SONIDOS DEL MUNDO
viernes, 7 de enero de 2022
ENIGMAS DE LA HISTORIA: Las estatuillas Dogu
Como sabéis, toda la historia del arte está llena de misterios y significados ocultos que los artistas se encargaron de ponerlos de manera deliberada en algunas de sus obras o que el mismo paso del tiempo le ha adjudicado de manera errónea. Ejemplo de ello, son unas misteriosas estatuillas fabricadas con arcilla en la Región Tohoku, de la isla Honshu, Japón - llamadas Dogu - descubiertas por el explorador A.P. Kazantsev. Fueron hechas por el pueblo llamado Jomon en el año 7 000 A.C aproximadamente. Como suele ocurrir con estos artefactos de cierto aspecto humanoide que a primera vista representan formas extrañas, hay estudiosos que no han dudado en asociar estas figurillas con los extraterrestres, o sea, que serían la representación de seres venidos de otros planetas con quienes los Jomon tuvieron contacto en algún momento. Pero al parecer, se tratarían de figuras que representan deidades femeninas simulando en su mayoría embarazos, lo que ha llevado a los arqueólogos a concluir que son representaciones de diosas de la fertilidad, “diosas madres” para los Jomon. Aparte de ello, se cree que las estatuillas Dogu eran capaces de ser receptoras de enfermedades: una persona rezaría para que ella o un familiar suyo se librara de un mal físico y tal vez emocional y pasara a la figura. Si esto es cierto, los objetos en cuestión serían una especie de remedio que usaba la magia para darle a su dueño bienestar. Han sido halladas figuras a las que les faltaba una parte del cuerpo y se piensa que esto se debe a que la persona amputaba aquella parte del cuerpo donde tenía una dolencia que deseaba erradicar de sí misma (algo así como un muñeco vudú de sanación). Pero la curiosa forma de los ojos (más grandes de lo normal), una especie de gafas en ellos, mas los cuerpos compactos han llevado a muchos expertos a calificar estas curiosas piezas como “representaciones alienígenas”. Otros rasgos fundamentales de las figuras Dogu (do = tierra, gū = muñeco) son los dibujos en su cuerpo, lo que ha llevado a la teoría de que los tatuajes o escarificaciones formaban parte de la cultura Jomon, la cual se caracterizó por haber manejado la arcilla con gran habilidad para posteriormente convertirla en cerámica. Para otros teóricos de la conspiración, los dibujos son en realidad parte del diseño de un traje espacial con el que estos seres llegaron a la Tierra. Uno de los autores que sostienen dicha idea como una verdad absoluta es Vaughn Greene, quien escribió Astronauts of Ancient Japan, al afirmar que los botones que aparecen en los pechos de las figurillas Dogu están colocados en la misma posición de un traje espacial convencional usado por los astronautas de la NASA. Greene comenzó a interesarse por las posibles visitas de extraterrestres a nuestro mundo en 1947 cuando se entero del encuentro de un aviador estadounidense llamado Kenneth Arnold con lo que parecía ser una nave espacial, al que bautizo como platillo volador (flying saucer). Al poco tiempo, Greene - de 17 años - fue movilizado a la guerra de Corea. Mientras estaba en Japón, comenzó a estudiar las leyendas Shinto y la mitología antigua de ese país. Para su sorpresa, los libros estaban llenos de referencias acerca de batallas aéreas, castillos debajo del agua, armas exóticas y dragones voladores, pero lo que más le impresionó fueron unos combatientes vestidos con relucientes armaduras, que se hacían llamar Dogu, por lo que se declaro convencido de que esas estatuillas halladas eran precisamente representaciones de esos antiguos visitantes espaciales. Sin embargo, también existe otra teoría acerca de que dichas figuras en realidad no fueran más que juguetes, imágenes religiosas o simples objetos de adorno, según Shirai Mitsutarō, miembro fundador de la Sociedad Antropológica de Tokio. Algunas también fueron halladas en sepulcros, lo que reforzaría la idea acerca de su uso como representaciones de deidades de la fertilidad y la idea del renacimiento al acompañar a un muerto en su trayecto por el Más Allá. Cabe precisar que las estatuillas Dogu no se parecen a nada que se haya visto en la arqueología japonesa. No se han hallado otras muestras anteriores que les hayan servido de influencia a los artistas Jomon en otros rincones del Japón, de ahí su carácter de fascinación y misterio que las ha perseguido desde su descubrimiento.
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