Desafiando todo lo conocido, en el mundo existen unos extraños artefactos considerados como “OOPArt“, un acrónimo en inglés de out of place artifact (‘artefacto fuera de lugar’ en español) y que sirve para denominar a un objeto de interés histórico, arqueológico o paleontológico que se encuentra en un contexto muy inusual o aparentemente imposible que podría desafiar la cronología de la historia convencional (a diferencia de otros que son un producto del engaño, dignos de figurar entre los grandes fraudes de la arqueología). A pesar del tiempo transcurrido, los científicos no se ponen de acuerdo acerca de su origen y tejen sobre ellos la más diversas teorías. Iniciamos esta serie con el Disco de Festos, (o disco de Phaistos) un curioso hallazgo arqueológico de finales de la edad de bronce. Fue descubierto el 15 de julio de 1908 por el arqueólogo italiano Luigi Pernier en la excavación de un palacio minoico en Festos (Phaistos), cerca de Hagia Triada, en el sur de Creta. Se trata de un disco de arcilla cocida con inscripciones en ambas caras, al cual se le ha datado a finales de la Edad del Bronce, en torno al 1700 a.C., es decir, hace unos 3700 años. Las inscripciones, realizadas mediante presión de sellos, son jeroglíficos en los que se mezclan signos similares a los de la escritura lineal A (el sistema empleado por la cultura cretense y todavía no descifrado en su totalidad) y la lineal B (la empleada por los micénicos) junto con otros de origen desconocido. Algunos investigadores le atribuyen por esto un origen no cretense, lo que ha convertido en uno de los más famosos misterios de la arqueología. También hay quien lo considera una falsificación obra de su propio descubridor. Las dudas provienen de las propias características del disco: que tenga bordes rectos, cuando todas las tablillas de la época los tienen curvos; que esté cocido, cuando las tablillas de arcilla no se cocían sino que las que se han hallado están cocidas por efecto de los incendios; y por último que en su fabricación se empleasen sellos tipográficos, cuando no existe ningún otro ejemplo similar en la Antigüedad, ni nada parecido hasta la invención de la imprenta por Guttenberg. Pero ahora Gareth Owens, del Instituto Tecnológico Educacional de Creta, cree haber descifrado el misterio de su significado. Las inscripciones - dice - estarían dedicadas a una madre embarazada en una de las caras, y una madre que ha dado a luz en la otra cara. Según Owens, existen tres partes en el disco en las que está representada la palabra I-QE-KU-RJA (YGEIAN + AGAPI), donde I-QE haría referencia a una mujer de gran importancia. En otro lugar también aparecería AKKA (madre embarazada). En total afirma haber podido leer hasta un 90 por cierto del disco, siguiendo un sistema similar al de la escritura lineal B. Y que el sentido general de las inscripciones es el de una oración religiosa. Lo cual podría tener sentido dentro del contexto de la época. Sin embargo, a pesar de estas aseveraciones, la duda persiste, ya que rigurosos investigadores señalan con propiedad que el Disco de Festos no podrá descifrarse mientras no aparezcan artefactos o inscripciones parecidas - cosa que no ha sucedido hasta el momento - y que todo lo que afirma Owens son simples especulaciones .Por lo visto, aun estamos muy lejos en saber la verdad.