SONIDOS DEL MUNDO
viernes, 29 de mayo de 2015
TURKMENISTAN: La megalomanía en su máxima expresión
Menuda noticia que nos trae esta semana The Telegraph. Sucede que el dictador de Turkmenistán, Gurbangulí Berdimujammédov, se hizo erigir una estatua dorada este lunes en Ashjabad, capital de esa república centroasiática limítrofe con Irán y Afganistán. "¡Gloria a Arkadag!", han coreado los estudiantes asistentes a la ceremonia en referencia a Berdimujammédov, conocido como 'El protector' entre los ciudadanos de la llamada 'República del gas' por sus ingentes recursos de ese hidrocarburo, La estatua ecuestre, que junto al pedestal de mármol blanco alcanza una altura de 21 metros, muestra al megalómano con una paloma en la mano y recuerda a la famosa estatua de bronce de Pedro I El Grande de San Petersburgo. Bañada en oro de 24 quilates, a la inauguración de la estatua han asistido miles de personas. Como sabéis, Berdimujammédov llegó al poder tras la muerte, en 2006, de Saparmurat Niyázov. Cuando asumió la Presidencia, tras unas elecciones fraudulentas sin la participación de la oposición, prometió que acabaría con la costumbre de idolatrar las estatuas doradas de Niyázov e incluso ordenó el traslado de la mayor parte de ellas a las afueras de la capital. Sin embargo, no tardo mucho en imitar a su mentor y ahora pretende reemplazarlas por su propia imagen. Considerado uno de los país más aislados y autoritarios de la región, Turkmenistán - un país desértico en un 80% de su territorio - se encuentra bañado por el mar Caspio y con una de las mayores reservas de gas del planeta, que suministra a China, Rusia e Irán, De acuerdo a un reportaje de la BBC existe una estricta vigilancia policial en Tukmenistán, la situación económica de la gente se ha debilitado pero las personas no protestan por miedo porque los castigos no son solo personales sino colectivos hacia sus familiares. Según Rachel Denber de la Human Rights Watch, organización defensora de derechos humanos, “la situación en ese país es pésima porque no hay libertad de expresión, ni para congregarse, ni libertad religiosa”. Por lo visto, este sátrapa oriental pretende inmortalizarse erigiendo estatuas suyas en todo el país, las cuales como podéis imaginar, duraran mientras pueda mantenerse en el poder.
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