SONIDOS DEL MUNDO

viernes, 4 de marzo de 2022

DONBASS: Historia de un genocidio

Cuando uno se pregunta por los motivos que el presidente ruso Vladimir Putin haya tenido para ordenar una operación militar especial en Ucrania, lo ha hecho no con la intención de invadirla y anexarla a Rusia, como la prensa occidental en su vomitiva campaña mediática impulsada por Washington repite hasta el cansancio, sino para castigar al régimen fascista de Kiev - nacido de un golpe de Estado en el 2014, en un operativo montado por la CIA que derroco al gobierno legitimo, sustituyéndolo por otro colaboracionista - cuyos monstruosos crímenes cometidos contra la minoría rusoparlante del este del país en las regiones de Donestk y Lugansk (ubicadas en el Donbáss) no podían ni debían quedar impunes. Una muestra de ello es la terrible imagen que ilustra la nota y que no hubiese querido subirla, pero es una muestra de lo que son capaces esas bestias que ahora van de “victimas”. Como recordareis, el líder ruso, en su alocución del jueves 24 de febrero expuso claramente sus razones: "He tomado la decisión de llevar a cabo una operación militar especial para proteger a las personas que han sido objeto de múltiples abusos y genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años. Para ello, nos esforzaremos por desmilitarizar Ucrania. Y también para llevar ante la justicia a quienes han cometido estos sangrientos crímenes contra la población civil, incluidos los ciudadanos de la Federación de Rusia", agregó. El jefe de Estado ruso subrayó que las circunstancias actuales exigen que Moscú actúe de inmediato y añadió que las “Repúblicas Populares de Donbáss han solicitado la ayuda de Rusia". Putin explicó que su país no puede existir con una amenaza constante que emana del territorio ucraniano y que a las autoridades rusas no se les ha dejado otra opción para proteger a su país. Vladimir Putin afirmó que Rusia no pretende ocupar Ucrania, sino que buscará su desmilitarización. "Nuestros planes no incluyen la ocupación de territorios ucranianos, no vamos a imponer nada a nadie por la fuerza", subrayó. Sostuvo además que desde el golpe del 2014 prácticamente no ha pasado ni un solo día sin bombardeos en las localidades de Donbáss. "No cesan la matanza de civiles, el asedio, el hostigamiento de personas, incluidos niños, mujeres, ancianos". Vladimir Putin denunció que EE.UU. y sus socios europeos han ignorado las agresiones de Kiev contra Donestk y Lugansk, “como si todo este horror y genocidio, al que son sometidas casi 4 millones de personas no existiera. Se creían impunes, amparados por Occidente para hacer lo que les venía en gana, pero ello se acabó. Por ello, hemos decidido intervenir y castigarlos ejemplarmente como se merecen” puntualizó. Hagamos historia, esta serie de abominables crímenes se iniciaron inmediatamente tras el golpe de estado fascista del 2014, que motivo el levantamiento de las provincias rusófanas del Dombáss, rechazando la ruptura del orden constitucional. Es entonces que los golpistas enviaron desde Kiev tropas para aplastar la revuelta, donde se ensañaron con la población local asesinando a miles de civiles y grupos rusoparlantes, quienes fueron víctimas de un exterminio premeditado y enterrados en decenas de fosas comunes. Un desgarrador informe de la Cancillería rusa nos da más detalles al respecto: “Los ataques de artillería masivos e indiscriminados del ejército ucraniano en todo el territorio de la República Popular de Lugansk se iniciaron en el verano y otoño del 2014 dejando muertos muchos civiles” . “Las ciudades grandes y densamente pobladas como Pervomaisk, Kirovsk y Slavyanoserbsk sufrieron el golpe principal, ya que están ubicadas directamente en la línea divisoria. La ciudad de Pervomaisk por ejemplo, donde se encontró la primera gran fosa común, había quedado aislada de toda comunicación. La gente moría a cada minuto por los bombardeos y la falta de cosas básicas, como agua, medicamentos, alimentos. De manera especialmente cínica los golpistas bombardeaban hospitales, morgues y escuelas donde se ubicaban los refugios antiaéreos”. El informe incluye un archivo fotográfico con 56 imágenes de crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos cometidos por soldados del ejército ucraniano en el este de ese país. El informe vincula directamente la sangrienta represión en el este de Ucrania de los últimos ocho años con la decisión de Moscú de actuar para detener esos actos de barbarie. “En relación con los acontecimientos actuales en la región de Donbass les remitimos las pruebas visuales de las atrocidades del régimen de Kiev en dicho territorio”, informa el dossier ruso. “Las mencionadas fotografías representan víctimas civiles de los golpes militares del ejército ucraniano en la ciudad de Pervomaisk, los entierros masivos en el pueblo de Sokologorovka (cerca de Pervomaisk) y los asentamientos de Vidnoi-1 (cerca de Lugansk), Verkhneshevirevka (el distrito de Krasnodon) y los entierros individuales en la ciudad de Slavianosebsk. En las actuales condiciones de la guerra de información y constantes acusaciones contra nuestro país nos vimos obligados a difundir la verdad sobre las acciones del régimen ucraniano”, continúa el informe. Asimismo, un relevamiento de fosas comunes e individuales en Lugansk demuestra que la mayoría de los restos encontrados pertenecen a mujeres y ancianos víctimas de muertes violentas. “Hasta el momento, en la República Popular de Lugansk se han descubierto más de 16 entierros espontáneos, individuales y masivos. Del 10 de agosto al 10 de noviembre del 2021, se desenterraron cuatro entierros masivos y dos individuales. En total se levantaron y examinaron 292 restos humanos. El examen médico forense primario y el examen de los restos encontrados en todos los entierros en el territorio de la República indican que la mayoría de los muertos son mujeres y ancianos. Las causas de muerte son heridas por arma de fuego, de minas y armas explosivas y heridas contundentes”, denuncia el informe. Según la diplomacia rusa, los hechos denunciados constituyen un genocidio del ejército ucraniano en contra de su propia población: “Contra la población de esas regiones usaron medios de guerra prohibidos por el derecho internacional humanitario: lanzadores múltiples de misiles, morteros de gran calibre, aviones. Además del bombardeo constante de asentamientos pacíficos, el régimen ucraniano creó tales condiciones para los habitantes de esta región, que solo pueden ser consideradas como genocidio. Deliberadamente les cortaron el agua, la electricidad, la comunicación móvil, bloquearon la posibilidad de obtener alimentos y medicamentos. Muchos murieron de hambre y los sobrevivientes asesinados indiscriminadamente por escuadrones de la muerte, especialmente como el llamado batallón Azov, quienes honran la memoria de un despreciable asesino de la II Guerra Mundial como Stepan Bandera, considerado ‘héroe nacional’ en Ucrania. Pero a pesar de estos terribles sufrimientos, hubo quienes resistieron y terminaron expulsándolos de sus territorios, proclamando finalmente la independencia de las Repúblicas populares de Donestk y Lugansk - reconocidos por Rusia - quienes solicitaron nuestra ayuda, por lo que decidimos intervenir militarmente para detener esa masacre” puntualizó. No cabe duda que ha llegado la hora del castigo para los asesinos que deberán pagar por todo el sufrimiento que han causado a quienes deben ser considerados las verdaderas víctimas de esta tragedia.
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