El Henry Graves Supercomplication de Patek Philippe, el cual tomó un total de ocho años para ser completado y considerado el “Santo Grial” de todos los relojes, vuelve a hacer noticia ya que podría alcanzar la increíble suma de $17 millones (€12.5 millones) cuando se ponga a la venta en Ginebra, durante la subasta Sotheby’s el próximo 14 de noviembre. En efecto, según informa The Wall Street Journal, este Patek Philippe, único para el mejor coleccionista de relojes del siglo 20, es “el reloj más complicado jamás hecho por manos humanas”. Cuenta con 24 complicaciones únicas y fue encargado por el banquero de Nueva York Henry Graves Jr. en 1925. El ultra-exclusivo Henry Graves de Patek Philippe fue el reloj más complicado del mundo por 56 años antes de que fuese superado por diseños ejecutados por técnicos ayudados de computadoras. La historia del ‘Graves Supercomplication’, es un viaje lleno de superlativos. El reto nació de un duelo entre dos magnates americanos del siglo XX; Henry Grave (banquero de New York) y Ward Packard (Ingeniero de automóviles de Ohio), quienes compitieron para saber quien tenía el reloj más complejo del mundo. Gano Graves quien encargo este reloj a Patek y se lo entregaron en 1933. Tras su muerte en 1953, el reloj fue expuesto en el museo de Relojería Seth G. Atwood, en Rockford, hasta que se cerro en 1999 y fue dado a Piezas Maestras de Sotheby´s para una subasta del Museo del Tiempo en 1999, siendo adquirido por la cifra récord de $11 millones (€8.11 millones). El precio fue ofrecido por un misterioso pujador, de quien más tarde se descubrió que era el primo del emir de Qatar, Sheikh Ali Al-Thani. En 2012, tras un nuevo giro del destino, Al-Thani tuvo que devolver a Sotheby’s el Supercomplication de Henry Graves y otras piezas de colección valoradas en un total de 83 millones de dólares. Ahora el 14 de noviembre estará nuevamente a la venta para marcar el 175 aniversario de su fabricante. Habrá que esperar ese día para conocer si pasa de nuevo a formar parte de la colección de algún particular o si la puja se queda sin aspirantes.