SONIDOS DEL MUNDO
viernes, 27 de junio de 2025
LOS BRONCES DE BENÍN: Un patrimonio expoliado que vuelve a Nigeria
Holanda ha devuelto 119 artefactos a Nigeria, entre ellos figuras humanas y animales, placas, insignias reales y una campana histórica, que fueron expoliados del país de África Occidental hace más de un siglo. Los artículos, conocidos como Bronces de Benin, fueron entregados durante una ceremonia oficial en el Museo Nacional de Lagos, la ciudad más grande de Nigeria, el sábado pasado. Los artefactos fueron saqueados a finales del siglo XIX cuando las fuerzas británicas asaltaron el Reino de Benín, en lo que hoy es el sur de Nigeria, saquearon sus palacios reales y exiliaron al rey Ovonramwen Nogbaisi. El gobernante había buscado defender la independencia de su reino y el control sobre el comercio de aceite de palma, caucho y marfil ante la creciente presión británica. Se trata de un conjunto de miles de placas y esculturas realizadas entre los siglos XV y XIX. Entre sus artefactos se incluyen adornos, joyas y máscaras, muchos de los cuales decoraban el palacio real del Reino de Benín, actualmente el estado de Edo, en el sur de Nigeria. La mayoría de estos objetos fueron robados en 1897, durante una brutal expedición punitiva en la que las tropas británicas mataron a miles de personas y saquearon el palacio. Tras la violenta incursión, el Reino de Benín fue absorbido por la Nigeria colonial. Las piezas robadas se vendieron finalmente a más de 130 museos en 20 países, principalmente en el Reino Unido y Alemania. “La devolución es incondicional y reconoce que los objetos fueron saqueados durante el ataque británico a Benin City en 1897 y nunca deberían haber terminado en Holanda”, afirmó el gobierno holandés en un comunicado de prensa. “La restitución holandesa es la mayor devolución física de artefactos de Benín a Nigeria hasta la fecha”, afirmó. Nigeria intensificó sus demandas de devolución de los Bronces de Benín en el 2022, cuando la Comisión Nacional de Museos y Monumentos (NCMM) pidió formalmente a las instituciones de todo el mundo que devolvieran los artefactos saqueados. En agosto de ese año, el Museo y Jardines Horniman de Londres anunció la repatriación de 72 bronces de Benín de su colección al país más poblado de África. A los pocos meses, el Museo de la Escuela de Diseño de Rhode Island hizo lo mismo, devolviendo 31 piezas, incluida una pieza conocida como "Cabeza de Rey”, a las Colecciones Nacionales de Nigeria. Al hablar en el evento de entrega del gobierno de Holanda el sábado, el director general del NCMM, Olugbile Holloway, describió los artefactos como "encarnaciones del espíritu y la identidad de las personas de las que fueron tomados". “Todo lo que pedimos al mundo es que nos trate con justicia, dignidad y respeto”, dijo, según Al Jazeera. “No se puede exagerar el simbolismo de esta ocasión y lo que significa para el orgullo y la dignidad no sólo del pueblo de Benin, sino de toda Nigeria”, agrego en un comunicado. “Agradecemos a Holanda por el buen ejemplo y esperamos forjar vínculos aún más fuertes entre nuestras dos naciones a través de la diplomacia cultural”, añadió. La mayoría de los bronces formaban parte de la Colección Estatal Holandesa y se exhibieron en el Wereldmuseum de Leiden. Pero cuatro piezas - las más valiosas - permanecerán allí en calidad de ‘préstamo’. “Felicitamos a Nigeria por su persistente defensa de la devolución de los Bronces de Benin”, afirmó el embajador holandés para la Cooperación Cultural Internacional, Dewi van de Weerd. Como sabéis, varios otros países africanos han intensificado la presión sobre los museos occidentales para que devuelvan los objetos saqueados durante la época colonial. Nigeria por ejemplo, ha realizado una campaña incansable durante años para recuperar los Bronces. El país firmó un acuerdo de repatriación con Alemania en julio del 2022 para el regreso de 1.130 bronces de Benín. Veinte de ellos desembarcaron en Abuya, la capital de Nigeria, en diciembre del 2022. Nigeria también envió una solicitud de repatriación al Museo Británico en octubre del 2021. La institución - que se niega a devolver lo robado - conserva más de 900 objetos del Reino de Benín. Los debates sobre la restitución del arte saqueado de África han llegado a varios países europeos en los últimos años. Benín recibió 26 tesoros reales de Francia en el 2021. Las piezas fueron robadas durante la colonización del reino de Dahomey en 1892. El documental de Mati Diop, Dahomey , del 2024, narró el proceso de restitución. Asimismo, en enero de ese mismo año, el Museo Británico y el Museo Victoria and Albert anunciaron la devolución de más de 30 tesoros reales a Ghana, tras “un acuerdo de préstamo” con el Museo del Palacio de Manhyia. Los objetos habían sido robados a un rey del Reino Ashanti en el siglo XIX. En julio del 2023, la Universidad de Oxford ofreció 196 vacas a familias masai de Kenia y Tanzania como compensación por artefactos saqueados y exportados al Reino Unido hace más de un siglo.
