SONIDOS DEL MUNDO
viernes, 26 de marzo de 2021
LA BASILICA DE LA AGONIA: Un testimonio indisoluble de la verdad
Conocida también como Iglesia de Todas las Naciones, en su interior se conserva una parte de la roca identificada con el lugar donde Jesús rezaba en el huerto la noche en que fue apresado por los judíos debido a una traición de Judas Iscariote. No cabe duda que este sea el lugar donde ocurrió tal acontecimiento, ya que se identifica plenamente con el que aparece descrito en los Evangelios. La actual Basílica es obra de Antonio Barluzzi. Su construcción se levanta sobre dos santuarios anteriores: una capilla bizantina del siglo IV que fue derruida por la acción de un terremoto, y sobre una capilla del siglo XII. La Iglesia consta de un único edificio dividido en tres naves que corren paralelas separadas por dos filas de columnas y cubiertas por seis cúpulas dedicadas a las naciones que intervinieron en su construcción, entre ellas Argentina, Italia, Bélgica, Francia, EE.UU., Canadá, España, Alemania y el Reino Unido. Mientras los mosaicos que lucen en el ábside fueron donados por Irlanda, Hungría y Polonia, en tanto la corona de hierro forjado que rodea la Roca de la Agonía fue un regalo de Australia. El templo fue construido en piedra rosa de Belén y Lifta, procedente de las canteras de Jerusalén. La fachada de ingreso al templo de estilo nerpbizantino, está sostenida por columnas coronadas por las estatuas de los cuatro evangelistas y el tímpano decorado con un fresco que representa al Padre, al Hijo y al sufrimiento. Los ventanales con forma de arcos están recubiertos en su interior por paneles de alabastro azulado-purpurino que transmiten esa sensación de agonía a la iglesia, a través de colores como el violeta, el azul y el dorado que representan la agonía y el cielo nocturno estrellado. La iluminación interior proviene de los candelabros por lo que es tenue y lúgubre. La mesa del altar es en forma de cáliz que simboliza las palabras que de la boca de Jesús salieron en este preciso lugar: “Padre aparta de mi este cáliz de amargura, pero si esto no es posible que se cumpla tu voluntad”. Justo delante del altar encontramos la Roca de la Agonía rodeada por una hermosa corona de espinas, de 30 cm de altura, hecha en hierro forjado por el artista Alberto Gerardi, sobre la que los peregrinos de todo el mundo, desde tiempos remotos, se arrodillan para acariciarla y orar como lo hiciera Jesús aquella noche de jueves santo entre lágrimas y sudor que se convirtieron en sangre que fue derramada en esta misma roca, tal y como se muestra en el hermoso mosaico que preside el ábside central sobre el altar, obra del maestro Pedro D’Archiadi. En los ábsides laterales se ven representadas las escenas de la traición de Judas y a los apóstoles coronados que le acompañaban obra de Mario Barberis. La basílica se encuentra regida por la Custodia de Tierra Santa de la Orden Franciscana, que en un gesto de ecumenismo, también permite a la comunidad anglicana utilizar un altar en el huerto de Getsemaní para celebrar sus servicios de Jueves Santo. Cabe destacar que el nombre de Getsemaní proviene de la forma griega del vocablo gat shmanim (prensa de aceite). Los olivos del huerto contiguo son muy antiguos, pero resulta difícil establecer su edad ya que renuevan tanto sus troncos como sus raíces, por lo que un árbol de aspecto juvenil puede tener raíces muy antiguas. Por cierto, en diciembre del 2020 se produjo un incendio en el interior de la iglesia, provocado por un terrorista judío que prendió fuego a las bancas de la entrada, sin que afortunadamente se produjeran muchos daños. Al respecto, la Custodia de Tierra Santa condenó el ataque incendiario contra la iglesia, que es un lugar sagrado cristiano y exigió al régimen sionista que ocupa Palestina, mayor protección y castigo para los extremistas que con la complicidad del gobierno, atacan iglesias cristianas y mezquitas musulmanas con regularidad. Debido a lo que representa para nosotros, es necesario salvaguardarlo de la barbarie a toda costa.
actualidad cultural