pompeyanos exhumados son seres humanos a quienes vemos en la agonía de la muerte”.Desde entonces, la realización de calcos a las víctimas que presentaban una oquedad en el registro arqueológico ha llevado a completar más de un centenar de ejemplos que, de manera personalizada, representan la agónica muerte que miles de personas enfrentaron aquel día. Muchos de estos calcos fueron depositados en el Antiquarium, o Museo de Pompeya, bombardeado el 24 de agosto de 1943 por los estadounidenses durante la guerra, perdiéndose numerosos ejemplares. A los noventa documentados en el 2014 han de añadirse los cada vez más numerosos calcos realizados recientemente, en el transcurso de las excavaciones de la villa suburbana de Cività Giuliana, la región V o la región IX.El realismo y la calidad de los calcos de yeso varían según la época en la que fueron realizados y el tipo de material utilizado. Al principio se usaba el yeso alabastrino, pero, en épocas posteriores, este material fue sustituido por la escayola o, incluso, el cemento, lo que provocó una disminución de la calidad de los calcos y el realismo que presentaban.Estas piezas, contenedores de los restos mortales de quienes perecieron en la erupción, han sido objeto de distintas técnicas para lograr un resultado único que permitiera contemplar sus últimos instantes, así como conservar sus restos óseos. Así, en la cercana Oplontis, en 1984 se realizó el calco en resina de una mujer enjoyada con una pulsera y pendientes, que pretendía mostrar la estructura ósea y la postura de la muerte. Sin embargo, el oscurecimiento del molde con el paso del tiempo hizo que se descartara la técnica y se volviera al yeso.A la colección de víctimas humanas se unen los calcos de algunos animales, como un perro, un cerdo o équidos, que permiten conocer numerosos aspectos sobre la fauna en época romana. En las excavaciones más recientes, además, se han recuperado los restos de mobiliario e instrumental de trabajo, camas y otros enseres en Cività Giuliana. En pleno corazón de Pompeya, en la región V, camas más elaboradas, así como las mesitas e incluso la suela de una sandalia, nos muestran un dormitorio de una mansión con un larario pintado en su jardín. Las descripciones que poseemos en las fuentes clásicas nos permiten identificar el tipo de mobiliario y los objetos que, ahora en yeso, son rescatados de las oquedades del material volcánico.Recientemente, la aplicación de tomografías computarizadas y radiografías ha revolucionado la narrativa en torno a los calcos y las historias de las víctimas que contienen. Por ejemplo, algunos de los estudios muestran cómo muchos de estos calcos fueron manipulados, extrayendo parte de los huesos, incluyendo elementos metálicos para crear posturas, o incluso alterando el depósito arqueológico original, fruto de la búsqueda del agónico dramatismo de la muerte como resultado de la intervención. Estos procedimientos dañaron, en muchos casos, los restos óseos de las víctimas.El uso de nuevas tecnologías ha permitido reescribir la interpretación moderna que habíamos realizado de los calcos. Así, quien había sido identificada como una mujer embarazada no es sino una mujer de avanzada edad que no podía estar en edad de gestación, como confirman los datos extraídos del análisis de su dentadura. Igualmente, la conocida como familia procedente de la casa del Brazalete de Oro, tradicionalmente interpretada como una familia nuclear (padre, madre e hijo), ha resultado ser, a través de estudios óseos y análisis de ADN, un grupo de personas sin parentesco biológico que, tal vez, se refugiaron juntas durante la erupción.Hoy, tras más de ciento sesenta años desde la realización del primer calco de una víctima humana en Pompeya, poseemos una colección única de materiales orgánicos, animales y personas que son testimonios de los últimos instantes de vida de la ciudad, segundos antes de ser consumidos por las altas temperaturas. Así, junto a esta nueva revisión tecnológica de los últimos instantes de vida en Pompeya, los estudios más recientes han establecido un sólido marco metodológico ético que busca salvaguardar la integridad de los restos humanos encontrados durante las excavaciones, actuando bajo unas normas establecidas al respecto.
viernes, 4 de julio de 2025
DISTORSIONANDO GROSERAMENTE LAS ESCRITURAS: ¿Por qué hay sectores “cristianos” que apoyan a Israel?