viernes, 20 de junio de 2025
ENTRE EL MITO Y LA HISTORIA: ¿Fue la Torre de Babel un zigurat?
La historia de la Torre de Babel del Libro del Génesis cuenta “cómo luego del diluvio, los descendientes de Noé se asentaron en Babilonia y trataron de construir una ciudad con una torre que llegase al cielo”. Creyeron que la obra era posible ya que todos se entendían al existir un solo idioma, pero Dios lo interpretó como un acto de soberbia y confundió las leguas de la gente, provocando la incomprensión y el abandono del proyecto. El mito bíblico se construye en el siglo VI a.C., durante el periodo conocido como neobabilonio, cuando Nabuconodosor II conquistó el reino de Judá y destruyó Jerusalén siendo muchos hebreos deportados a Babilonia. Hasta el comienzo del estudio de los textos cuneiformes y de la excavación de Babilonia en el actual Iraq realizada entre 1898 a 1917 por el equipo del arqueólogo alemán Robert Koldewey elegido por la Deutsche Orientgesellschaft, todas las noticias que se tenían de Babilonia provenían o de la Biblia o del Libro I de las Historias de Herodoto (m.425 a.C.), quien describe un templo de ocho torres con una escalera exterior. Estas fuentes fueron usadas hasta el siglo XVIII por viajeros occidentales que desde la Edad Media visitaban la zona impulsados por la fuerza del mito sin llegar a una ubicación correcta. Uno de los primeros viajeros que creyó identificar la torre describe las ruinas de Babilonia, que “todavía se encuentra allí el palacio derruido de Nabuconodosor, y los hombres temen entrar en él debido a los alacranes y serpientes que hay en su interior”. Este anónimo visitante no identifica la Torre de Babel entre la ruinas de Babilonia, pero si lo hace a pocos kilómetros al sur asociándola a las ruinas del zigurat Birs Nimrud que describe como un edificio imponente con una base dos millas, ancho de cuarenta codos y alto de doscientos: “cada diez codos hay caminos y por ellos se sube en espiral hasta arriba viéndose allí una extensión de veinte millas ya que el país es llano”. En tanto, en El Libro de las maravillas del mundo, escrito entre 1357 y 1371, atribuido al viajero Jehan de Mandeville, quien en 1322 haría un viaje de 34 años, se mencionaba que la Torre de Babel fue construida por Nemrud, un bravo cazador que ejerció su dominio entre Noé y Abraham. Si bien Herodoto visito realmente la Babilonia histórica, en los siglos XVI y XVII se pierde la memoria real de estos lugares proponiéndose otras alternativas tanto para la ciudad como para la torre. Entre 1563 y 1581 Cesare de Federici, un comerciante veneciano que realiza un viaje a la India oriental, identifica Bagdad con Babilonia y la Torre de Babel con unas ruinas en ‘Aqarquf a las que llamó Nimrud, confundiendo las ruinas del zigurat de Dur-Kurigalzu con la ansiada torre. Esta interpretación fue mantenida por los viajeros que visitaban la zona, llegando el comerciante inglés John Elred a medir el monumento y tomar notas de la técnica constructiva sobre las ruinas de Birs Nimrud en su viaje en 1583. Esta teoría cobró fuerza, ya que entre 1761-1767 el matemático danés Karsten Niebuhr visita la zona y llega a la misma conclusión con la obra de Herodoto en la mano. Pero no fueron estas los únicos emplazamientos propuestos: en 1616 el caballero romano Pietro della Valle exploró el sitio de Tell Babill, al norte de Bagdad pensando que la toponimia podría ser un indicador de la presencia de la torre. Esta localización fue puesta en duda por el abad Joseph de Beauchmap vicario general en Bagdad en 1781 quien localiza el emplazamiento clásico de Babilonia llegando incluso a sacar algunos ladrillos de colores de la puerta de Isthar. Desde principios del XIX con el crecimiento de los intereses económicos de los británicos en Oriente se instalan en Bagdad y en Basora las oficinas de la Compañía de las Indias Orientales para controlar el comercio de la India, acudiendo a la sede de Bagdad intelectuales como el pintor Robert Ker Porter, quien llegó incluso a describir las fases de construcción de la Torre de