SONIDOS DEL MUNDO
viernes, 3 de mayo de 2024
DIALOGUES D´ ANTIQUITÉS ORIENTALES - THE MET AU LOUVRE: Vinculando la historia de sus colecciones
Desde el pasado 29 de febrero, los visitantes del Louvre tienen la rara oportunidad de disfrutar de diez grandes obras de arte antiguo de Oriente Próximo del Museo Metropolitano (Met) de Nueva York, actualmente cerrado por renovación. Pero no lo harán en una muestra tradicional, sino en una suerte de "juego de pistas" concebido por los dos museos. La decena de obras - que han viajado a París en un préstamo también muy poco habitual, con una duración hasta septiembre del 2025 - proceden de lugares desde Asia central a Siria y están datadas entre el final del cuarto milenio antes de Cristo y el siglo V de nuestra era. Se trata de piezas como la delicadamente grabada cabeza de un gobernante con turbante mesopotámica, en cobre corroído, un plato persa de plata dorada que representa a un rey sasánida cazando ciervos, una estela cubierta de inscripciones y caracteres cuneiformes, así como diversos objetos decorados con animales tallados, entre ellos un extraordinario toro arrodillado sosteniendo una vasija de pico, de plata procedente de Irán, que se podrán encontrar repartidas entre las obras y objetos del ala de Antigüedades Orientales del Louvre. En ese lugar, que acoge tesoros como el Código de Hammurabi (1750 a.C.), el visitante deberá seguir las indicaciones en rojo -el color del logotipo del Museo Metropolitano de Arte- si quiere encontrar todos los elementos de esta particular exhibición temporal, bautizada como Dialogues d´antiquités orientales - The Met au Louvre (Diálogos de Antigüedades Orientales - El Met en el Louvre). "Ha sido simplemente una alegría y un privilegio y también algo que nos ha abierto un poco los ojos y experimental. Hemos podido hacer cosas que normalmente no habríamos pensado", explicó con satisfacción Kim Benzel, directora del Departamento de Arte del Antiguo Oriente Próximo del Met, durante la apertura al público de la muestra. “Es asombroso. Es una oportunidad maravillosa. Cuando sacas los objetos de su ubicación normal, fuera de casa, por así decirlo, incluso yo que los conozco desde hace 30 años en mi carrera, se ven diferentes. Parecen diferentes. Al verlos entre los objetos del Louvre y las historias del Louvre ha habido todo tipo de nuevas y maravillosas narrativas que han salido de esto. Cada una como que ayuda a expandir la narrativa del otro. Ha sido simplemente una alegría y un privilegio y también algo que nos ha abierto un poco los ojos y experimentarlo. Hemos podido hacer cosas que normalmente no habríamos pensado antes de que esto empezara, así que ha sido un proyecto absolutamente maravilloso” aseveró. “Al integrarse ambas colecciones, se introducen ‘correspondencias’ reconstituyendo conjuntos y completando la información vinculada a la historia específica de cada pieza” añadió por su parte Ariane Thomas, curadora francesa de la exposición. Como ejemplo de esta colaboración única, cita "un fragmento encontrado en las excavaciones en Tello, en Mesopotamia, y conservado en el Louvre, permite atribuir y datar una cabeza adquirida por el Met hasta entonces difícil de localizar en el tiempo y en el espacio. Por el contrario, esta pieza permite comprender mejor qué parte corresponde al único fragmento encontrado en el Louvre. Entre las obras expuestas se encuentra “uno de los rarísimos testimonios de orfebrería en Mesopotamia”, según los comisarios. Se trata, explica Kim Benzel, "de un conjunto heterogéneo de piezas de joyería descubiertas en un alijo monetario, presentado durante décadas por el Met como un collar. La exposición nos permite deconstruir esta historia: mirándola durante mucho tiempo, descubrí que los grandes colgantes se habían fundido, algunos quedaron sin terminar o fueron reutilizados. “Se trataba probablemente de piezas heterogéneas de orfebrería que debieron pertenecer a un joyero, con colgantes que también eran emblemas divinos, protectores, muy poderosos en Mesopotamia”, añade Benzel. “Esta colaboración con el Louvre es única para el Met durante su renovación y le permitirá diseñar una presentación completamente nueva de las obras cuando el departamento (de antigüedades orientales) vuelva a abrir a finales del 2026”, concluyo.
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