SONIDOS DEL MUNDO
viernes, 6 de febrero de 2015
WATERLOO: Inglaterra festeja a lo grande el bicentenario de la derrota de Napoleón
Las pinacotecas públicas del Reino Unido se han apurado y, todas a una, adelantan la celebración del bicentenario de la Batalla de Waterloo (18 de junio de 1815) con tres exposiciones, una de ellas en el muy simbólico Castillo de Windsor, hogar favorito para los fines de semana de la Reina Isabel II. En efecto, meses antes del 200º aniversario de la "batalla que cambió el mundo" ya están en marcha los festejos que aplauden la derrota final de Napoleón Bonaparte. El mensaje más explícito es el de la web Waterloo 200, una completa y didáctica guía en línea apadrinada por el National Army Museum (Museo Nacional del Ejército), que en una de sus muchas secciones incluye una taxativa enseñanza de la contienda de 1815 en Bélgica: la victoria de la coalición aliada comandada por el Reino Unido puso fin al "sueño" histórico de "una Europa dominada por Francia". La página es solamente una de las iniciativas de los triunfadores para recordar quién ganó. Se debe señalar para ser ecuánime que la misma web tilda de "triste paz" el resultado consiguiente a la batalla: decenas de miles de soldados desempleados y hambrientos vagando sin destino por el Reino Unido, protestas y manifestaciones populares en 1819, censura en la prensa y prohibición de mítines políticos. Una caricatura de ese año muestra a la caballería, sable en mano, reprimiendo a una manifestación pacífica en Manchester. No hay demasiadas referencias en la web a la cantidad de bajas de la batalla - 41.000 del lado francés entre muertos y heridos y 24.000 en la coalición de angloaliados y prusiano - pero sí a sus consecuencias políticas, derivadas, se nos dice, de la idea central del "nacionalismo", que fue "extendida por Napoleón para captar a su gran ejército de reclutas" de que "el pueblo debe vivir en el país que elija y no someterse a los dictados de un rey o emperador". El área más visual de Waterloo 200 es la que agrupa doscientos objetos relacionados con el enfrentamiento. Se presentan desde gaitas tocadas en el campo de batalla hasta una armadura francesa con el impacto de una bala de cañón. Cada objeto va acompañado por un trabajado texto con referencias, anecdotario y análisis y el museo anuncia que irá añadiendo más piezas al inventario en línea. Waterloo at Windsor: 1815-2015 (Waterloo en Windsor: 1815-2015) lleva al enclave, el palacio europeo habitado con mayor antigüedad —fue comenzado a construir en el siglo XI y ha sido varias veces reformado— una muestra variada de "extraordinarios souvenirs" de la batalla. En la exposición, que estará abierta al público hasta el 13 de enero de 2016, hay gran cantidad de objetos que fueron comprados por el entonces príncipe regente Jorge, el futuro rey Jorge IV, que siempre se sintió "fascinado por la derrota de Napoleón". Entre lo más destacado de la muestra está el manto de Bonaparte, incautado del tren en el que huyó del campo de batalla; una silla tallada con madera del árbol que marcaba el puesto de mando del duque de Wellington, el irlandés que comandaba el ejército británico, y una mesa de porcelana de Sèvres encargada por Napoleón para inmortalizar su reinado. Entre varias decenas de grabados, dibujos y mapas de la época, el plato fuerte es la apertura al público de Waterloo Chamber, un magnífico y suntuoso salón de 29 por 37 metros mandado a construir por el príncipe como "monumento duradero" a la victoria en la batalla. La ruta pública para los visitantes a Windsor no incluye la cámara, que ahora se podrá ver por primera vez. La figura de Arthur Wellesley, nombre civil del duque de Wellington, es el centro de otra exposición: Wellington: Triumphs, Politics and Passions (Wellington: triunfo, política y pasión), la única que todavía no se ha inaugurado. Estará en cartel, del 12 de marzo al 7 de junio, en la National Portrait Gallery de Londres y promete descubrir al "hombre tras el mito". Habrá objetos personales del que fue dos veces primer ministro empujado por la fama de la victoria en Waterloo, imágenes de sus familiares y amigos y, claro, de él mismo. La joya es en este caso el retrato al óleo que le pintó Goya entre 1812 y 1814. Finalmente, el British Museum programa, entre el 5 de febrero y el 16 de agosto, Bonaparte and the British: prints and propaganda in the age of Napoleon (Bonaparte y los británicos: grabados y propaganda en la época de Napoleón). Se trata de una completa recopilación de dibujos que ensalzaban o repudiaban al emperador francés, cuya época coincidió con el esplendor de la sátira política. En el bicentenario de la batalla se celebrará una escenificación con 5.000 participantes vestidos con trajes de época en el mismo lugar, al sur de Bruselas, donde se enfrentaron los más poderosos ejércitos del siglo XIX.
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