Babel a la que identificaba con Bis Nimrud. Cabe precisar que la rivalidad comercial entre Inglaterra y Francia se reflejó en sus misiones arqueológicas en Oriente disputándose el hallazgo de la Torre de Babel, pero no sería hasta la intervención del alemán Koldewey cuando se identificaron, tanto la ciudad de Babilonia con su avenida procesional, con leones y dragones esmaltados ( que se conservan en el Museo de Pérgamo, Berlin); como las estructuras de adobe del zigurat Etemenaki, el Templo de la Creación del Cielo y la Tierra dedicado al dios Marduk mencionado en el Código de Hammurabi. De finales del siglo XII a.C. es un texto conocido como “Tintir”, donde se describe Babilonia como centro del mundo y dentro de la topografía religiosa de la ciudad el barrio de Eridu, donde se sitúa el Etemenaki , la réplica del Ešarra, la “Casa de la totalidad”. Este templo fue destruido por Senaquerib en el 689 a.C. y reconstruido por Nabucodonosor II como un zigurat de siete pisos con un templo de lapislázuli dedicado a Marduk en una cima que llegaba hasta el cielo como se menciona en diversas inscripciones del periodo. Aunque el edificio parece que estuvo en pie en la visita de Herodoto en el 469 a.C., luego del castigo del persa Jerjes tras la sublevación del 482, en el 331 a.C. cuando Alejandro establece en Babilonia la capital de su imperio, el edifico estaba en ruinas. A pesar de las imágenes sobre la torre de Babel que existen, tanto en la literatura como en el arte, no se ha encontrado ningún registro que indique como lucía. El relato del Génesis no hace mención a su destrucción ya que solo habla que la construcción quedo abandonada. Sin embargo en otras fuentes, como el Libro de los Jubileos (cap. 10 v.18-27), Alejandro Polihistor (frag. 10), Abideno (frags. 5 y 6), Flavio Josefo (Antigüedades 1.4.3) y los Oráculos sibilinos (iii 117-129), se dice que Dios derribo la torre con un gran viento. En el Midrash, se dice que la parte superior de la torre fue quemada, la parte inferior fue tragada por la tierra y el medio se dejó en reposo para erosionarse con el tiempo, por lo que hoy al igual que el Arca de Noe, “desapareció” de la historia.
viernes, 13 de junio de 2025
PATRIMONIO MUNDIAL: Palacios reales de Abomey (Benín)
En el corazón de Benín, la ciudad de Abomey -antigua capital del Reino de Dahomey - resguarda un legado histórico único: los Palacios Reales de Abomey. Construidos entre 1625 y 1900 por doce monarcas que se sucedieron en el poder, estos palacios se erigen como un testimonio imponente de una dinastía que marcó la historia de la región. El Reino fue fundado en 1625 por el pueblo Fon , que lo convirtió en un poderoso imperio militar y comercial, que dominó el comercio con los traficantes de esclavos con los europeos en la Costa de los Esclavos hasta finales del siglo XIX, a quienes vendían sus prisioneros de guerra. [En su apogeo, los palacios podían albergar hasta 8000 personas. El palacio del Rey incluía un edificio de dos pisos conocido como la "casa cauri" o akuehue. Bajo los doce reyes que se sucedieron de 1625 a 1900, el reino se estableció como uno de los más poderosos de la costa occidental de África . La UNESCO había inscrito los palacios en la Lista del Patrimonio Mundial de África . Posteriormente, el sitio tuvo que ser incluido en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro, ya que Abomey fue azotado por un tornado el 15 de marzo de 1984, dañando el recinto real y los museos, en particular el Pórtico del Rey Guezo, la Sala de los Ases, la Tumba del Rey y la Sala de las Joyas. Sin embargo, con la ayuda de varios organismos internacionales, se completaron las obras de restauración y renovación. Basándose en las obras correctivas realizadas y los informes recibidos sobre estas renovaciones en Abomey, la UNESCO decidió retirar los Palacios Reales de Abomey, Benín, de la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro en julio del 2007. Hoy en día, los palacios ya no están habitados, pero los del rey Ghézo y del rey Glélé albergan el Museo Histórico de