Siempre me ha parecido repudiable que los llamados “cristianos” fundamentalistas, pertenecientes a sectas protestantes especialmente en los EE.UU. estén de lado de aquellos que mataron a Jesús - ó sea los judíos - lo cual me parece completamente abominable. En su defensa, hay quienes argumentan que es solo “por motivos religiosos” debido a que el Apocalipsis señala que para que Cristo regrese a la Tierra, "primero debe ser reconstruido el Templo de Jerusalén en el Monte Moriah, actualmente ocupado por el Domo de la Roca - el tercer lugar más sagrado del Islam, luego de las mezquitas de La Meca y Medina - y mientras esta no sea destruida, Él no volverá". Sin embargo, lo que estos “estudiosos” de la Biblia omiten en decir deliberadamente es que, según el Apocalipsis, “la nueva Jerusalén bajara de los cielos y con él, vendrá el Mesías que juzgara a los vivos y a los Muertos”. Ojo, dice que ”bajara” junto con el Templo - el cual no será construido por humanos - tal como quieren hacer creer a los incautos. Pero hay razones mucho más oscuras para seguir con esta falsa narrativa… Así por ejemplo, Durante una entrevista reciente con Tucker Carlson, el senador estadounidense Ted Cruz demostró no solo una alarmante ignorancia geopolítica , sino también una descarada disposición a distorsionar las Escrituras en defensa de su inquebrantable apoyo a la entidad sionista, una bestia sedienta de sangre que se ceba con los palestinos. El versículo que citó Cruz - Génesis 12:3 - fue truncado descaradamente, una táctica común para otorgar legitimidad divina al excepcionalismo sionista en la profecía del fin de los tiempos. Este versículo se ha convertido en la base teológica de una cosmovisión militante conocida como “sionismo cristiano” (?). Incluso los críticos judíos de la política estatal israelí expresan su consternación ante el analfabetismo histórico y la crudeza teológica que alimentan esta demoniaca ideología en expansión dentro de los círculos protestantes estadounidenses. El llamado “sionismo cristiano” prospera gracias al analfabetismo bíblico y a la apropiación selectiva de las Escrituras. Aunque a menudo se presenta como antiguo e inmutable, es en realidad un fenómeno relativamente moderno, que surgió junto con el auge del sionismo político a finales del siglo XIX. En lugar de tratar las Escrituras como sacrosantas, distorsiona el canon bíblico de una forma tan grosera, convirtiéndolo en una herramienta maleable, una que debe ajustarse a los imperativos ideológicos del momento. En una nación como Estados Unidos, que ha estado en guerra durante casi el 95% de su existencia, esta distorsión a menudo sirve como pretexto teológico para una doctrina de "guerra interminable”, con versículos cuidadosamente seleccionados que se utilizan para “santificar” la agresión geopolítica y la creación de nuevos enemigos. Luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando la Unión Soviética se convirtió en la primera nación en otorgar reconocimiento de iure a la entidad sionista que usurpa territorios palestinos desde 1948. Este mismo movimiento comenzó a extraer febrilmente de las escrituras para presentar a la URSS, y a Rusia en particular, como los villanos apocalípticos Gog y Magog. Incluso Ronald Reagan, el santo pseudorreligioso del conservadurismo estadounidense, invocó repetidamente esta herejía interpretativa para enmarcar la Guerra Fría como una batalla cósmica contra el "imperio del mal". Hasta el día de hoy, millones de protestantes estadounidenses y fundamentalistas en todo el mundo continúan viendo a Rusia como el enemigo eterno de Dios mismo, a pesar de que el comunismo y la Unión Soviética atea y antirreligiosa sean hoy parte del basurero de la historia. El alcance y la influencia de esta subcultura pseudoteológica no deben subestimarse. Pero antes de desentrañar las ramificaciones más amplias de esta perversión ideológica, examinemos primero el versículo que el senador Cruz citó tan convenientemente de forma errónea. Este invocó Génesis 12:3 para “justificar” el inquebrantable apoyo estadounidense a Israel, pero su cita fue notoriamente selectiva. El versículo completo dice: «Bendeciré a los que te bendigan, y maldeciré a los que te maldigan; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra». (RV) Esta es una promesa profética dada al patriarca Abraham, que apunta en última instancia a su descendencia, Jesucristo. Es a través de Cristo, según