Conocido también como la 'Biblia del Diablo', se trata de un antiguo manuscrito medieval en pergamino escrito en latín y creado a principios del siglo XIII. Su nombre se debe a que en una de sus páginas aparece un Lucifer amenazante a color - algo nunca visto en Biblia alguna - lo que ha llevado a muchos a creer que está maldito. Custodiado por la Biblioteca Nacional de Estocolmo, este manuscrito encuadernado en madera, consta de 620 páginas y cada una de ellas mide casi un metro de largo, fue considerado como la octava maravilla del mundo debido a su impresionante tamaño (pesa 74 kilogramos) y fueron necesarias las pieles de 160 animales para su elaboración. Afortunadamente, se encuentra en un excelente estado de conservación. En cuanto al autor de esta obra, continúa recubierto por un halo de misterio. En efecto, cuenta la leyenda que en 1230 un monje Benedictino fue condenado a ser emparedado vivo por saltarse sus votos monásticos, en un monasterio de la Orden de San Benito ubicado en Podlažice (hoy República Checa). Para evitar el castigo, el monje se comprometió a escribir una obra monumental que honraría al monasterio en una sola noche, un códice que contuviera la Biblia y todo el conocimiento del mundo. Al llegar la medianoche y desesperado por el plazo de tiempo estipulado, pidió ayuda a Satanás e hizo un pacto con el diablo para terminar el libro a cambio de su alma. Lucifer aceptó y firmó el trabajo mediante la adición de un autorretrato de sí mismo. El análisis de escritura realizado por el archivista y paleógrafo Michael Gullick en la Biblioteca Nacional de Suecia indicó que fue un solo escribano quien realizó el manuscrito completo. Asimismo, dentro del texto aparece una única firma: 'hermann inclusis'. Mientras se continúan realizando exámenes y pruebas para recrear la caligrafía de este manuscrito, los resultados preliminares sugieren que al autor le habría tomado cinco años ininterrumpidos para escribirlo. El texto es tan grande que se necesitan dos bibliotecarios para levantarla. El Codex Gigas se dio a conocer cuando el monasterio benedictino de Podlažice tuvo problemas financieros. Para recaudar fondos, los monjes vendieron el manuscrito a un monasterio cerca de Praga. Poco después de trasladar el texto a su nuevo hogar, el monasterio también paso a tener graves problemas financieros. Unos años más tarde, el emperador del Sacro Imperio Romano, Rudolf II se obsesionó con el Codex, así como, otros objetos relacionados con la alquimia y libros de ocultismo. El responsable de salvaguardar el misterioso manuscrito le dio al Codex al emperador romano como un regalo, pero al poco tiempo Rudolf II enloqueció. Fue declarado no apto para gobernar y desterrado por su propia familia. Durante los años de guerra en el siglo XVII, los ejércitos suecos recuperaron el Codex. Muchos expertos afirman que el manuscrito está maldito, y cualquiera que se haga con él sucumbirá ante el poder del mal. Es además la única Biblia que tiene una gran imagen del diablo, representado como mitad hombre, mitad bestia, con garras, pezuñas hendidas, y una lengua en forma de serpiente roja enorme. El dibujo muestra a Satanás tapiado en una celda solo y no con sus súbditos en el infierno. Algunos expertos creen que la imagen del Diablo se refiere al propio monje y de su elección de vivir en una celda de aislamiento lejos de los demás, pero otros consideran que esa es una interpretación errónea, siendo esa imagen un homenaje al Maligno. A pesar del paso de los años, el Codex Gigas todavía conserva su misterio, aun cuando algunos investigadores han querido restar su verdadera importancia, que fue escrito nada menos que por el mismísimo Diablo.