Abomey, que ilustra la historia del reino y su simbolismo a través del deseo de independencia, la resistencia y la lucha contra la ocupación colonial. Los opulentos palacios construidos por los 12 gobernantes del reino dentro del recinto enclaustrado de Abomey funcionaron entre 1695 y 1900 como el centro cultural tradicional del Reino de Dahomey. El primer gobernante en iniciar la construcción de palacios fue el rey Houegbadja , fundador de la ciudad. Según el folclore, los descendientes de la familia real de Abomey, que construyó los 12 Palacios Reales, son descendientes de la princesa Aligbonon de Tado y una pantera. Su reino existió en la zona sur de la actual República de Benín, en Abomey. Sin embargo, la historia documentada se remonta al siglo XVII, a dos de sus descendientes: Do-Aklin y Dakodonou . Houegbadja (1645-1685) fue el rey que estableció el reino en la meseta de Abomey y estableció el marco legal para su funcionamiento, su papel político y las normas de sucesión. El rey Agaja (1718-1740) derrotó al reino de Allada en 1724 y al reino de Whydah en 1727. Esto resultó en la muerte de varios prisioneros. Muchos de ellos también fueron vendidos como esclavos en Ouidah , entonces llamada Gléwé (casa de víboras). Estas guerras marcaron el inicio del dominio de la trata de esclavos de Dahomey (que se realizaba a través del puerto de Whydah con los europeos). Sin embargo, en el siglo XIX, con el auge del movimiento antiesclavista en Gran Bretaña, el rey Guézo (1818-1858) inició el desarrollo agrícola en el país, lo que resultó en una mayor prosperidad económica del reino lograda mediante las exportaciones de productos agrícolas como el maíz y el aceite de palma. De 1892 a 1894, luego de que los fon volvieran a saquear el valle de Ouémé, Francia declaró la guerra a Dahomey . Tras una serie de decisivas victorias francesas durante la Segunda Guerra Franco-Dahomeyana , tomaron el palacio de Singboji. El rey Béhanzin , último rey independiente de Dahomey, y los restos de su ejército huyeron al norte cuando los franceses entraron en la capital el 17 de noviembre. Los franceses eligieron al hermano de Béhanzin, Goutchili, como nuevo rey. Béhanzin fue finalmente deportado a Martinica . Su sucesor, el rey Agooli Agbo, solo pudo gobernar hasta su deportación a Gabón en 1900. En 1960, cuando el actual Benín se independizó de Francia, originalmente se llamó Dahomey. La historia oficial del reino fue registrada y seguida a través de una serie de bajorrelieves de tierra policromada . La cultura dahomeyana estaba profundamente arraigada en una intensa reverencia hacia los reyes de Dahomey y tenía un gran significado religioso. Cada rey estaba simbolizado en una colcha común con apliques. Las ceremonias formaban parte de la cultura, y el sacrificio humano era una de sus prácticas. La ciudad donde se construyeron los palacios estaba rodeada por una muralla de adobe con una circunferencia estimada en 10 kilómetros (6 millas), atravesada por seis puertas y protegida por una zanja de 1,5 m (5 pies) de profundidad, llena de una densa vegetación de acacias espinosas , la defensa habitual de las fortalezas de África Occidental. Dentro de las murallas se encontraban aldeas separadas por campos, varios palacios reales, un mercado y una gran plaza que albergaba los cuarteles. Cada palacio tenía un diseño distinto para adaptarse a los caprichos de los reyes. El Kpododji, a través del Honnouwa, formaba el primer patio interior del palacio, mientras que el segundo patio interior, Jalalahènnou, estaba junto al Logodo . El Ajalala, un edificio singular con múltiples tipos de aberturas, se encuentra en el segundo patio; sus muros presentan decoraciones con sugestivas imágenes en bajorrelieve. Los palacios de Glèlè y Guézo, que sobrevivieron al incendio intencional de 1894 provocado por Béhanzin, fueron restaurados y ahora forman parte del museo. Los materiales de construcción fueron tierra para los cimientos, pisos y estructuras elevadas. La carpintería se realizó con especies de palma , bambú , iroko y caoba . El techo era de paja y lámina metálica. Cabe precisar que los bajorrelieves funcionaban como un libro de registro (a falta de documentos escritos) para registrar los eventos significativos en la evolución del pueblo fon y su imperio, relatando las victorias militares y el poder de cada rey y documentando los mitos , costumbres y rituales del pueblo fon . Sin embargo, en 1892, desafiando la ocupación francesa , el rey Behanzin (1889-1894) ordenó que la ciudad y los palacios fueran incendiados. Providencialmente, la mayoría de los monumentos sobrevivieron al incendio y muchos palacios han sido restaurados desde entonces. Placas de cobre y latón adornaban las paredes. Los bajorrelieves estaban incrustados en muros y pilares. Estaban hechos de tierra de hormigueros mezclada con aceite de palma y teñida con pigmentos vegetales y minerales. Representan uno de los elementos más impresionantes de los palacios, que ahora se exhiben en el museo y han sido reemplazados por réplicas. Por cierto, muchos de los objetos expuestos en el museo, que formaban parte de las ceremonias religiosas celebradas por los reyes en el pasado, son utilizados aún ahora por la familia real de Dahomey en sus ritos religiosos. En reconocimiento de la singular importancia cultural de estos monumentos, la UNESCO inscribió los Palacios Reales de Abomey en la Lista del Patrimonio Mundial en 1985. El sitio inscrito consta de dos zonas: los palacios, que forman la zona principal, y la Zona del Palacio de Akaba, en la parte nornoroeste del sitio; ambas zonas están rodeadas por muros de adobe parcialmente conservados. La inscripción de la UNESCO declara: «De 1625 a 1900, doce reyes se sucedieron al frente del poderoso Reino de Abomey. Con la excepción del rey Akaba, que utilizó un recinto separado, todos construyeron sus palacios dentro de la misma zona de muros de adobe, en consonancia con los palacios anteriores en cuanto al uso del espacio y los materiales. Los palacios reales de Abomey son un recuerdo único de este reino desaparecido». En tanto, el Museo Histórico de Abomey se encuentra en un edificio de 2 hectáreas (5 acres), fundado en 1943 por la administración colonial francesa. Abarca todos los palacios de una superficie de 40 hectáreas (99 acres), en particular los palacios de los reyes Guézo y Glèlè . El museo cuenta con 1050 piezas, la mayoría de las cuales pertenecieron a los reyes que gobernaron Danhomè El museo alberga además numerosas piezas que representan la cultura del Reino de Dahomey. Algunas de las piezas más significativas son la colcha "rey" con apliques, tambores tradicionales y pinturas de ceremonias y de la guerra entre Francia y Dahomey. El 24 de diciembre del 2020, el gobierno francés promulgó una nueva ley que permite la restitución permanente de varios objetos culturales de colecciones francesas (producto de los saqueos durante la época colonial), a Senegal y la República de Benín . Así, tras el informe del 2018 sobre la restitución del patrimonio cultural africano , 26 estatuas que habían sido robadas por las tropas francesas durante el saqueo de los Palacios Reales de Abomey en 1892 y donadas por el coronel francés Alfred Dodds a un predecesor del Musée du quai Branly en París, constituyen las primeras restituciones permanentes bajo la nueva ley. De esta manera, los 26 objetos culturales fueron repatriados a Benín y, a principios del 2022, se exhibieron en el Palacio de la Marina de Benín en Cotonú . Se ha programado que los objetos viajen por todo el país y se expongan en varios museos durante los próximos años, para finalmente quedar expuestos de forma permanente en el Museo de las Epopeyas de las Amazonas y los Reyes de Danhomè en Abomey. La descolonización de los museos forma parte de un creciente movimiento global para repatriar los bienes culturales a su país de origen. El sitio de los Palacios Reales de Abomey siempre ha incluido espacios sagrados respetados por las familias reales y la población, donde la organización de ceremonias rituales es una forma de salvaguardarlos adecuadamente.
