SONIDOS DEL MUNDO
viernes, 22 de septiembre de 2023
¿INTENTANDO REESCRIBIR SU HISTORIA?: La India cambia de nombre y se denominara “Bharat”
Venga ya, en el mundo nunca faltan aquellos iluminados que buscan de una u otra manera pasar a la historia, así caigan en el ridículo más absoluto. Este el caso del sátrapa - o en su caso, del ‘maharajá’- Narendra Modhi que (des)gobierna la India desde el 2014, cuya última ocurrencia ha sido cambiar el nombre a su país, aduciendo que este “fue impuesto por los ingleses” cuando ello es completamente falso, ya que desde hace siglos siempre ha sido conocido así, pero por lo visto, mas puede la demagogia barata que la verdad histórica. En efecto, desde el lunes 18 de septiembre, la India ha dejado de llamarse así, pasando a denominarse únicamente Bharat. Su origen parte de un texto sánscrito del año 1500 a.C. en el que se menciona por primera vez a la tribu del clan Bharata como una de las principales tribus que ocupaban el norte del país. Si bien la Constitución de India reconoce oficialmente tres nombres para denominarla: India, Bharat e Hindustán, solo el primero era aplicado a todo el país, mientras que los restantes son utilizadas generalmente por las minorías hindúes y musulmanas (Mongoles). Diferentes estudios atribuyen que el término India se comenzó a utilizar hace más de 2.000 años por persas, griegos o romanos. Este tomó mayor protagonismo en la época colonial británica en el siglo XVIII para reconocer el dominio inglés sobre este territorio. Como recordareis, durante la reciente celebración de la cumbre internacional del G20 en Nueva Delhi está sirvió de escaparate internacional para promover el nombre. Fue la presidenta Droupadi Murmu quien envió unas invitaciones oficiales para una cena al margen de la cumbre en las que se presentaba como "Presidenta de Bharat". Esta situación desató las especulaciones sobre si el gobierno dirigido por Modhi estaría planteándose cambiar pronto el nombre, como en efecto, sucedió. Habitualmente, las invitaciones emitidas por los órganos constitucionales indios siempre han mencionado a India cuando el texto está en inglés y a Bharat cuando está en hindú. Esta vez, aparecía el segundo nombre escrito en la lengua inglesa. Detrás del uso preferente de Bharat frente a India también está el hecho de que los gobernantes del país quieren reemplazar, entre otras medidas, el sistema de justicia de la etapa colonial británica. Su actual Código penal, el Código de Procedimientos criminales, data de 1872. Cabe recordar que la India logró la independencia de Reino Unido en el año 1947. Como podéis imaginar, los historiadores indios debaten si el cambio de nombre de India era realmente un grito de libertad postergado, o si tenía un solapamiento político destinado a cosechar consenso interno. No son pocos los que hacen la última lectura, dado que el primer ministro lidera el ultranacionalista partido Bharatiya Janata Party (BJP), por lo que existe, más allá de cualquier sed de justicia simbólica, un intento de utilizarlo con fines partidarios. India no sería el primer país que cambia su nombre oficial. Su vecina Sri Lanka adoptó el presente nombre recién en 1972, dejando atrás el Ceilán usado en épocas coloniales. Lo que tienen en común todos los casos es que se deja atrás un exónimo, es decir, un nombre impuesto desde afuera. Sin embargo, esta arbitraria imposición de Modhi no ha caído bien entre muchos indios, quienes sienten que penalizar la palabra “India” sería, más que una reivindicación nacional, una manera de meter cizaña entre las clases sociales, que en la India siempre han estado muy diferenciadas. Asimismo - y no les falta razón - critican el hecho de que, en todo caso, la sustitución de India por Bharat no cambiará mucho para el centenar de grupos étnicos minoritarios, ya que, para ellos, Bharat representa una India hegemónica de la que nunca fueron parte. Y segundo, si de barrer con “todo rastro del colonialismo inglés” se trata, no debería la India dejar de hablar el idioma de Shakespeare, así como desactivar todos sus trenes, que son lo que le ha permitido mantenerse unida a pesar de sus cien grupos tribales, sus castas y sus etnias. En efecto, Indian Railways es hoy el mayor empleador de India, con nada menos que 1.38 millones de dependientes. El país heredó una de las redes ferroviarias más amplias del mundo, construidas durante el período colonial. De otro lado, los indios juegan al críquet y se jactan de ser los amos del deporte del que una vez fueron aprendices. A su vez, la bebida nacional de India es el té, que bajo todo punto de vista debe su introducción masiva a las costumbres británicas. ¿Y qué me dicen de Nueva Delhi? Construida al estilo europeo por los británicos al tratarse de la más preciada joya de su imperio ¿No debería ser demolida? Para muchos intelectuales indios, de hecho, ningún cambio simbólico solucionará los millones de hambrientos, la esclavitud infantil, los desocupados y la miseria extrema que se ven en sus abarrotadas, sucias y caóticas ciudades. La India habrá cambiado de nombre, pero todo seguirá igual.(Por cierto, The Times of India, fundado por los ingleses en 1836, siendo el más importante y leído del país ¿tendrá una nueva denominación por culpa de un déspota?)
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