Los tiempos cambian y las tradiciones también, al menos en Bruselas. Allí el clásico Árbol de Navidad, que año tras año presidía su histórica Gran Plaza, ha sido sustituido este año por este árbol electrónico de 25 metros de altura. Se trata de una estructura abstracta, compuesta de varios módulos iluminados, que ha provocado una protesta airada por parte de miles de personas, que piensan que en la raíz del asunto hay razones políticas. Así, más de 25.000 personas firmaron una carta en la que piden que el artefacto sea desmantelado, para poner en su lugar el tradicional pino proveniente de los bosques de Ardenes, que ha agraciado el lugar por años..Los críticos consideran que las autoridades optaron por la estructura contemporánea por temor a ofender a los no cristianos, en especial los musulmanes Pero la municipalidad alega que la idea es mostrar que el carácter "de avanzada" de la ciudad, así como ofrecer a los visitantes una vista sin igual de la capital belga desde lo alto del árbol. En su página web, el portavoz del gobierno local Philippe Close defendió el árbol, con el argumento de que mezcla lo moderno con lo tradicional para producir algo diferente. Como sabéis, Bruselas alberga uno de los mercados de invierno más populares de Europa, y a muchos les preocupa la posibilidad de que la construcción contemporánea choque con los edificios del siglo XVII que lo rodea. Bianca Debaets, representante del partido Cristiano Democrático y Flamenco ante la municipalidad opinó que "razones equivocadas" relativas a sensibilidades religiosas habían motivado a Bruselas a encargar la escultura."Para muchos de quienes no son cristianos, el árbol es ofensivo", afirmó. Según un artículo reciente del periódico belga Le Soir, los musulmanes constituyen el 72% de la población en Bruselas.Es por ello que algunos rotativos han apuntado que el asunto del árbol de navidad es un ejemplo de decisión "políticamente correcta", tomada para apelar a grupos no cristianos. Hubo gestos de sorpresa y rechazo en la plaza la noche que el árbol fue develado. “Es horrendo, feo y vergonzoso que el concejal haya concebido plantar esto aquí sobre esta Gran Plaza. Es un horror”, señala un enfadado belga. Sin embargo a modo de respuesta el concejal Close afirmó que "lo que queremos es modernizar el placer del invierno, de este mercado de navidad y de la imagen de Bruselas. El árbol de navidad no es un símbolo religioso, y de hecho muchos musulmanes tienen uno en su casa", añadió. Polémica su concepción, y polémico su coste, cifrado en unos 44.000 euros. En Internet una página ha recogido cerca de 25.000 mil firmas para que sea sustituido por el tradicional árbol y han convocado a una manifestación de protesta el próximo 9 de diciembre. Por lo visto, este polémico árbol dará mucho que hablar.Personalmente me parece fuera de lugar. Para quienes conocemos Bruselas saben lo que digo.
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