viernes, 6 de junio de 2025
TRUMP´S MILITARY PARADE: Un desfile a su medida
Ajeno al escándalo mediático montado por un dolido Elon Musk con sus absurdas acusaciones, Donald Trump como buen megalómano, sigue adelante con sus planes de llevar a cabo un desfile militar con tanques en su honor que recorrerá Washington el día de su cumpleaños, el próximo 14 de junio y esta vez, nada ni nadie lo detendrá. Cabe precisar que esta idea no es nueva, ya que el Pentágono, durante su primer mandato, se opuso a su anhelo de celebrarlo; se buscaba – afirmaron en esa oportunidad – “mantener a las fuerzas armadas al margen de la política”. Pero en el segundo mandato de Trump, esa barrera de seguridad desapareció. Este año habrá desfile, y nada menos que el día en el que el presidente cumple 79 años. El plan actual involucra una escenificación formidable en el centro de Washington: 28 tanques M1A1 Abrams (de 70 toneladas cada uno, los más pesados en activo), 28 vehículos blindados de transporte de tropas Stryker, más de 100 vehículos de otros tipos, un bombardero B-25 de la época de la Segunda Guerra Mundial, 6700 soldados, 50 helicópteros, 34 caballos, dos mulas y un perro. El ejército calcula el coste del destile entre 25 y 45 millones de dólares. Pero podría ser mayor porque el ejército ha prometido arreglar las calles de la ciudad que el desfile dañe, además de que el coste de la limpieza y la policía aún no forman parte del cálculo. Aunque 45 millones de dólares es una fracción pequeña del presupuesto del Pentágono propuesto por Trump, de 1,01 billones de dólares para el año fiscal 2026, la decisión del desfile sucede cuando el gobierno pretende recortar de manera drástica la financiación de la educación, la salud y la asistencia pública. “Es mucho dinero”, reconoció Steve Warren, portavoz del ejército. “Pero creo que esa cantidad de dinero queda chica por los 250 años de servicio y sacrificio del ejército de Estados Unidos”. Por cierto, el ejército no describe al acto como desfile por el cumpleaños de Trump. Es el desfile de cumpleaños del ejército. El Ejército Continental se formó oficialmente el 14 de junio de 1775, por lo que el 14 de junio se cumplirán 250 años. Pero también coincide con el cumpleaños de Trump. No hubo un gran desfile en Washington cuando el ejército cumplió 200 años en 1975, cuando las cicatrices de su humillante derrota en la guerra de Vietnam aún estaban abiertas. Aunque se celebraron conmemoraciones más pequeñas en bases militares de todo Estados Unidos con cenas baile, coros de cuartetos de barbería o barbershop quartets y celebraciones con pasteles, poca gente quería glorificar al ejército a tan poco tiempo luego del tiroteo de Kent State. Además, el país se estaba preparando para las grandes celebraciones del bicentenario del año siguiente. Si esta vez las cosas fueran igual de discretas, Fort Myer, al otro lado del río Potomac, en Arlington, Virginia, podría ser un lugar ideal, “donde la Vieja Guardia podría desfilar con algunos veteranos”, dijo el senador por Rhode Island Jack Reed, principal demócrata del Comité de las Fuerzas Armadas, en referencia al 3.º Regimiento de Infantería, la unidad de infantería en activo más antigua del ejército. “Pero se trata de Trump quien ha ordenado que desfile por el centro de la capital”, añadió Reed, hablando con los periodistas la semana pasada en el Defense Writers Group. “Concuerda con gran parte de lo que está haciendo”. Los oficiales del ejército dicen que el desfile cruzará frente al punto de observación de Trump en la avenida de la Constitución, cerca de la Casa Blanca, la noche del sábado 14 de junio, como parte de una gran fiesta en la Explanada Nacional. Habrá soldados en el desfile que se alojarán en dos edificios gubernamentales, según las autoridades. Dormirán en catres militares y llevarán sus propios sacos de dormir, un tema muy comentado en los programas de medianoche de televisión. Habrá Paladines, los enormes obuses autopropulsados, y guiños al pasado. Los oficiales del ejército quieren que algunos soldados usen uniformes de las guerras de antaño, como la de 1812 o la Guerra Hispanoamericana. Durante más de dos años, el ejército ha estado planeando aspectos nacionales, mundiales e incluso interestelares de la celebración: un astronauta del ejército en la Estación Espacial Internacional llamará por teléfono, dijo Warren. Pero esas celebraciones que estaban planeadas se centraban en festivales, una estampilla postal, carreras divertidas variadas, bandas militares y cosas por el estilo. En algún momento de este año, dijeron oficiales del ejército, apareció en los planes un desfile militar en Washington. Aun así, los oficiales dicen que de momento no hay planes para cantar “Cumpleaños feliz” a Trump, o al ejército, durante el desfile. Sin embargo, uno de los planes prevé que paracaidistas de los Caballeros Dorados, el equipo de paracaidistas del ejército, aterricen en medio de los