Gálatas 3:16 , que a “todas las familias de la tierra” se les ofrece la reconciliación con lo Divino. Si esa bendición es universal y de alcance mesiánico, ¿dónde está entonces la exclusividad étnica o nacional que tan a menudo se atribuye al Israel moderno? En la práctica, el marco teológico de Cruz se alinea más con el etnocentrismo talmúdico que con la soteriología cristiana. Consideremos esta notable afirmación del infame rabino Chaim Richman , dirigida a los cristianos: “Están adorando a un solo judío. Es un error. Deberían adorarnos a todos y cada uno de nosotros porque todos morimos por sus pecados cada día... El pueblo judío en la tierra de Israel es el baluarte contra los orcos, ¿de acuerdo? Los orcos no vienen a un teatro cerca de ustedes, sino a su casa”. Aparte de la referencia a Tolkien – que por cierto, no aparece en ninguna parte del Talmud -, la cita de Richman revela el terreno ideológico que orbita Cruz: uno donde la identidad judía colectiva está casi divinizada y los adversarios son deshumanizados como monstruos fantásticos. Se sospecha que los «orcos» son un eufemismo generalizado para referirse a los árabes de la región, muchos de los cuales paradójicamente son aliados encubiertos de Israel. Al parecer, los únicos «orcos» recalcitrantes son los palestinos, cuya negativa a aceptar a sus señores divinos sigue siendo un problema insoluble. Irónicamente, los persas (iraníes) han gozado tradicionalmente de una representación mucho más favorable en las escrituras judías, desde Ciro el Grande hasta Jerjes en el Libro de Ester. La enemistad geopolítica moderna es, por lo tanto, una aberración histórica, no una necesidad teológica. Pero si seguimos la lógica grotesca de Richman, ¿se extiende esta "adoración incondicional a cada judío" incluso a aquellos recientemente implicados en escándalos satánicos de abuso infantil en Israel o a despreciables genocidas como Benjamín Netanyahu que tiene las manos manchadas con la sangre de miles de palestinos? ¿En qué punto la solidaridad se convierte en sacrilegio, y el apoyo a Israel exige una rendición teológica total? Hay una razón por la que el “sionismo cristiano” es una subcultura teológicamente en bancarrota disfrazada de profecía. Es una ideología que santifica cualquier crimen de guerra, cualquier acto de brutalidad por parte de las fuerzas israelíes, porque, según sus adeptos, la "bendición" personal de Dios depende de la lealtad política a un estado-nación moderno. Cuando no está manipulando activamente las escrituras, la historia y la moral básica, este movimiento crea señales y prodigios de la nada. Los fenómenos naturales, especialmente los patrones pareidólicos, se interpretan rutinariamente como comunicaciones divinas. Esto no es un entusiasmo inofensivo; refleja una mentalidad crédula condicionada por el pensamiento colectivo, la adoración impulsada por las emociones y la retórica manipuladora. La música hipnótica, los testimonios escenificados y las atmósferas cuidadosamente orquestadas a menudo incitan a los feligreses a un frenesí de expectativas, donde la credulidad se convierte en virtud espiritual. Hoy en día, una gran parte de los protestantes fundamentalistas están dispuestos a interpretar cualquier suceso trivial como un respaldo divino al papel central de Israel en la profecía del fin de los tiempos. Pero si buscan señales, podrían considerar una que vaya en la dirección opuesta. Justo luego de que Israel lanzara un ataque no provocado contra Irán, un cuervo pareció arriar una bandera israelí entre los escombros de un barrio israelí. En el Midrash judío, el cuervo se considera un presagio. En la narrativa bíblica, es la criatura que Dios usó para sostener al profeta Elías cuando estaba al borde de la desesperación ( 1 Reyes 17 ). El cuervo es una criatura asociada tanto con el juicio como con la provisión. ¿Qué mensaje transmitía, entonces? Ahora imaginen si el pájaro hubiera derribado una bandera palestina o iraní. El ecosistema cristiano sionista habría estallado en éxtasis masivo. Las redes sociales se habrían inundado de titulares que lo declararían una señal del cielo. Los blogs proféticos se apresurarían a descifrar su "simbolismo". Los telepredicadores reproducirían las imágenes entre peticiones de donaciones. Pero como cuestionaba su narrativa, el evento fue cuidadosamente ignorado. Tal es el reflejo esquizoide de la teología “sionista cristiana”: las señales divinas