Una noticia que nos trae The Times esta semana informa que el arqueólogo británico de la Universidad de Arizona, Nicholas Reeves, asegura haber encontrado lo que parece ser la tumba de reina Nefertiti dentro de la tumba de faraón Tutankamón. La entrada a lo que podría ser la cámara fúnebre de la reina está decorada con el dibujo que, al parecer, representa el rito religioso cuyo objetivo era proteger dicha cámara, siendo Nefertiti la única mujer de su época que pudo ser honrada en Egipto con tal distinción, afirma Reeves. En efecto, en los escáneos en alta resolución de las paredes de la tumba de Tutankamón, el arqueólogo logró ver las 'sombras' de dos puertas bloqueadas y escondidas detrás de los dibujos murales. Según el científico, una de dichas puertas puede dar acceso a una cámara de almacenamiento, mientras que la segunda llevaría a la cámara donde permanecerían intactos los restos de la reina, que -sostiene- fue la propietaria original de la tumba. Que fuera Nefertiti la propietaria original de la tumba, explicaría por qué el faraón Tutankamón fue sepultado en una cámara pequeña que no se corresponde a su estatus. Reeves opina que el entierro del faraón fue añadido a la tumba de Nefertiti posteriormente. Si se demuestra esta versión, se trataría del mayor hallazgo en historia de arqueología, afirma Reeves. Como sabéis, Nefertiti es uno de los personajes más legendarios del Antiguo Egipto. Fue reina por su matrimonio con Akenatón (Amenofis IV) – el faraón revolucionario por excelencia - sobre el que ejerció una gran influencia, contribuyendo a la revolución política, religiosa, económica y cultural que su marido desató al sustituir el politeísmo tradicional egipcio por un culto de tendencia monoteísta al dios solar Atón. Sobre su relación con Tutankamón, que reinó entre los años 1336 y 1327 a. de C., se han tejido todo tipo de versiones, desde que era su yerno, hasta que eran más bien madre e hijo. Sus audaces reformas les ganaron muchos enemigos entre la poderosa clase sacerdotal de Amón y se cree que Akenaton fue asesinado y Nefertiti apartada del trono, siendo sucedidos en el cargo por un insignificante Tutankamón, quien bajo el influjo de los sacerdotes renegó de Atón, suprimió el monoteísmo de su padre y devolvió la capitalidad a Tebas. Desde entonces se perdió la pista de Nefertiti, desapareciendo por completo de los escritos de los papiros y de los grabados. Sus monumentos fueron destruidos y su memoria fue borrada. Nunca se ha hallado su momia, lo que hizo que su búsqueda fuera objeto de todo tipo de especulaciones. Así por ejemplo, el 9 de junio de 2003, Joann Fletcher, especialista en el análisis capilar de la University of York en el Reino Unido, anunció que se había encontrado la momia de Nefertiti en la tumba KV35 del Valle de los Reyes, en Egipto. Esta momia llevaba ya cien años descubierta, pero estaba sin identificar. La momia hallada estaba en un estado que hace suponer que fue saqueada poco después de la muerte. La técnica utilizada para la momificación sugiere la época de la XVIII Dinastía, y la posición del cuerpo indicaría la realeza del personaje. Sin embargo, el 12 de junio del mismo año, Zahi Hawass, director del Consejo Superior de las antigüedades de Egipto, adelantó la falta de pruebas que sostuvieran esta hipótesis y desmintió públicamente que esa momia fuera la de Nefertiti, cuyo busto que la ha hecho famosa hallado por arqueólogos alemanes en 1912 en las ruinas de su capital, Ajetaton, es custodiado desde entonces en el Neues Museum de Berlín.