festejos y entreguen a Trump una bandera. En el 2017, durante su primer mandato, Trump presenció el desfile del Día de la Bastilla en París con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y regresó a casa con ganas de celebrar el suyo. Pero el Pentágono durante la primera gestión de Trump obstaculizó la idea. Jim Mattis, secretario de Defensa en ese momento, dijo que “preferiría tragar ácido”, según Holding the Line, un libro de Guy Snodgrass, antiguo escritor de discursos de Mattis. “Todos en este país somos conscientes del afecto y el respeto del presidente por los militares”, dijo Mattis escuetamente cuando los periodistas le preguntaron por los deseos de Trump. “Hemos estado elaborando algunas opciones. Las enviaremos a la Casa Blanca para que tome una decisión”. El general Paul Selva, entonces vicepresidente del Estado Mayor Conjunto, dijo a Trump durante una reunión en el Pentágono que los desfiles militares eran “lo que hacen los dictadores”, según The Divider, de Peter Baker, periodista del New York Times, y Susan Glasser. Cuando Mattis se fue, Trump volvió a mencionar la idea. El sucesor de Mattis, Mark Esper, respondió con un “desfile aéreo” como parte de las celebraciones del 4 de julio del 2020, dijeron funcionarios del Pentágono. Una serie de aviones de combate y otros aviones de guerra sobrevolaron la Costa Este estadounidense sobre ciudades que tuvieron un papel en la Revolución de las Trece Colonias, como Boston, Nueva York y Filadelfia. Funcionarios del primer Departamento de Defensa de Trump se resistieron a su sugerencia de desfile —nunca fue una orden directa— porque consideraban que ubicaba al ejército en medio de la escena política, algo que el Pentágono se ha resistido a hacer históricamente. Pero ahora Trump cuenta con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y con líderes militares que se han mostrado más dispuestos a poner en práctica sus deseos. Esto “plantea la cuestión de si el ejército estadounidense está celebrando a Trump”, dijo Risa Brooks, profesora asociada de Ciencias Políticas en la Universidad de Marquette. “Tener tanques por las calles de la capital no parece algo coherente con la tradición de un ejército profesional y altamente capacitado”, dijo Brooks en una entrevista. “Más bien parece un ejército politizado y volcado hacia el interior, centrado en adversarios internos en lugar de externos”. Ha habido grandes desfiles militares estadounidenses en el pasado, pero el último fue hace casi 35 años, para conmemorar el final de la primera Guerra del Golfo. Tradicionalmente, los desfiles militares en Estados Unidos se han realizado al final de grandes conflictos, como la Guerra de Secesión y las dos guerras mundiales. También hubo desfiles militares en tres tomas de posesión presidenciales durante la Guerra Fría. Y algunas fiestas en pueblos pequeños también conmemoran a los militares con vehículos blindados y soldados. “En realidad, no veo el problema de un desfile militar”, dijo Kori Schake, exfuncionaria de defensa del gobierno de George W. Bush, quien dirige los estudios sobre política exterior y de defensa en el American Enterprise Institute. Schake dijo que más estadounidenses necesitan ver a los soldados que sirven al país. “Si ver a nuestros conciudadanos estadounidenses de uniforme fomenta el conocimiento público y la conexión, o inspira el voluntariado, sería beneficioso”, dijo. A fin de cuentas, “los militares no van a dar batalla en esto”, dijo Peter Feaver, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Duke, quien ha estudiado a los militares durante décadas. “El equipo del segundo mandato de Trump es mejor dando al presidente lo que quiere, y sus deseos son ordenes” aseveró.
viernes, 30 de mayo de 2025
VIKINGOS: Los primeros exploradores del África
Pensemos en los vikingos y nos viene a la cabeza aquellas hordas nórdicas que desataron el terror en toda Europa, atacando por sorpresa, saqueando y matando a todos los que estuvieran a su paso, llegando a cruzar Rusia y sitiar por sorpresa Constantinopla, aunque no llegaron a tomarla. Sus ansias de aventuras los llevaron incluso hasta las costas de Terranova y fundar Vinlandia (Canadá) en el Nuevo Mundo, adelantándose por siglos a la gesta de Cristóbal Colon. Sin embargo, hubieron dos vikingos quienes lideraron su propio asalto - condenado al fracaso - en un territorio mucho más al sur: Marruecos. Se trata de una historia poco conocida y del que no tenemos mucha información por parte de los vikingos, pero si de sus victimas, en este caso los musulmanes, quienes al momento de estos ataques, controlaban casi toda la península ibérica, a excepción de una región ubicada en el noroeste de España: Galicia. Cabe precisar que "moros" es un nombre común que se le daba a las personas de ascendencia árabe o bereber que habían vivido en una zona conocida como Mauritania desde la época romana. Este no era el país del mismo nombre que conocemos hoy, sino