solo son válidas cuando refuerzan el guion. Cualquier otra cosa, por bíblica o cruda que sea, se descarta como coincidencia o interferencia satánica. Hay una frase frecuentemente citada, atribuida a Joseph Goebbels, aunque probablemente utilizada por primera vez por Adolf Hitler, que dice: “Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”. Ello puede aplicarse perfectamente al Holocuento - difundido incansablemente por poderosos medios de comunicación en manos de corporaciones judías, especialistas en tergiversar la historia – para victimizarse con eventos que nunca sucedieron. Los “cristianos sionistas” han cantado Génesis 12:3 con tanta frecuencia y con tanto celo que pocos dentro de sus filas se detienen a probar el versículo con las Escrituras o con la realidad empírica. Hagámoslo ahora. Génesis 12:3 dice: «Bendeciré a los que te bendigan, y maldeciré a los que te maldigan…». Si interpretamos esto como un mandato general para la política exterior estatal, la evidencia debería ser obvia. Así que pregúntese: ¿Están los aliados más leales de Israel hoy, especialmente en Occidente, verdaderamente "bendecidos”? Tomemos como ejemplo Estados Unidos. Se podría decir que está más dividido internamente que en cualquier otro momento desde la Guerra Civil. Sus ciudades se están deteriorando, la indigencia y la drogadicción son rampantes, las relaciones raciales están en su punto más bajo, y casi el 40% de los estadounidenses no pueden afrontar un gasto de emergencia de 400 dólares sin pedir prestado, vender sus reliquias familiares o endeudarse. Y, sin embargo, miles de millones de dólares en ayuda incondicional siguen llegando a Israel año tras año. Comparemos esto con Asia Oriental y el Sudeste Asiático, donde la mayoría de los países mantienen posturas moderadas y neutrales respecto al conflicto entre Israel y Palestina. Con una población combinada cercana a los 2.400 millones de habitantes, esta región abarca innumerables etnias y religiones, pero se mantiene notablemente más estable. Salvo Myanmar, cuya junta militar ha recibido armamento israelí , no hay guerras continentales ni las fracturas sociales existenciales que aquejan a Occidente. La inmigración es limitada, la armonía social se mantiene relativamente intacta y todas las principales naciones asiáticas apoyan una solución de dos Estados basada en las fronteras anteriores a 1967. Ninguna nación le hace la pelota a Israel en esta parte del mundo. Así que la pregunta prácticamente se plantea sola: si se utiliza Génesis 12:3 para evaluar la política exterior hacia Israel, entonces ¿quién exactamente está siendo bendecido y quién está siendo maldecido? Las consecuencias de la lealtad ciega no se limitan al declive económico. Consideremos las guerras indirectas alimentadas por los cálculos estratégicos israelíes. En Siria, el apoyo israelí a las facciones yihadistas ha contribuido a la aniquilación de minorías étnicas y religiosas. Justo el domingo 22 de junio, un terrorista suicida detonó un atentado dentro de la Iglesia Ortodoxa de San Elías de Antioquía, matando al menos a quince fieles cristianos. Estas no son tragedias aisladas. Son los frutos del “sionismo cristiano”: una teología que fusiona la realpolitik con el mandato divino. ¿Por qué es esencial confrontar y corregir esta falsa narrativa? Porque la ideología religiosa que promueven Cruz y sus secuaces no se parece en nada al cristianismo auténtico. Es una peligrosa falsificación teológica: una jauría de lobos con piel de oveja, tal como advierte Mateo 7:15 . Lejos de defender la fe, el “sionismo cristiano” pone en peligro activamente a los cristianos de todo el mundo. En su afán por defender la decadente Pax Americana, idolatrar a los criminales sionistas e introducir a la fuerza los acontecimientos actuales en un guion apocalíptico artificial, sacrifica a las comunidades cristianas reales en los altares de la geopolítica y la fantasía escatológica. Como defensor de una de las tradiciones cristianas más antiguas del mundo, cuyas raíces se remontan incluso al Antiguo Testamento, digo esto claramente: No os unáis a estos idólatras asesinos ( 1 Corintios 5:11 ). Invocan a Cristo, pero sirven a las ambiciones del imperio, a los engaños del hombre y a las artimañas de Satanás. Si eso es lo que significa ser «bendecido», entonces su iglesia debería tener cuidado con lo que realmente adoran.
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