una gran extensión del norte de Marruecos. Para cuando los vikingos se aventuraron más al sur, el norte de África también era musulmán. En el año 859, una flota de 62 barcos vikingos partió del Loira con destino a Iberia. Al frente de ella se encontraban dos jefes de los que se sabe poco. Uno era Björn Järnsida, cuyo nombre suele traducirse como Björn Ironside; el otro era un extraño personaje llamado Hastein según la mayoría de las fuentes. Björn Ironside era hijo de Ragnar Lothbrok , un rey danés y sueco que dirigió numerosas incursiones en las Islas Británicas en el siglo XIX. Como era costumbre en aquella época, Lothbrok envió a sus hijos más jóvenes a participar en esas incursiones para que no le causen problemas en casa, como querer arrebatarle el trono. Ironside partió con una gran flota hacia Francia, y que fue testigo de innumerables incursiones vikingas a principios de la Edad Media. Lideró un asalto a París y construyó su propia fortificación con vistas a Ruán. Su base se encontraba principalmente en torno al Sena. Entretanto, se menciona a Hastein como el padre adoptivo de Ironside. Sabemos poco de su vida anterior, salvo que era danés y que ambos hombres participaron codo con codo en numerosas incursiones por Francia. Sus aventuras los llevaron primero al reino de Asturias, ubicada al norte de España, donde fueron derrotados. Con la esperanza de tener mejor suerte más al sur, navegaron por toda la Península, realizando escaramuzas en los alrededores de Lisboa, hasta llegar a Andalucía, donde se dirigieron tierra adentro hacia Sevilla. Pero al ser detenidos por los musulmanes, continuaron hacia el sur, rumbo a Algeciras. Allí, encontraron menor resistencia, por lo que incendiaron la mezquita local y procedieron a navegar por el estrecho de Gibraltar que separa Europa de África, la puerta de entrada al Mediterráneo desde el Atlántico. Fue entonces cuando comenzó la breve aventura vikinga en Marruecos. Alrededor del año 859 d.C., los vikingos ya habían establecido los primeros contactos con las culturas africanas. En el Libro de caminos y reinos, un texto de geografía del siglo XI (un texto fragmentado y que ha dado pie a numerosas interpretaciones), el geógrafo, botánico e historiador hispanoárabe Abu Abdullah al-Bakri describe a los vikingos como majus, un término utilizado para definir a los paganos y a los adoradores del fuego. Cuando Hastein, Ironside y sus hombres continuaban saqueando el corazón de Marruecos, llegaron a una ciudad conocida entonces como Nekor. Fundada 200 años antes por Idris ibn Salih, reconocido a su vez como el fundador histórico de Marruecos, Nekor era el centro cultural, aunque ya no político, de la región del Rif. Definida y bautizada en honor a las montañas del Rif, Nekor personificaba la civilización musulmana contra la que los vikingos llevaban meses luchando. La ciudad fue tomada y saqueada durante ocho días, siendo sus habitantes capturados para venderlos en los mercados de esclavos de Irlanda, en un punto determinado del río Liffey. Allí se estableció el gran asentamiento vikingo que con el tiempo dio lugar a la actual Dublín, capital de Irlanda. El asalto de Nekor es también mencionado por la crónica de Abdullah al-Bakri que lo describe así: "Majūs, que Dios los maldiga, llegaron a Nakūr en el año 244 (858–859). Tomaron la ciudad, la saquearon y esclavizaron a sus habitantes, excepto a los que se salvaron huyendo. Hoy en día, no queda nada de la ciudad de Nekor, ya que sus restos yacen enterrados bajo las aguas de la presa de Abdelkrim Khattabi. La ciudad actual más cercana es Bni Bouayach, a medio camino entre Tánger y la actual frontera con Argelia. En total, los nórdicos permanecieron en Nekor durante ocho días, decidieron que ya habían tomado todo lo que necesitaban, se dirigieron a la costa en dirección al sur de Francia. Cruzando el Mediterráneo, llegaron a Córcega para pasar el resto del invierno en la isla, antes de atacar Narbona y Nimes. Posteriormente, los vikingos causaron estragos en Italia, abriéndose paso hasta la ciudad de Luni, en el sureste de Liguria, pero sin llegar hasta Roma, que era la intención original. Continuaron hacia el este y luego regresaron a lo largo de la costa norteafricana. Los detalles de este viaje de regreso son escasos, salvo que recogieron más esclavos, pero luego se encontraron con tormentas cerca del Estrecho de Gibraltar. Cuando regresaron a su base en el Loira, sólo quedaban 20 barcos de los 62 de la flota original. Mucha gente había sido desarraigada, ya sea llevada como esclava a Irlanda, mientras que a algunos vikingos que se convirtieron al Islam, se les permitió establecerse en Jerez de la Frontera, cerca de Cádiz. Es pura conjetura, pero pasado 500 años, quizás descendientes de estos vikingos navegantes se encontraban entre los marineros que partieron con Cristóbal Colón rumbo al Nuevo Mundo en 1492...
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